26/07/2023.- Seguramente, la primera vez que escuché algo sobre el Libertador Simón Bolívar debe haber sido en alguna mención hecha por mi padre. Después escuché más en la Escuela Estadal 246, en mis primeros grados de la educación escolar. Fue allí cuando comenzó a perder brillo y sentido su figura, opacada por visiones que lo aislaban de su contexto y momento. Solo cuando se acercaban sus doscientos años, en 1983, empezamos a mirar de nuevo su altura y su brillo de valiente capitán, capaz de crear y dirigir un tsunami compuesto de puro pueblo, de un mar de pueblo decidido a ser independiente.

Razón tuvo Neruda cuando nos legó su Canto a Bolívar:

Tu pequeño cadáver de capitán valiente

ha extendido en lo inmenso su metálica forma,

de pronto salen dedos tuyos entre la nieve

y el austral pescador saca a la luz de pronto

tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.

El estruendo de la gesta de nuestro pueblo fue tan grande que inspiró a luchadores independentistas en todo el planeta, hasta el punto de que, en Grecia, en su Bolívar: un poema griego, Engonopoulos nos ha dicho: "Con una piedra dura, grabo tu nombre sobre la roca, para que vengan más tarde los hombres a adorarte".

Nuestro Bolívar es el artífice de una proeza política y militar, protagonizada por los más humildes del pueblo venezolano: campesinos pobres, esclavos libertos, venezolanos de los más diversos orígenes étnicos y sociales. Así era la tropa y la oficialidad que derrotó en nuestra región al Imperio español.

Bolívar es, además, un visionario estadista que alertó a todo el continente sobre la amenaza que significaba el rumbo intervencionista y expansionista de Estados Unidos: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad".

Y frente a esta, y otras amenazas imperiales, Bolívar impulsó la unidad de las naciones liberadas del coloniaje, como mecanismo que permitiera conformar un mundo más seguro y equilibrado.

Nuestra victoria costó un enorme sacrificio. El ejército libertador era la vanguardia de un país arrasado por la guerra continua, por el hambre y las enfermedades. Nuestra nación sufrió la muerte de 250 000 personas (un tercio de la población, más de la mitad de las personas adultas). Nuestra economía estaba destruida en la medida que conquistábamos nuestra independencia.

La incorporación de las más sentidas reivindicaciones populares en el conjunto de tareas que se proponía la independencia fue lo que motivó la conformación de la unidad política, militar, popular, masiva y voluntaria, que conquistó nuestra libertad, guiada por un espíritu unitario y de integración de la América hispana.

Hoy somos orgullosos herederos de Bolívar. Como ayer, somos un pueblo con una firme determinación permanente de independencia. Una independencia que ganamos con nuestra unidad como pueblo. Nuestra visión de ella se hermana con la soberanía y la unidad de todas las naciones del mundo.

Freddy Fernández

@filoyborde