Punto y seguimos | Argentina, por un chance más

El oficialista Sergio Massa sorprende pasando de primero al balotaje

24/10/2023.- Había temor y no era infundado. En las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) de la Argentina, celebradas en agosto, el ultraderechista Javier Milei "sorprendió" con el primer lugar en las preferencias de los votantes para la elección presidencial, obteniendo casi dos millones de votos más que el candidato del peronismo y actual fuerza en el poder, Sergio Massa. Sin embargo, este último logró remontar y subirse de primero al balotaje definitivo por la primera magistratura del país sureño, que se celebrará el próximo mes de noviembre.

El discurso de Milei, radicalmente antiderechos, negacionista de la última dictadura (1976-1981) y del terrorismo de Estado, prodolarización, a favor de las potencias extranjeras, defensor de la privatización y de la reducción del Estado, si bien generó emoción en un sector despolitizado y molesto de la sociedad argentina, también causó miedo en millones de personas que vieron con horror la posibilidad de ser gobernados por su propio Trump-Bolsonaro. El perfil errático y desaforado de Milei, eminentemente violento, resulta atractivo para quienes, hastiados, piensan que la solución a los problemas del país es la llegada de un gobierno que haga "caída y mesa limpia" de todo lo previo: peronismo, radicalismo, kirchnerismo, macrismo y "póngale usted el nombre". El fulano "cambio", que no es más que un voto castigo, pero llevado a los extremos.

El pase de Sergio Massa al balotaje, junto a Milei, representa un respiro para quienes tienen conciencia de que la extrema derecha no solo no es una solución a nada, sino un descalabro absoluto y un retroceso en derechos para los pueblos. Aun así, el peligro sigue latente, habida cuenta de que el tercer y cuarto lugar, obtenidos por Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio, del macrismo) y Juan Schiaretti (peronismo no kirchnerista) no parecen aportar muchos votos a la opción de Massa. Los días por venir serán cruciales para la difícil definición entre un Massa que, para los mínimos estándares de la izquierda, sería un "mal menor" y un Milei que, motosierra en mano, no oculta sus intenciones de, bueno, "serrar".

Esta primera etapa de la elección argentina, aun salvando diferencias, deja una lección importante para cualquier gobierno establecido y acostumbrado a ganar elecciones: el pueblo llano, sufridor principal de los ataques externos y de las debacles propias, se cansa. Si bien las realidades, niveles de resistencia y opciones son distintas, lo cierto es que el cansancio afecta igual. Pasa mella y es caldo de cultivo para el castigo. Que no se les olvide a quienes se encargan de hacer esos cálculos, ahora que por aquí ya respiramos aires preelectorales.

 

Mariel Carrillo García


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