26/08/2023.- La materia de los derechos humanos de Estados Unidos (EE. UU.) ha sido interpretada conceptualmente como la propaganda que exalta su política exterior, dirigida por los sectores más reaccionarios del planeta. Las rancias posiciones de los representantes de EE. UU., que quieren convertir la materia de derechos humanos en un arma contra Rusia, entran a diario en contradicción en el actual conflicto bélico que ese Estado hostil sigue provocando en Ucrania.

EE. UU., país imperialista por excelencia, marcha como líder en violación de derechos humanos contra sus adversarios en el mundo, a tal punto que su población no escapa de la afectación de esos derechos, debido a las constantes violaciones producto de la brutalidad policial y las grandes contradicciones que se viven en el territorio estadounidense.

Después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los historiadores occidentales han tratado de minimizar, en vano, lo que sucedió en Japón y Vietnam, falseando con descaro la realidad. Han pretendido explicar que lo sucedido en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, donde murieron más 200 mil japoneses, producto de las explosiones de dos bombas atómicas, "era para salvar vidas". ¡Qué humanos fueron! En investigaciones posteriores se pudo comprobar que Japón estaba totalmente rendido antes del lanzamiento de las dos bombas atómicas. La guerra de Vietnam (1955-1975), intervenida por Washington desde 1965 hasta 1975, hace 58 años, produjo la muerte de entre 1 millón y 3 millones de vietnamitas con el lanzamiento de más de 7,5 millones de toneladas de bombas. A estas se sumaron 400 mil toneladas de napalm, 75 millones de litros de agente naranja y otros herbicidas. La muerte de uniformados norteamericanos superó los 58 mil en Vietnam, Laos y Camboya. Los efectos de esas guerras pesan todavía y seguirán pesando sobre el pueblo japonés y el pueblo vietnamita por los daños causados a la economía, a su cultura y al medio ambiente de ambos países.

Esto no solo es una gran violación de los derechos humanos a Japón y a Vietnam, sino a toda la humanidad. En la actualidad, estamos en presencia de actos inadmisibles de represión y muerte por razones del nazisionismo de Israel sobre los palestinos y del nazifascismo de Ucrania y del predominio de EE. UU., Reino Unido y la Unión Europea, con respaldo de la OTAN, contra las poblaciones civiles de Donetsk y Lugansk, en el Dombás. Así, no es posible que esos países puedan erigirse como abanderados de los derechos humanos. Es hora de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) les exija a los líderes de Occidente realizar un taller de derechos humanos a fin de que se humanicen.

La única alternativa para salvar el honor de los pueblos del mundo es el diálogo, solamente así se podrá garantizar la paz y la seguridad en el mundo. El Brics está dispuesto a cooperar en forma decidida y constructiva.

J. J. Álvarez