Araña feminista | ¿"Ideología de género"?
O ¿ideólogos que reproducen la desigualdad?
11/09/2023.- El avance de los fundamentalismos religiosos tiene un impacto político en nuestros territorios, agendas "progres" y, por supuesto, en el reconocimiento de nuestros derechos humanos. Los fundamentalismos son conservadores, antiderechos, antifeministas y fascistas. Curas, sacerdotes, pastores, predicadores, políticos y jefes de ONG o asociaciones civiles -supuestamente neutrales- intentan imponer una visión única del mundo, androcéntrica y patriarcal basada en el miedo, el silencio, el tabú y la justificación divina. "Son problemas de pareja", cuando se refieren a la violencia (sistémica) contra las mujeres. "¡Es ideología de género!", califican a las demandas de feministas y de las comunidades LGBTIQ+. Estos son ejemplos cotidianos del discurso que utilizan para satanizar(nos) y minimizar violencias que son estructurales. Pero a ver, reflexionemos en torno a la "ideología", término que les encanta a nuestros pares marxólogos y marxistas. Según marxistas, la única ideología es la capitalista, un sistema basado en los valores de cambio, en la transacción que produce riqueza para algunos en detrimento de muchxs, el individualismo y las relaciones de explotación entre mujeres y hombres. Asimismo, la división sexual del trabajo es base ideológica del sistema capitalista. Mientras, los feminismos son movimientos emancipatorios que denuncian las opresiones y se resisten a esta ideología imperante, proponiendo un sistema social y económico igualitario, equitativo y justo entre mujeres, hombres, diversidades sexuales y la naturaleza en general.
Por tanto, la ideología de género no existe. La repetición de esta idea se remonta a los años noventa en EE. UU. cuando un político del partido republicano nos llamó “feminazis”, como reacción a la defensa de los derechos reproductivos en ese país. Actualmente, los conservadores enarbolan una campaña global en contra de los DD. HH. de la comunidad LGBTQ+, la despenalización del aborto y en contra de la Educación Sexual Integral (ESI). La ESI significa brindar conocimientos a las personas y NNA para la toma de decisiones responsables sobre sus propios cuerpos y sus vidas, fomentando a su vez convivencias equitativas basadas en el respeto y la dignidad. La ESI es un derecho humano que promueve la prevención de las violencias sexuales. Pero, entonces, ¿por qué los fundamentalismos están en contra? Porque estos verdaderos ideólogos perpetúan, a través del terror y la impunidad, una sociedad marcada por las desigualdades, los roles de género y el desconocimiento. En bachillerato, lo poco que conocí de la ESI fue cuando me hablaron de las infecciones de transmisión sexual como si fuesen un “castigo” judeocristiano para quien tuviera relaciones sexuales en la adolescencia. Nunca me enseñaron sobre violencias o consentimiento.
Los feminismos hoy tienen el gran desafío simbólico de construir espacios comunicacionales y comunitarios enfocados en la Educación Sexual Integral, donde empaticemos con la mujer trabajadora que predica todos los días en el metro y con la joven que está conectada todos los días en TikTok.Necesitamos conversar que la fe simplemente no debe limitar nuestros derechos, como nos han enseñado las resistencias de las Católicas por el Derecho a Decidir y la Teología de la Liberación. Ayer México despenalizó el aborto, avanzamos un poquito y entonces los intereses neoliberales y patriarcales tambalean. Sin embargo, nos atacan y se atrincheran en su poder. Parece que nos toca estar a la defensiva y a la ofensiva, compañeras.
Laura Cano