Libros libres | Vigencia de las vanguardias literarias

06/10/2023.- En la primera década del siglo XX, en Europa aún pervivían, en el arte y la literatura, vestigios de los modos de expresión artística del siglo XIX, tales como el esteticismo de fin de siglo, el llamado art nouveau y los estilos neorromántico y neoclásico que influenciaron buena parte de la literatura posterior. Tenemos el caso de un Oscar Wilde, cuyo esteticismo y posición artística compendian en sí mismos lo que luego en literatura pudieran considerarse posiciones de avanzada: desenfado, rebeldía, individualismo y actitud de rechazo frente a las asfixias y pleitesías al Estado o la sociedad. Wilde moriría en 1900, pobre y humillado por la pacatería y el poder burgueses, pero su legado permanecería en el resto del siglo XX. Después, cuando se inicia la Primera Guerra Mundial, ello determinaría el futuro de la literatura y las artes con el nacimiento de las vanguardias.

El término viene tomado de la guerra ("lo que va adelante") y es aplicado por Guillermo Apollinaire por primera vez en literatura para indicar también algo que marcha adelante en materia artística, intelectual o literaria. Apollinaire fue herido en el frente de guerra y su figura fue un hito para designar las distintas derivaciones que tomarían las vanguardias posteriores: dadaísmo, surrealismo, cubismo, futurismo, estridentismo o creacionismo. Este último, acuñado por el chileno Vicente Huidobro, inaugura la vanguardia hispanoamericana. Huidobro residió en París y conoció a surrealistas y cubistas como Aragon, Breton, Eluard, Picasso, Picabia, Arp y muchos más, y ello le sirvió para tejer sus manifiestos y teorías, que tendrían repercusión en todo el arte posterior.

También hay una vanguardia italiana encabezada por Marinetti con el futurismo; y una vanguardia anglosajona representada por James Joyce en Dublín. Asimismo, hay una vanguardia rusa encabezada por Vladímir Mayakovski, Borís Pasternak y Sergei Eisenstein, entre otros, que concibieron obras de alto calibre.

Casi todas las vanguardias crearon sus partes teóricas y políticas para salirles al paso a las viejas concepciones burguesas del arte con obras muy singulares. Estas vanguardias influyen en América. En el norte, los ecos más notorios son los de la llamada generación beatnik estadounidense (Ferlinghetti, Corso, Ginsberg, Kerouac), que luego influirían en el arte, la poesía, la pintura y la música pop. En América del Sur, las influencias más evidentes son además de Huidobro en Chile, Braulio Arenas, Humberto Díaz Casanueva y Gonzalo Rojas. En Perú, César Vallejo, E. A. Westphalen y César Moro. En la Argentina, el grupo liderado por Aldo Pellegrini, uno de los grandes estudiosos del surrealismo mundial. En Colombia, el movimiento nadaísta (Gonzalo Arango, Jotamario Arbeláez, X-504, Eduardo Escobar) y en Venezuela, el Techo de la Ballena: Juan Calzadilla, Carlos Contramaestre, Francisco Pérez Perdomo, Salvador Garmendia y Juan Sánchez Peláez, quienes tuvieron una decisiva influencia en generaciones posteriores.

 

Gabriel Jiménez Emán


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