Parroquia adentro | El pasaje Linares

En el mes de agosto de 1891, se inaugura, con dos pisos, el edificio más alto de Caracas

1/11/2023.- En años recientes hemos visto a innumerables caraqueños tomarse fotos en una calle del centro de la ciudad, cerca de la plaza San Jacinto, entre las esquinas de Doctor Paúl a El Chorro, apodada "la Calle de los Paraguas" debido a que en años recientes fueron instaladas ahí decenas coloridas de estos objetos, como parte de un proyecto internacional, de origen portugués, llamado Umbrella sky project, mismo que está instalado en grandes capitales del mundo y que en el caso venezolano fue gestionado por la Alcaldía de Caracas.

Sin embargo, pocos saben que esa calle fue una de las más importantes del comercio y la arquitectura afrancesada de la Caracas de finales del siglo XIX, cuyo nombre es el pasaje Linares.

Es mandatorio aclarar que el concepto de "pasaje", en urbanismo, está definido como: "Una calle, generalmente estrecha y peatonal, que pasa por debajo o entre varios edificios y enlaza dos o más calles entre sí. Esta puede tener viviendas y casas en su largura". En efecto, ese pasaje, de arquitectura meramente europea, conectaba al desaparecido mercado de San Jacinto con la calle Este 4, hoy avenida Universidad.

Caracas tuvo terremotos devastadores. La ingeniería no había evolucionado lo suficiente para evitar que con cada sismo los saldos materiales y humanos fuesen bastante altos, por lo que los constructores optaban siempre por desarrollar viviendas de una sola planta; hasta que se emitió la primera autorización del Concejo Municipal y, en el mes de agosto de 1891, se inauguró, con dos pisos, el edificio más alto de la capital.

El promotor de estas edificaciones se llamaba Juan Esteban Linares, originario de La Guaira, quien generó grandes sumas de dinero con las panaderías municipales de la época. Tuvo dentro de sus emprendimientos la edificación del primer hospital de niños de Caracas, hoy hospital Carlos J. Bello, perteneciente a la Cruz Roja Venezolana, ubicado en las inmediaciones de la avenida Andrés Bello.

El pasaje Linares contó con la mayor cantidad de negocios de productos de calidad, como lo fueron cestas, cuatros, maracas, alpargatas, cotizas, sillas corianas, hamacas margariteñas, piedras de tinajero, bernegales, pimpinas y tinajones. Mucho se habló en la época de las prestigiosas tiendas El Casquillo de Oro, La Vela de Oro, El Cirio de Oro, El Cinco de Oro, etc. Dicho lugar también fue espacio de bares y restaurantes como el bar Nube Azul, El Detal Español y el restaurante El Faro, este último visitado por los bohemios e intelectuales de la época.

El tiempo transcurrió y este sector se convirtió en lo que muchos recordamos por la década de los setenta y ochenta como el lugar preferido por las familias caraqueñas para adquirir piñatas y cuanto producto para fiestas infantiles y de carnaval estaba de moda; alegría que además regresó al revivir la experiencia de visitar de nuevo estos animados locales, pero esta vez ya pasaditos de años y en compañía de nuestros hijos.

Gabriel Torrealba Sanoja

parroquiadentro@gmail.com


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