09/09/2023.- La muerte de líderes políticos destapa una nueva interrogante de excesiva preocupación en la problemática de Ecuador.

La muerte del candidato a la presidencia de Ecuador, el periodista y diputado Fernando Villavicencio —asesinado a tiros por un presunto delincuente financiado por la élite terrorista de ese país—, fue un hecho que generó evidencias de que Ecuador está empantanado en una ola de violencia, atentados con explosivos, tiroteos, narcotráfico y motines carcelarios. Todo esto en medio de un proceso electoral cuya polarización inquieta a Estados Unidos (EE. UU.) por el riesgo que podría representar una elección inclinada hacia la izquierda.

Para citar uno de los candidatos, tenemos a Fernando Villavicencio, cuyo asesinato se perpetró el día miércoles 9 de agosto de 2023, en horas de la tarde, después de cumplir compromisos de campaña electoral con sus partidarios en Quito, en Ecuador. El suceso ocurrió cuando salía de las instalaciones del local donde proclamó parte de su programa político, en el que enfatizaba la estructuración de una cruzada contra la corrupción como única receta de salvación contra los males internos del Estado ecuatoriano. Al entrar en el vehículo que lo conduciría a su hogar fue abaleado en la cabeza con tres disparos, dejándole sin signos vitales poco después.

El sospechoso, de nacionalidad colombiana, que le disparó al candidato Villavicencio, lo hizo impulsado por un enfermizo afán de lucro, lo cual materializó a sabiendas de que al mismo tiempo ponía en peligro la vida de otra u otras personas. La idea de la ejecución se presume que fue premeditada, en cumplimiento de un servicio a la orden de un grupo o grupos políticos, con la idea de endosársela a otra organización política competidora. El sospechoso del crimen murió bajo custodia policial.

Todo parece indicar que en la lista de los señalados por corrupción por Fernando Villavicencio está el nombre del presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien tiene varias demandas ante la Corte Constitucional de Ecuador por este delito, entre otros hechos; situación que pudiera parcialmente responsabilizarlo del asesinato de Villavicencio, o por lo menos quedar indiciado o al menos estar en conocimiento de que se iba a perpetuar tal crimen. Como se sabe, Villavicencio también denunció por corrupto al expresidente de Ecuador Lenín Moreno.

Es necesario recordar que las muertes de los presidentes Juan José Torres, de Bolivia; Jaime Roldós, de Ecuador; general Omar Torrijos, de Panamá; Salvador Allende, de Chile; Maurice Bishop, de Granada, y Jovenel Moïse, presidente de Haití, fueron amañadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE. UU. No es de extrañar que el asesinato de Villavicencio también estuviera trazado por la CIA.

Lo que vaya a suceder en Ecuador en el futuro inmediato estará condicionado al giro que tomen los hechos internos, por la casualidad o sin esta.

J. J. Álvarez