Palabra rota | Besos brujos: no todas las pasiones matan

20/09/2023.- La última telenovela mundial, de acceso gratuito y obligatorio, tiene como personajes protagónicos a Luis Rubiales, el director de la selección femenina de fútbol en España, y a Jennifer Hermoso, la jugadora de esa selección, a quien Rubiales le estampó en la boca uno de los besos más fecundos de los que se tenga noticias a lo largo de toda la historia de la humanidad.

Rodolfo Sciammarella, el autor de Besos brujos, no conoció a ninguno de los dos, pero está uno tentado a creer que, en un increíble salto en el tiempo, los tenía a ambos en mente cuando escribió su famosa canción.

Aquí va un trocito de la letra:

¡Déjame, no quiero que me beses!

Por tu culpa estoy sufriendo

la tortura de mis penas...

¡Déjame, no quiero que me toques!

Me lastiman esas manos,

me lastiman y me queman.

Lo particular del asunto, por no decir lo gracioso, es que ambos protagonistas de esta telenovela podrían dedicarse mutuamente esas líneas, y tendrían suficientes motivos para hacerlo. Al fin y al cabo, los dos parecieran estar al borde de sufrir serias consecuencias por el tal besito.

En el caso de Jennifer Hermoso, las consecuencias vendrían por el cuestionamiento que se le ha hecho: "que si aceptó el beso, que si lo celebró en el autobús, que si está respondiendo a la presión de un desaforado movimiento feminista y fascistoide...".

En el caso de Rubiales, no sería solo por quedar como un pendejo, que lo es, sino por perder un trabajo del cual se dice que le reporta cuarenta mil euros mensuales; además de pasar a la historia como el muérgano que le enseñó a la infanta Sofía que los hombres tenemos algo que agarrarnos entre las piernas.

Pero qué va, no hay tal victimización. Lo más lejos que podría llegar el asunto es a la firma de un contrato para la publicación de sendos libros en los que contarían sus sufrimientos a causa del infausto beso. Contrato que incluiría, claro está, los honorarios del fantasmita que se los escribiría.

No hay que darle muchas vueltas: las verdaderas víctimas de ese beso somos todos los que, después del culebrón de Shakira y Piqué, no encontramos modo de escapar de esta nueva vuelta de tuerca de la inacabable comedia mundial, destinada a hacernos, cada día, un poquito más idiotas.

Cósimo Mandrillo 

 

 


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