13/09/2023.- Este 11 de septiembre una vez más coinciden dos fechas luctuosas como son el medio siglo del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende y los veintidós años de la caída de las Torres Gemelas, que eran el signo del capitalismo yanqui triunfante después de la desaparición de la Unión Soviética.

En cualquier parte del mundo se pueden recordar los dos hechos, salvo en Estados Unidos, al ser su gobierno de entonces el propiciador y financista del golpe militar contra Allende. Prefieren ver hacia otro lado e incluso destacar la caída de las Torres Gemelas… que, si a ver vamos, significa el primer gran acto bélico contra el territorio continental de EE. UU.

Nada nuevo. En Estados Unidos, y por las mismas razones, el Día del Trabajador no es el 1.° de mayo.

Cuando derrocaron a Allende estaba en la clase de Estructuras Avanzadas, dictada por ese gran ciudadano poco reconocido que fue Celso Fortoul.

Recuerdo que alguien entró al aula y le dijo algo en secreto al profe, quien de inmediato soltó unas lágrimas y suspendió la clase diciendo: "Muchachos, los gorilas chilenos han derrocado al presidente Allende y, en estas condiciones, me retiro".

Antes nos recomendó que asistiéramos a darle solidaridad al embajador de Allende en la Embajada de la avenida Casanova. Allí se fue casi todo el salón de futuros ingenieros.

De regreso, el grupo había crecido, pues de toda la UCV salieron estudiantes y profesores a manifestar contra Pinochet. También recuerdo cómo el extremismo que no razona ni respeta hizo presencia en la plaza Venezuela, cuando los dos hermanos Petkoff se liaron a golpes.

Uno insistía —Teodoro, quien estaba formando el MAS— en que la mayoría había acordado ir a debatir las acciones en el Aula Magna, mientras que el otro quería ir a formar barullo frente al Congreso Nacional.

La mayoría nos fuimos al Aula Magna y el pequeño grupito extremista quién sabe si inspiró al presidente Trump a emularlos allá en EE. UU., por ingresar a la fuerza al Congreso.

La caída de las Torres Gemelas, desde luego, fue un hecho donde murieron inocentes, cuya sangre no vio justicia porque el gobierno de los Estados Unidos aprovechó para dictar leyes similares a las de Hitler y Mussolini contra disidentes y similares.

De ese hecho se valió el gobierno del segundo Bush para comenzar guerras contra Afganistán, invadir Siria, apoyando mercenarios que abundan en el Medio Oriente, y otros hechos.

Veintidós años después, Estados Unidos no solo no ha ganado esas guerras, causado muchas víctimas, sino que ha perdido miles de toneladas de armas, ahora en manos de extremistas islámicos a los que Bush supuestamente acabaría.

En esas guerras, desde luego, no todos perdieron: por ejemplo, los vendedores y fabricantes de armas llevan estos años haciendo su agosto… todo el año.

En cambio, en Chile, a la larga, me parece que gana el Presidente mártir, porque ni los "momios" se atreven a rendir homenaje a Pinochet, como sí lo ha hecho, a los militares argentinos —unos criminales—, el ciudadano Milei; pero, en Chile, hasta el presidente Boric añadió el 11 de septiembre a las fechas luctuosas de aquel país.

¡Al fin y al cabo, el mundo no está tan mal! Incluso en Caracas, desde hace mucho tiempo, hay estatuas y avenidas con el nombre y figura de Salvador Allende. Sin dudas, un valiente.

Domingo Alberto Rangel