Fisio en acción | La sordera también percibe sonidos del deporte

Las personas con discapacidad auditiva no tienen ningún impedimento físico

En el deporte de alta competencia, el principal rival de las personas con sordera o discapacidad auditiva son ellos mismos, ya que –para ellos– los límites no son físicos. Las personas sordas acceden al deporte en las mismas condiciones que los oyentes, esforzándose al máximo, manejando la presión, defendiendo con ética el valor del deporte y derribando cualquier barrera.

Las personas con discapacidad auditiva no tienen ningún impedimento físico en la práctica deportiva y cuando el sentido del oído es importante, suelen sacar provecho de otras habilidades, pero no es una mentira que la sordera es un problema bastante común a escala mundial y más en el mundo deportivo. En casos leves, esta deficiencia auditiva se soluciona con audífonos y amplificadores sencillos, pero hay otros casos en los que se necesitan dispositivos mucho más sofisticados y costosos. En ocasiones, puede estar contraindicada la práctica deportiva con ellos puestos.

Los audífonos mantienen activos todos estos estímulos y mejorarán al máximo la calidad de vida de las personas que practiquen o no deportes. Ahora, si nos vamos al área deportiva con los audífonos modernos, actuales y de diseño, cualquier persona puede practicar todo tipo de deporte sin contraindicaciones y sin necesidad de utilizar una ayuda extra o de practicar el deporte adaptado.

Según el Comité Olímpico Internacional (COI), se cuenta actualmente con diferentes modalidades deportivas en las que pueden participar personas sordas, como el atletismo, el ajedrez, el balonmano, el billar, el baloncesto, el fútbol, el voleibol, el tenis, el ping-pong, entre otras. También cada cuatro años se celebran los Juegos Mundiales para Sordos.

Por otra parte, los profesionales deportivos, como entrenadores, médicos, preparadores físicos, entre otros, deben conocer la discapacidad a fin de poder otorgar las herramientas necesarias para integrar a sus alumnos a través del deporte y ayudarles a desarrollar sus diferentes destrezas a nivel auditivo.

En conclusión, las personas con deficiencia auditiva o sordera pueden hacer deporte, pero es importante que el equipo multidisciplinario que los maneje tenga en cuenta el poder entenderlos para así aprovecharles al máximo sus potencialidades. De esa forma, se mantiene la inclusión y el derecho al deporte en todas sus facetas. 

 

Ydalmis Bravo

 


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