Micromentarios | La canción Venezuela

17/10/2023.- Todos hemos oído y hasta cantado la canción Venezuela, compuesta por los músicos españoles Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros Sánchez.

En los últimos tiempos se ha interpretado muchas más veces que el Himno Nacional y el "Alma llanera", por lo que los niños y jóvenes venezolanos la tienen más presente que las otras dos piezas.

Esta canción, desde el título, parece referirse a nuestro país, pero no es así. Al inicio de su tercera estrofa, dice: "Soy desierto, selva, nieve y volcán".

La única zona desértica de Venezuela son los Médanos de Coro y no es tan grande como para considerarla un verdadero desierto. Tenemos nieve en Mérida, pero tampoco es suficiente como para estimarla representativa de nuestra nación. Por último, carecemos de volcanes. No hay uno solo en nuestro país. Así que ese no es un rasgo geográfico nuestro.

En resumen: la descripción que se hace de Venezuela en dicha canción no se adecúa a la realidad.

Dos estrofas más adelante señala: "Con tu paisaje y mis sueños me iré por esos mundos de Dios". Esta frase refleja más el corazón de quienes han abandonado el país, con o sin razón, que de quienes nos quedamos en él.

Cabe preguntarnos: ¿por qué ha calado tan hondo que es aplaudida tanto por afectos al gobierno como por los opositores a este? No se puede negar, la melodía es bella, pero esa no es razón suficiente para el gran cariño que ha suscitado.

En verdad, creo que se debe a su presentación a través de los medios públicos y privados de comunicación masiva, y las redes sociales, como un nuevo elemento del gentilicio venezolano. El colmo es que, según he visto varias veces, en los comentarios de dichas publicaciones, muchas personas la han propuesto como nuestro tercer himno e incluso como el primero.

En principio, se trató de una obra comercial, compuesta para "el Puma" José Luis Rodríguez, cuando este se hallaba en su mejor momento como cantante internacional. La productora discográfica esperaba obtener ventas millonarias dentro y fuera de nuestras fronteras. Pero eso no se cumplió.

Luego y, al parecer, sin que sus autores y productores se lo hubiesen planteado, quienes manejan los medios masivos de comunicación apelaron a ella para suscitar un nacionalismo superficial, que se opusiera al nacionalismo con sentido de pertenencia y participación sugerido por el fallecido presidente Hugo Chávez.

Su aprobación casi unánime —que incluye al chavismo—, se debe a que se ha expuesto y presentado para ir directo a la región cerebral que rige los sentimientos, el llamado cerebro reptiliano, buscando enaltecer una Venezuela que no existe y no a la Venezuela que somos.

Como producto que es, genera adhesión a través del gusto y no por la asunción de una identidad. Aunque la apoye y la cante la mayor parte de la población venezolana, quienes más la sienten suya son aquellos que han abandonado el territorio nacional, porque se les ha hecho creer que esa es la Venezuela que han perdido.

Y no fue que la perdieron, ¡es que nunca la tuvieron!

 

Armando José Sequera 


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