Mirada política | Desde nuestra percepción

¡Es hora de darle un parao al dólar paralelo!

 

Sin ánimos de sonar contrarrevolucionario o antipatriota, la política económica del Gobierno bolivariano –en lo relacionado a la protección del salario de las y los trabajadores del país, de esa gente que se levanta bien temprano para acudir a sus sitios de trabajo, y que como dicen en los poblados humildes de nuestra patria: “se parte el lomo para llevar el pan diario a su casa”– ha sido equivocada; porque si bien es cierto que Venezuela ha sido sometida a un ataque despiadado por las principales potencias mundiales, en especial Estados Unidos, para socavar una economía dependiente del petróleo e importadora por naturaleza, más cierto es que esta Tierra de Gracia ha registrado una leve recuperación económica que debería traducirse en mejores condiciones de vida, si bien no de ipso facto, por lo menos a través de un proceso que permita percibir que el poder adquisitivo de quienes poblamos este territorio va en franca mejoría y con miras a asemejarse a la capacidad de compra que tuvimos en Venezuela entre 2004 y 2014.

Sin embargo, no ha sido así, y por eso la aseveración tan temeraria de la poca efectividad de la política gubernamental para proteger el ingreso mensual de la clase obrera y trabajadora. Hemos tenido oportunidad de hablar con algunos especialistas en economía y todos han coincidido en la necesidad de indexar toda la economía a nuestra criptomoneda, el petro. Según me han explicado, esa sería una manera de proteger la capacidad de compra de nuestro pueblo y sus ingresos, porque cuando a ese sector de la derecha venezolana, que le gusta manipular con el tan cacareado dólar paralelo, se le ocurra hacerlo para que los precios de los productos se vean incrementados, al mismo tiempo, se verán aumentados los salarios.

Pero pareciera que el Gobierno bolivariano tiene miedo a la indexación del salario y la economía. Mientras hay factores que juegan a la desestabilización del país, subiendo el valor de la moneda estadounidense en nuestro país, los precios se disparan, entonces el poder adquisitivo se ve mermado, tal como ha ocurrido en las últimas cuatro semanas, cuando el dólar no oficial subió de 5 Bs a casi 8 Bs en ese período y generó tal conmoción en la población que los precios de muchos productos, en algunos casos, se duplicaron; y en otros, casi se triplicaron, tan así que una harina de maíz que costaba entre 8 y 9 Bs, a principios de agosto, subió hasta los 16 y 18 Bs, con esta arremetida del dólar paralelo que es usado como marcador por la mayoría de los comerciantes.

Entonces, consideramos que es hora de que el Gobierno bolivariano aplique políticas que protejan el ingreso de la clase trabajadora, porque para nosotros no se puede hablar de recuperación de la economía de un país si los pobladores de ese territorio tienen un poder adquisitivo cuyo valor está por debajo de los indicadores recomendados por organismos multilaterales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) o por economistas y expertos en política económica. ¡Es hora de darle un parao al dólar paralelo! ¡Y el Ejecutivo Nacional tiene los medios para hacerlo!

Juan Carlos Pérez Durán

 


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