Tinte polisémico | www.ciudadccs.info y guerra cognitiva

11/08/2023.- El 08 de agosto del año 2009 la Fundación para la Comunicación Popular CCS, adscrita a la Alcaldía del Municipio Libertador, asumió la tarea de editar un diario impreso bajo la firma de Ciudad Caracas. Se constituyó la fundación como ente descentralizado con el objeto de dar forma a un medio que comunicara verdad en todos los ámbitos del acontecer, con especial énfasis en la ciudad de Caracas.

Cumplió su décimo cuarto aniversario de existencia y apenas hace un año emprendió el reto de transformarse en un diario digital, lo cual también hoy es una realidad.

Fui un testigo de excepción al verificar cómo su presidenta y lideresa condujo y gerenció ese proceso de cambio y readaptación, el convertir un diario impreso, que transitó por ser semanario, y luego encaminarlo e inducirlo para que sufriera esa metamorfosis y se incorporara a la red informática mundial (World Wide Web: WWW), como: www.ciudadccs.info.

Pudimos todos y todas participar en ese laboratorio de adaptación organizacional. Referirnos a las reuniones de trabajo, abordaje de temas tecnológicos, sesiones de definiciones y análisis de procesos, de diseño, visitas y consultas a otros medios y expertos, las reflexiones individuales y colectivas, la investigación, los aportes de cada uno de los trabajadores y colaboradores, anécdotas, entre otros aspectos, sería sumamente extenso. Lo que cristalizó en dejar de ser un diario impreso para ser ahora un diario digital se sintetiza en un logro de gestión individual y colectivo.

Todo proyecto, en sus fases de desarrollo, evolución y concreciones, atiende a necesidades precisas, que podrían inclusive caracterizarse como circunstanciales y coyunturales en el corto plazo, pero una vez alcanzada su adolescencia, comienzan a surgir imperativos que apuntan a una visión al menos de mediano plazo. Por tanto, se justifica definir cuál debería ser el rol a desempeñar por un diario digital de la ciudad capital de la República Bolivariana de Venezuela en el contexto geopolítico y, en particular, en el ámbito comunicacional de nuestra actualidad.

Su presidenta no duda en apuntar que no se puede abandonar ninguna trinchera en una situación de guerra híbrida, multiforme, y como en toda guerra el propósito no cambia, la victoria es la imposición de la voluntad de un oponente sobre su adversario.

El tipo de beligerancia no convencional, con la cual nos enfrentamos hoy en día, se denomina "guerra cognitiva". El concepto tradicional de guerra es insuficiente para comprender los conflictos bélicos actuales y de los cuales nuestro país y nuestro pueblo sufre consuetudinariamente sus efectos.

La guerra de ahora considera que el campo de batalla es la mente. La geografía, sin dejar de tener relevancia, no es el único foco de la conflagración. Se contemplaban como dominios beligerantes cinco ámbitos: terrestre, aéreo, marítimo, espacial y ciberespacial; ahora se agrega el cognitivo. Los objetivos bélicos mutan a sembrar disonancia, instigar narrativas enfrentadas, polarizar opiniones y radicalizar los grupos. La guerra cognitiva incita a la gente a actuar de forma que fragmente una sociedad y evita que una nación se cohesione.

Esta monstruosa modalidad bélica se fundamenta en una teoría de la comunicación en que el análisis e interpretación de la realidad depende de las percepciones (puntos de vista) y de los marcos culturales para la determinación de los significados por parte de las personas. En consecuencia, el objetivo es manipular el entendimiento de los sujetos bajo ataque, sobre la fenomenología que acontece. Se opera no sobre lo que se piensa, sino sobre la forma en que se piensa, se influye en las actitudes y comportamientos, para hacer o dejar de hacer cosas. Se hace en tiempo de "paz", es decir, sin guerra convencional. Su táctica, la desinformación para aislar un país, romper su frente interno y el lograr convencimiento de sectores ciudadanos de lo que no es real por verdad. Se construyen ficciones. La información es el abastecimiento vital y el combustible de esta última modalidad de enfrentamiento.

Así, la guerra cognitiva persigue infiltrarse en la cabeza de la gente, sembrar estereotipos mentales, conseguir el control poblacional y convertir a cada individuo en un hacker, en un enemigo interno.

Por tanto, he aquí la relevancia y significación de un medio público digital: www.ciudadccs.info en la batalla cognitiva, en ser trinchera comunicacional, en formar parte de la arquitectura institucional que contribuye con el fortalecimiento de la conciencia y el soporte de la resiliencia por la defensa y contraofensiva frente a la OTAN y su pretendido dominio hegemónico global; por impedir la ocupación en lo psicocultural como dimensión de nuestra soberanía; por el derecho a la información y el rechazo al cerco y bloqueo mediático e informativo al que se somete actualmente a la República Bolivariana de Venezuela.

Un saludo fraterno y felicitaciones a todo el equipo laboral de la Fundación para la Comunicación Popular CCS por su décimo cuarto aniversario como institución y por su aporte comunicacional.

 

Héctor E. Aponte Díaz

tintepolisemicohead@gmail.com


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