Comentarios noticiables | EE. UU. a la cabeza de Occidente

Alteración de la paz mundial, un hecho confirmado

23/09/2023.- La política exterior de Estados Unidos (EE. UU.) con el relato del comunismo y el terrorismo ha sido el arma de opresión más eficaz a nivel mundial. Historietas y ficciones formuladas por sus élites, durante muchos años, han pretendido explicar por qué EE. UU. no puede ser reemplazado. Según dichas élites, este país es la única potencia que puede superar los problemas económicos y políticos del mundo, para generar paz y prosperidad a los habitantes de nuestro planeta, con la esperanza de ser compensado.

¿Cómo es posible que EE. UU. hable de paz y prosperidad? Por sí mismo, es un país que niega los derechos humanos (DD. HH.) y a la vez resulta el más afectado por grandes contradicciones. Lo más novedoso de su política exterior y la de sus aliados occidentales es la aplicación de medidas coercitivas contra la Federación de Rusia en tiempos en que se desarrolla el conflicto militar con Ucrania. Esto se ha traducido en más de once mil sanciones contra la gran potencia euroasiática, que han dado beneficios insignificantes a EE. UU.

La operación militar del ejército ruso, iniciada el 24 de febrero de 2022, obedeció al llamado de auxilio de las autoridades de los gobiernos de las repúblicas independientes de Donetsk y Lugansk. Su población civil sufría constantes ataques de las fuerzas armadas ucranianas que bombardeaban zonas residenciales en las regiones del Dombás, durante más de ocho años, después del golpe de Estado contra el entonces presidente constitucional de Ucrania Víktor Yanukóvich.

Después del gran fracaso en Afganistán, EE. UU. volcó todas sus pretensiones bélico-financieras contra Rusia, teniendo como enclave a Ucrania. La idea de EE. UU. y sus aliados es mantener una fuerza capaz de intentar el aplastamiento de la Federación de Rusia: esa fuerza es el nazifascismo. Con esa idea ignoraron las inmensas posibilidades del ejército ruso de defenderse de la contraofensiva ucraniana que ha resultado ser un aparatoso fracaso.

El hecho de haber emprendido EE. UU. y sus aliados europeos una guerra contra Rusia en las condiciones del siglo XXI, sin medir las fortalezas de la potencia euroasiática, no les ha resultado beneficioso en materia de derechos humanos. La complicidad de estos países en actos inhumanos en la región del Dombás infringe las reglas del derecho internacional y las disposiciones del Convenio de Ginebra, en lo que respecta a crímenes de guerra, por parte del régimen de Kiev; a saber, cualquiera de las infracciones siguientes: ataque intencional a la población civil; ataques con drones contra objetos civiles que no son objetivos militares; ataques bacteriológicos y químicos contra el medio ambiente; ataques con drones a edificios residenciales, hospitales, escuelas; matar a personas sin medios para defenderse; empleo de armas de doble racimo, etc.

A quien mire con imparcialidad los hechos citados no le costará trabajo darse cuenta de que Occidente, bajo el liderazgo de EE. UU., ha estado engañando al mundo con el mito del comunismo y el terrorismo no por motivos de defensa, sino por no perder su hegemonía. Los pueblos del mundo se dan cuenta de quiénes son los que alteran de verdad la paz.

 

J. J. Álvarez


Noticias Relacionadas