Letra invitada | El Roberto Hernández Montoya que yo conocí

24/08/2023.- A finales de 2008 fui invitado por mi amigo y exalumno Salvador Lugo a producir y conducir un programa de radio en YVKE Mundial, el cual se llamaba Se habla juventud, espacio perteneciente a la Jpsuv, que se trasmitía todos los sábados de 2 a 4 pm en sus inicios, y luego pasó a los días de semana, en específico los martes y miércoles en la mañana.

Posteriormente, fue al horario de martes y jueves de 7 a 8 pm. Para ese entonces, Salvador estaba en compromisos políticos y nos quedamos Frederick Morales y yo. Hacíamos entonces contactos radiales con diversas personalidades del ambiente político, musical y literario y teníamos espacios musicales.

Luego Frederick Morales se fue a cumplir compromisos personales y solo quedé yo, produciendo y conduciendo. Logré contactar al profesor Roberto Malaver, quien a su vez me dio el teléfono de Roberto Hernández. Nunca lo conocí en persona, pero al plantearle la temática del programa me brindó su apoyo. Lo llamaba continuamente y siempre me atendía. Tenía una agilidad para abordar cualquier tema y una capacidad para hacer reír a cualquiera con sus intervenciones.

Siempre claro en su posición política, sin ningún viraje ideológico, fueron más de veinte programas radiales en los que pude contar con su participación. Lo que no le gustaba de algo lo decía invariablemente, centrado en la verticalidad de la verdad.

Sus planteamientos eran sinceros, incapaz de caer en la mediocridad. Nunca repetía palabras: era un diccionario del cual los radioescuchas y yo nos nutríamos. Creía en una Venezuela posible, con un futuro prometedor, sin pensar en el mesianismo.

Hoy no está su presencia física, ni el programa tampoco. La mayoría de las personas lo recordará por su espacio del canal 8, los domingos a la 7 pm. Yo lo recordaré desde esa pequeña parcela comunicacional que es la radio.

La vida nos presenta personas como Roberto Hernández Montoya, que nos permitió hacerla más agradable y humana.

Como decía Facundo Cabral: "Cuando un amigo se va / queda un espacio vacío / que no lo puede llenar / la llegada de otro amigo".

Gracias por su ayuda, Roberto. ¡Hasta la victoria siempre!

 

Luis Roque Guédez


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