Lo breve, si bueno,  
dos veces bueno... 

Baltasar Gracián

La naturaleza tiene su discurso. Cada cosa que vemos nos dice algo; transmite su mensaje bajo su propio código, ya sean personas, animales u objetos. Las acciones e interacciones que se desarrollan constantemente, a la par de su desenvolvimiento, son instrumentos de comunicación y poseen su lenguaje, expresiones que se plasman en imágenes que se transforman en diálogos.

Simplemente se requiere estar atento a esos mensajes silentes, a esas formas de un dialecto universal, al baile de los elementos, el canto de los vientos que seducen las nubes, cortejan las hojas de los árboles y se embelesan acariciando la fila de las montañas.

La interpretación poética de los elementos corre por cuenta de los creadores de las letras lúdicas. Extraen la sustancia y la esencia de eso que para muchos de nosotros pasa desapercibido, pero que tiene un significado de belleza en la sencillez de cortos versos:

Dobla el bambú
cuando lo acaricia el viento
su dura espalda

Wafi Salih tiene una mirada secreta para encontrar el néctar de las metáforas. Elabora con suma precisión lo que acontece en cada rincón de la existencia, algo que ella pretende eternizar:

Míralo bien
el sauce del patio
es un espejo

Desde espacios diminutos, esos que suelen pasar desapercibidos por tener un carácter común, Wafi nos muestra la vastedad del universo:

Vía Láctea
danza sobre el poema
una mariposa

Ella no deja que los instantes se le escapen, la poeta Salih es una captadora de momentos:

Quitó el polvo
           una huidiza lagartija  
en mi librero

Honor al fuego, obra publicada por el sello Zócalo Editores, es un poemario que hace gala de lo sucinto y que le tributa a la grandeza detrás de lo que parece efímero, etéreo; sus versos son llenos de fulgor, les caracteriza una superficie acendrada, llamarada de agrestes sensaciones:

Tanta belleza
solo un débil reflejo
atrapa el verso

Lección de Zen
sigo el rastro invisible
de un caracol

…

Muere el grillo
la orquesta del patio
desafina

¿Dónde ahora
la caja de resonancia
del grillo muerto?

El haikú muestra la importancia de lo pequeño ante el infinito. Cada partícula de nuestro mundo material es una entidad de energía estremecedora, donde el movimiento es la constante. Wafi Salih hace de la brevedad su reino. Desde la morada de su corazón emite en cada palabra una leyenda; en cada verso, la pasión por la vida. Es su paso por este plano, es su maravilloso legado:

Cuando yo muera
harán mis cansados huesos
honor al fuego

Ricardo Romero Romero @ItacaNaufrago|artedeleer@yahoo.com

Salih, W. (2018). Honor al fuego.(Colección Alegres Provincias). Zócalo Editores .

Wafi Salih (Valera, estado Trujillo, 1966).
De padres libaneses asentados en tierras trujillanas. Residenciada actualmente en Barquisimeto. Licenciada en Castellano y Literatura y magíster en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Los Andes, donde mantiene la Cátedra de Poesía Venezolana Contemporánea. Entre sus obras publicadas se encuentran: Los cantos de la noche (1990); Las horas del aire (1991); El Dios de las dunas (2005); Huésped del alba (2006); Cielos descalzos (2009); Pájaro de raíces (2002); Vigilia de huesos (2009); Las imágenes del ausente (2012); Consonantes de agua (2016); Discípula de Jung (2016). 

http://wafisalih.blogspot.com/

Descárgalo gratis: https://poesiavzla.files.wordpress.com/2020/10/honor-al-fuego.pdf