19/09/2023.- Marcos Rafael cayó muerto de un balazo en el costado y la policía aseguró que se le había enfrentado. La cosa parece no haber sido del todo así. La Fiscalía ordenó investigar el caso.

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Si Marcos Rafael era culpable o inocente, si era un asesino, o un secuestrador, o un violador, no viene al caso ahora, no interesa. Sea como fuese, no debieron haberlo matado, porque en ninguna de nuestras leyes se establece que los agentes de los cuerpos de seguridad del Estado tengan licencia para decidir quién vive y quién no.

Y no es que esté ya determinado que los agentes policiales le dieron muerte. Eso lo habrá de establecer la investigación respectiva que ya está en manos de la Fiscalía Décima del Ministerio Público.

Lo cierto es que hay dos versiones: la policial, que asegura que Marcos Rafael era un antisocial y que ellos se encontraban realizando un operativo de seguridad en la zona, en la búsqueda de sujetos que se dedicaban a la venta de drogas y que mantenían en zozobra a la comunidad. En ese contexto, Marcos Rafael intentó escapar hacia una zona boscosa. Armado con un revólver, los enfrentó a tiros al verse acorralado. Sin embargo, llevó la peor parte tras resultar herido y fallecer posteriormente por ese motivo.

La otra versión, manejada por familiares y algunos vecinos —y sustentada en un video—, da cuenta de que Marcos Rafael (sin negar que fuera un antisocial), cuando se vio acorralado, decidió entregarse. Pese a ello, los policías decidieron aplicar la justicia por su propia mano y lo asesinaron.

El hecho ocurrió, a plena luz del día, en el cerro Colorado, sector Las Cadenas de la parroquia Naiguatá, estado La Guaira.

De la muerte de Marcos Rafael es acusado un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), adscrito a la Dirección de Inteligencia Estratégica (DIE), cuyo nombre no fue revelado.

La determinación de la verdad verdadera no parece nada difícil para los investigadores, si es que de verdad se quiere llegar al fondo del asunto. Todo dependerá de los interrogatorios que se efectúen, por separado, a todos los funcionarios actuantes, así como a los vecinos del sector que puedan haber visto u oído algo. Pero lo más importante son las pruebas de activación de trazas de disparos (ATD) que podrán informar sobre si la víctima actuó con su arma o no, el análisis de la perforación o las perforaciones que haya sufrido y la planimetría que podrá determinar la distancia desde la que dispararon los agentes policiales, así como el ángulo.

Tras ser herido de bala en el lado derecho de la cadera, los oficiales aseguran que intentaron trasladarlo hasta un centro asistencial, pero que terminaron retirándose del sitio debido a que los familiares y algunos vecinos comenzaron a agredirlos.

Cuando los agentes policiales se marcharon, los propios vecinos y familiares trasladaron a Marcos Rafael al Ambulatorio de Naiguatá, pero ingresó sin signos vitales.

La tía Felipa recordó que en Venezuela (a Dios, gracias) no está contemplada la pena de muerte para nadie, ni que se trate del peor criminal. Todo el mundo tiene derecho a ser sometido a un juicio donde se demuestre su culpabilidad o inocencia. En el marco de ese proceso judicial, está el derecho a la defensa, de manera que nadie cuenta con patente de corso para tomarse la ley por sus manos.

Wilmer Poleo Zerpa