Hablemos de eso | Presos políticos

24/09/2023.- Apenas de regreso de la exitosa gira presidencial por China, Argelia y Cuba —en este último país, el presidente Maduro asistió a la cumbre del Grupo de los 77 más China—, la Voz de América —órgano de propaganda del gobierno de los Estados Unidos— lanzaba el titular: "5700 presos políticos en Venezuela durante los últimos 9 años". El titular lo repetía El Nacional y algunos otros órganos de propaganda antigubernamental, editados en Venezuela. Uno diría que es normal, cumplen su trabajo de descrédito contra el gobierno bolivariano y no soltarán la ofensiva al menos hasta 2024. Vale.

Pero la curiosidad nos lleva a averiguar un poco. La fuente apropiada es en este caso alguna de las falsas organizaciones de derechos humanos financiadas por los Estados Unidos. La primera que nos ofrece una lista actualizada de lo que denominan "presos políticos" es el Observatorio Nacional de Derechos Humanos1. Encontramos una lista de 313 personas, presumimos que actualizada a la fecha, es decir, que habría habido 5387 liberaciones de "presos políticos" en los últimos nueve años, si hacemos caso del titular de la Voz de América.

El Observatorio nos presenta, junto a la lista de nombres, los casos en que estuvieron involucrados. La primera sorpresa es que dentro de los reseñados aparecen 3 detenidos (y condenados) como autores materiales del asesinato de Danilo Anderson, el fiscal de la dignidad. Anderson investigaba el caso de 400 personas involucradas en el golpe de Estado del 11 de abril de 2002 cuando una bomba en su camioneta le quitó la vida. Fue el 18 de noviembre de 2004. Obviamente, un proceso penal en que los autores intelectuales no fueron identificados.

Otros casos mencionados son, por ejemplo, los de 83 detenidos por la operación Gedeón, incursión militar dirigida por la organización paramilitar Silvercorp, contratada por Juan Guaidó, según fue suficientemente demostrado. Uno más: la "operación Libertad", movilización militar e intento de golpe de Estado, ocurrida el 30 de abril de 2019, por la que aparecen listados 23 detenidos; golpe en que altos funcionarios de Estados Unidos confesaron de forma pública su participación. Otro: la "operación Aurora", por la que hay 10 personas detenidas, acción militar contra puestos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la Gran Sabana. Otro más: el atentado contra el Presidente, el tren ejecutivo, el alto mando militar y otras personas presentes en la tarima de la avenida Bolívar, el 4 de agosto de 2018, reconocido y reportado hasta por CNN. Y otro más: la "operación Constitución", por la que aparecen en la lista 9 detenidos, intento de acción militar frustrada contra las elecciones de mayo del 2018.

Obviamente, no se trata de "delitos de opinión" ni de "persecución a la disidencia", como intenta presentarse ante la opinión pública. La lista se convierte en un recuento del conjunto de acciones criminales contra el pueblo venezolano, que acompañan al bloqueo, la guerra económica, la guerra mediática, la ofensiva diplomática y el largo etcétera que conforma eso que denominan "guerra híbrida". En ninguno de los casos se trata de "presos políticos", sino de personas detenidas por actos delictivos. Ninguna organización política, legal o ilegal, reivindica esos hechos como propios. En muchos casos, los patrocinadores solo negaron todo, como si no existiera, como una acción justificada, pero que habría que olvidar. Muchos se presentan hoy como "oposición democrática".

No negamos que en algunos casos existan injusticias y abusos; de hecho, hay varios funcionarios policiales y militares procesados y detenidos por esos abusos. Pero las mentiras que acompañaron los casos más notorios, como la supuesta "muerte" de Leopoldo López o las torturas y malos tratos que habría sufrido durante su detención (de la cual salió vivo, fuerte y hasta gordito), han demostrado que todos son falsos hasta las medias. El juego macabro con los derechos humanos pareciera estar diseñado no solo como acusación creada para satanizar al gobierno bolivariano, sino también para banalizar las verdaderas violaciones y encubrir a sus autores.

 

Humberto González Silva

 

Referencia:

1Observatorio Nacional de Derechos Humanos. Sitio web. https://www.observatorionacionalddhh.com/


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