Punto y seguimos | Debates políticos: la fábrica de memes

La política continental: reír para no llorar

03/10/2023.- Uno no sabe si reír o llorar, aunque en América Latina solemos optar por la primera opción. Es por ello que, en estos tiempos donde la política ha perdido altura en todo el continente, hasta el punto de que las elecciones presidenciales en varios países solo destacan por la presencia de personajes nefastos que parecen extraídos de sátiras vulgares, el regreso de muertos vivientes, demagogia estilo adeco 3.0 y "representantes" de izquierda más bien ambidiestros y de dudosa procedencia, archivos impublicables y temperatura tibia; la opción de la gente ha sido la burla y/o la apatía.

El fin de semana se llevaron a cabo dos debates televisados de candidatos presidenciales, uno en Ecuador y otro en Argentina. Ambos casos estuvieron marcados por la falta de contenido preciso y claro de parte de los contendientes, aparentemente incapaces de defender con tino y carisma sus respectivas propuestas políticas, mismas que —a juzgar por los últimos debates vistos— no parecen ser el centro de atención en este tipo de eventos. La población asiste a ellos esperando ver "tiraderas" o ataques políticos y personales, en una suerte de resignación ante la mediocridad del discurso político real.

Y como el hombre es un animal de costumbres, que se adapta a lo que le cae, pareciera que muy atrás quedaron los tiempos en que se buscaban reseñas y análisis para saber los resultados de estos encuentros; porque para eso ahora están los memes. Precisos, rápidos, empacaditos y con el humor como bandera frente al desastre que significa la verdad: los candidatos dan pena y los ciudadanos, obligados a elegir el mal menor, los consumen con risa vacía, porque en el fondo lo que hay es una gran tristeza por lo que pudimos ser y no fuimos y, peor aún, porque la esperanza ya no es mirar y caminar hacia el horizonte, sino sobrevivir al día, anestesiados con redes sociales y riéndonos de la desgracia de tener que volver a democracias representativas, donde las opciones de representación nos reducen a memes la vida política y las decisiones colectivas trascendentales.

 

Mariel Carrillo García


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