Sin lugar a dudas, 2021 y 2022 han sido dos años donde los eventos geopolíticos han impactado el mercado energético y donde la reconfiguración internacional está incidiendo en la seguridad energética de los países. 

La garantía del suministro de energía de manera estable y sostenible, a través del abastecimiento exterior, ya no es una certeza, y la inseguridad e incertidumbre reinan en el mercado petrolero.

Jason Bordoff y Meghan L. O’Sullivan publicaron, en el portal Foreign Affairs, el artículo “La nueva geopolítica de la energía”, de junio de 2022, en el cual destaca el rol de las energías limpias en la geopolítica. También señalan que:

• La transición reconfigurará muchos de los elementos de la política internacional que han dado forma al sistema internacional desde, al menos, la Segunda Guerra Mundial, lo que repercutirá de manera significativa en las fuentes de poder nacional, el proceso de globalización, las relaciones entre las grandes potencias y la convergencia económica de los países desarrollados y en vías de desarrollo.

• La transición energética no necesariamente supondrá una mejora en la situación geopolítica internacional, pero sí supondrá una transformación sustancial, compleja, que podrá derivar en nuevas formas de confrontación entre la nueva geopolítica de las energías limpias y la vieja geopolítica del petróleo y el gas.

La confrontación se ha hecho presente. La descarbonización impulsó la desinversión en la industria fósil, en la adopción de contratos a largo plazo de suministro de gas y en la exploración de nuevos yacimientos. El impulso de estas medidas incidió en la fragmentación de los mercados, de la mano del viraje en la correlación de fuerza internacional en este nuevo sistema multipolar.

La tensión generada en el sistema por el rol de ascenso y descenso de las potencias ha gestado nuevos desafíos para la geopolítica, tales como el conflicto ucraniano, que ha reimpulsado a las sanciones como mecanismos de coerción, ha promovido nuevas estructuras como la Iniciativa del Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, ha intentado limitar y controlar el precio del petróleo ruso a través del G7 y la Unión Europa; por ende, han reposicionado a la geopolítica y seguridad energética como elementos fundamentales en la política exterior de las naciones.

En consecuencia, la visita del secretario general de la OPEP a Venezuela reviste de gran importancia, en marco de la regulación de los niveles de producción e impacto en los precios del petróleo. Los países petroleros, las naciones con grandes reservas de hidrocarburos, representan un desafío, un reto y una amenaza para los países que desean mantener la preeminencia y control del sistema internacional.

El mundo se encuentra inmerso en una gran disputa, y la crisis energética es solo un reflejo. La OPEP es un organismo estratégico que reivindica a los países emergentes y los reposiciona en el mercado; y Venezuela juega y jugará con mayor fuerza un rol importante en el mercado petrolero.

Orelys Castillo