Historia viva | El Estado paralelo
30/08/2023.- La doctrina política y militar de Estados Unidos para los países de su periferia dominante es la de crear Estados paralelos con sus instituciones y aparatos paraestadales que intentan desmontar lo que se ha constituido mediante el voto de elección popular y universal como fórmulas democráticas para la elección de sus mandatarios.
La experiencia venezolana es demostrativa de todos los intentos fallidos aplicados en este país para violentar los derechos políticos de la soberanía popular en los últimos veinte años. Señalaré dos de ellos para que no olviden esta estrategia que está a la vista de todos, así algunos de estos personajes se vistan de disfraces electorales que, de nuevo, intentan engañar incautos.
El primero fue el financiamiento por parte de la Usaid de un proyecto para crear un sistema electoral paralelo, aquel liderado entonces por María Corina Machado con el rimbombante nombre de Súmate, una suerte de CNE alterno que pomposamente intentó engañar a la gente aduciendo que nuestro sistema electoral adolecía de fallas y era susceptible de fraudes.
El otro, más reciente, es la presidencia interina de Juan Guaidó, con todo el aparataje circense pirata de una puesta en escena de embajadas, fiscalía, asamblea de "fantasías animadas de ayer y hoy". Fue una de las comedias más trágicas que le han provocado a Venezuela extraordinarios desgastes y despilfarro de recursos robados a la República mediante la complicidad de los gobiernos de Estados Unidos.
Para el gobierno de los Estados Unidos, la principal amenaza es que en Venezuela haya elecciones libres, independientes y democráticas. Ya los partidos de la derecha no pueden escamotear los resultados con actas fraudulentas ni decir que hay trampas y chanchullos como antes de 1999.
Algunos laboratorios de guerra mediática no cesan de cargar los "fusiles noticiosos" de francotiradores colocados en los principales medios y agencias internacionales, que no dudan en disparar al proceso electoral venezolano y a la Revolución Bolivariana para contaminar la opinión pública mundial con detonaciones falaces. Así llevan más de veinte años tratando de engañar al mundo con mentiras y atajos amarillistas, sin fundamento ni razón.
Tal cual lo hicieron en 1819, como lo señala el profesor Manuel Carrero con el "'Manifiesto trilingüe dado en Caracas a 6 de Abril de 1819-Manifiesto de las Provincias de Venezuela á (sic) todas las Naciones civilizadas de Europa', suscrito por cincuenta y siete cabildos, probablemente escrito por la pluma ácida de José Domingo Díaz", según este autor. Esto se me parece a las alianzas fantasmas de la derecha latinoamericana.
Hicieron de todo para desprestigiar a los patriotas de entonces y hoy de nuevo los patriotas resisten esos ataques múltiples en mentiras, estratagemas y engaños electorales.
A todas estas trazas de descargas contra el sistema electoral no faltan los "tradicionales" y retóricos fuegos sobre "fraudes" propios del discurso político de las oposiciones, a veces no muy coincidentes en su divergencia fragmentaria. Ese archipiélago político que el mismo Consejo Nacional Electoral venezolano ha llamado para que participe, ofreciéndole garantías serias de veeduría internacional, múltiples facilidades, toda clase de garantías, hasta el colmo de soportar insolencias como las emitidas por altos representantes de la Unión Europea.
Si hace doscientos años la Colombia continental, integrada por pueblos ansiosos de independencia, libertad y soberanía, dio muestras de entereza democrática al consultar a sus votantes disponibles para elegir sus mandatarios en medio de una de las guerras más crueles y prolongadas de la historia de América, y hoy Venezuela, bajo los fuegos de una guerra múltiple, compleja, aguda y de un bloqueo financiero, ha resuelto entrar por la puerta grande en unas elecciones para seleccionar libre y democráticamente a sus autoridades, no podemos menos que exigir respeto a la dignidad de este pueblo que demostrará otra vez la fibra independiente con que está tejida su alma bolivariana y que Hugo Chávez reivindicó abriendo desde 1999 las compuertas para la participación general efectiva.
En medio de esta guerra hay que ser optimista ante el desafío de las próximas elecciones como la mejor arma para seguir construyendo patria. En los días que corren hay que blindar nuestro sistema electoral, puesto que ya conocemos la selectividad criminal con que actúan los enemigos internos y externos. Debemos seguir consolidando nuestro sistema democrático socialista donde todas y todos tienen oportunidad de participar, de medirse electoralmente en iguales oportunidades.
Hoy la República Bolivariana y su pueblo sigues firmes, resistiendo, a pesar de una guerra múltiple desde otro centro de poder hegemónico distinto al del siglo XIX, pero con similares intereses imperiales de dominación colonial, y uno de los blancos del tiroteo guerrerista es nuestro modelo de sistema de participación electoral.
Aldemaro Barrio Romero
venezuelared@gmal.com