Arte de leer | Museo de la Novela de la Eterna de Macedonio Fernández
La metafísica del ardor y vehemencia por lo vivido
12/09/2023.- De acuerdo al testimonio de Jorge Luis Borges, en una entrevista concedida a César Fernández Moreno, refiriéndose al escritor argentino Macedonio Fernández, expresó que:
… vivía modestamente… Cada vez que se mudaba, dejaba olvidada en un cajón del escritorio una cantidad enorme de manuscritos… le decía que era una lástima que se perdiera todo eso; entonces Macedonio, con toda sinceridad, me dijo: "Pero che, ¿vos creés que a mí se me ocurren tantas cosas? ¿Vos creés que yo soy tan rico como para perder algo? A mí siempre se me están ocurriendo las mismas cosas. No puedo perder nada".
Tomando en cuenta que bajo la premisa de preservar lo que se considera un patrimonio, pudiera interpretarse que para Macedonio Fernández la memoria era su riqueza. Un valor que además se transfería a otros, porque así como Borges, quien confesó en su admiración por el oriundo rioplatense que "por aquellos años lo imité hasta la transcripción, hasta el apasionado y devoto plagio", otros escritores como Julio Cortázar y Ricardo Piglia han reconocido la influencia de Fernández en sus respectivas obras.
Y es que Museo de la Novela de la Eterna, desde su concepción y estructura disruptiva, obra publicada por la Fundación Biblioteca Ayacucho, se nos presenta como una reinvención narrativa, donde más importante que lo escrito es lo que se piensa. Algunos críticos han considerado que los textos del libro antes mencionado es un conjunto de piezas desordenadas. Otros opinan que es una antinovela y que es una colección de páginas inclasificables desde la perspectiva de los géneros clásicos.
Más allá de cualquier visión académica o especializada, lo que se percibe en Macedonio es la pasión por decir lo que acontece en su mente. Una especie de meditación activa, metafísica del ardor, de mostrar la vehemencia por lo vivido y lo que se está por vivir. Incluso, en sus prolongados momentos ejercitando el relato, ocurría la iluminación poética del verso:
Amor se fue; mientras duró
de todo hizo placer.
Cuando se fue
nada dejó que no doliera.
A lo largo de todo lo publicado por el autor al que nos referimos, hay filosofía y ensayos. Una búsqueda perpetua por adentrarse en los universos telúricos del alma. Gratificante terapia polígrafa, como un "palo de lluvia" en una noche de insomnio.
La vida de Macedonio fue una novela, no solo por lo que escribió y legó para la posteridad. Macedonio es en sí mismo un orbe, un cosmos, donde la escritura es esencia perdurable y el sentir es una vibración perpetua.
Ricardo Romero Romero
@ItacaNaufrago
artedeleer@yahoo.com
Macedonio Fernández (Buenos Aires, 1874-1952)
Escritor, poeta, cronista, filósofo y abogado. Su obra es referencia en la literatura fantástica y lo real maravilloso. Varios autores como Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ricardo Piglia, entre otros, han expresado que la obra de Fernández ejerció significativa influencia en ellos. Entre sus libros publicados resaltan: No toda es vigilia la de los ojos abiertos (1928), Papeles de recién venido (1929), Una novela que comienza (1940), Museo de la Novela de la Eterna (1967), Cuadernos de todo y nada.
Fernández, M. (1982). Museo de la Novela de la Eterna. Narrativa. Colección Clásica. Caracas: Biblioteca Ayacucho, 667 pp.