Arte de leer | Macunaíma. Un héroe sin carácter de Mario de Andrade

Las aventuras del "gran malo" en una rapsodia en prosa

10/10/2023.- La lengua portuguesa se ha visto engalanada con grandes obras y son muchos los exponentes de los diversos géneros, entre los que destacan los escritores brasileños, que sin duda alguna han contribuido a la riqueza de la literatura nuestroamericana.

Desde la poesía podemos citar autores como Carlos Drummond de Andrade, Manuel Bandeira, Olavo Bilac, Cecília Meireles, Antonio Miranda, Conceição Evaristo, João Cabral de Melo Neto, Lêdo Ivo, Floriano Martins, por mencionar solo algunos.

En el caso de la narrativa (aunque casi todos ellos también son poetas), podemos evocar títulos como Gran sertón: veredas de João Guimarães Rosa, Quincas Borba de Joaquim Maria Machado de Assis, Gabriela, clavo y canela de Jorge Amado, Cerca del corazón salvaje de Clarice Lispector y la no menos significativa Macunaíma de Mario Andrade.

En 1979, la editorial venezolana Fundación Biblioteca Ayacucho publicó Obra escogida de Mario de Andrade, entre las cuales se encuentra la novela antes mencionada, con un exhaustivo estudio orientador para usos académicos.

Posteriormente, la Fundación Editorial El perro y la rana presentó en 2010 una reedición de Macunaíma, usando la misma traducción de su hermana mayor, pero con menos notas a pie de página, con el fin de hacer más dinámica su lectura y con una magnífica nota de edición de Coral Pérez Gómez para deleite de los amantes de las buenas letras.

Macunaíma se traduce como el "gran malo" por el significado de su término en la lengua originaria de los indígenas del Amazonas, en especial los de la región venezolana, y designado por el autor de la obra como "el héroe sin ningún carácter" o "nada sistematizado en psicología individual o étnica".

Vale decir, entonces, que es un semidiós sin arquetipo, extraño y bizarro. Este es un personaje tomado de las leyendas registradas por el etnólogo y explorador alemán Theodor Koch-Grünberg, en los cuadernos denominados Del Roraima al Orinoco, donde recoge sus travesías y experiencias con los pueblos pemones, taulipangue y arecuná a principios del siglo XX.

Parte de estas expediciones fueron llevadas al cine a través de la película El abrazo de la serpiente, del realizador colombiano Ciro Guerra, donde se retrata la búsqueda de la yakruna, planta sagrada similar al yagé, usada en rituales por los aborígenes.

Volviendo al héroe sin igual, desde pequeño va desarrollando una historia y conducta nada convencional, como lo mostraremos en un fragmento del inicio del libro que a continuación reproducimos:

En las puras honduras de la Selva-Espesa, nace Macunaíma, el héroe de los nuestros. Es de azul de tan negro e hijo del miedo de la noche. Hubo un momento en que el silencio era tan intenso escuchando el cuchicheo del río Uraricorea que la india tapañumas dio a luz a una criatura fea. Y ese crío fue lo que llamarían después Macunaíma.

Ya en la niñez hizo cosas que requeteasustaban. En primera se pasó seis años sin decir ni pío. Si lo sonsacaban a hablar, exclamaba:

—¡Ay, qué flojera!...

Y sanseacabó. Se la pasaba papando moscas en un rincón del arranchando de chozas, trepando en un tepanco de palma de palapa, mirujeando el trabajo de los demás…

La diversión suya era desceparle la cabeza a las hormigas tambochas. Vivía echadote, pero si olía a dinero, Macunaíma andaba a tatas pa ganarse un mango. Y también se avivaba cuando la familia iba a bañarse al río, todos desnudos y juntos. Sus baños eran solo zambullidas y las mujeres bullían con gritos cascabeleros por culpa de las jaibas dizque allegadas a las aguas dulces de por allá.

En el mocambo, si alguna cuneta se le acercaba a hacerle fiestecitas, Macunaíma pasaba la mano por las gracias de ella y la cuñataí se mandaba la parte. A los machos les esputaba la cara. Pero a los viejos les tenía respeto, y frecuentaba con aplicación la muruá, la poracé, el toré, el bacororó, la ciucog, todas esas danzas religiosas de la tribu.

Cuando se trataba de dormir se trepaba en el chinchorro pequeñito, olvidándose siempre de orinar. Como la hamaca de la madre estaba debajo de la cuna, el héroe meaba caliente sobre la vieja, espantando rebién a los mosquitos. Entonces se adormecía soñando garabatos, inmoralidades estrambóticas y daba de patadas al aire.

En pláticas de mujeres, a pleno rayo del día, el bululú era siempre por las travesuras del héroe. Las mujeres reían muy halagadas, diciendo que "espina que pincha de pequeña ya trae punta" y en una brujencia de payé Rey Nagó hizo un discurso y avisó que el héroe era inteligente.

Nada parecido a Ulises, Aquiles o Hércules, ¿verdad?

Hacer una sinopsis y análisis de este libro puede conducirnos a una situación extensa y un alto ejercicio de complejidad. Son variadas las temáticas abordadas en esta rapsodia en prosa, como ha sido calificada por los críticos, entre las cuales puede mencionarse el paso a la modernidad del gigante sudamericano, el endorracismo, la identidad brasileña y latinoamericana, la leyendística, la tradición oral y la musicología.

El escritor Luiz Carlos Neves, en una conferencia sobre Macunaíma, detalló que ciertos investigadores señalaron al personaje-símbolo como lo mejor y peor del Brasil. Incluso, en nuestra contemporaneidad, al héroe lo siguen cantando en los carnavales de Río de Janeiro al ritmo de las comparsas.

Este clásico de la narrativa americana transcendió, incluso, al séptimo arte. Y es otro brasileño, pero esta vez cineasta, quien nos legó una joya que se mueve, ya que en 1969 las salas de cines estrenaron Macunaíma de Joaquim Pedro de Andrade.

Las aventuras del "gran malo" y de sus hermanos Yigué y Maanape, retratadas en una otredad a la de la novela que se remonta a 1928, hacen de la película una adaptación e interpretación libre de la obra literaria, pero que conserva la esencia y sustancia de lo plasmado por Mario de Andrade.

Ese viaje, que parte desde la Selva-Espesa para luego encontrarse con las "luces" de la ciudad, singularizan la obra escrita y también la cinematográfica, donde el hilo conductor se enfoca en la búsqueda del amuleto, representando un destino desconocido, un querer conocer y reconocerse a sí mismo:

Ayunaron el tiempo que el precepto mandaba y Macunaíma se pasó el ayuno lamentándose heroicamente. La barriga de la muerta se fue hinche e hinche y terminadas las lluvias estaba convertida en un terso cerro. Entonces Macunaíma le dio la mano a Iriquí, Iriquí le dio la mano a Maanape, Maanape le dio la mano a Yigué y los cuatro partieron por este mundo.

Mario de Andrade, como musicólogo y etnólogo, nos deslumbra con un relato fantástico, lleno de melodía y ritmo jocoso, estructurado con maestría metafórica, logrando una poética de altura y haciendo de esta épica la verdadera aventura de leer.

Macunaíma son los brasileños, son los venezolanos, los latinoamericanos, los pueblos del sur global... Macunaíma somos nosotros.

 

Ricardo Romero Romero

@ItacaNaufrago

artedeleer@yahoo.com

Mario de Andrade (São Paulo, 1893-1945)

Musicólogo, docente, etnólogo, poeta, narrador, crítico de arte y periodista. Uno de los intelectuales más respetados de su tiempo, no solo en su país natal. Es considerado propulsor del modernismo en Latinoamérica. También se dedicó a promover el arte y diversas expresiones culturales. Entre sus obras más destacadas están: Hay una gota de sangre en cada poema (1917); Paulicéia desvariada (1922); Losango Cáqui (1926); Clã do Jabuti (1927); Amar, verbo intransitivo (1927) y Macunaíma (1928).

 

Andrade, M. (2010). Macunaíma. Un héroe sin carácter. Caracas: Fundación Editorial El perro y la rana.

Cualquier lector que desee la versión digital de la edición recomendada, así como la Obra escogida de Mario de Andrade en el mismo formato, este servidor se las puede hacer llegar a través del correo: artedeleer@yahoo.com.


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