Palabras... | A propósito de Palestina

Cuba en Cuito Cuanavale, Angola

2/11/2023.- A Putin, Kim Jong-un y Xi Jinping les agradecemos mucho defender una idea multipolar expresada en los Brics+, pero no es justo que nos dejen solos en Palestina, a mansalva del enemigo imperial.

Por menos de los exabruptos genocidas que está ejecutando Israel en Palestina, se metió Cuba en Angola. Todo sucedió a raíz de un pedido de auxilio del gobierno legítimo de Angola, precedido por el poeta António Agostinho Neto, y luego por el presidente José Eduardo dos Santos, ante la invasión arrolladora que ejecutaba Sudáfrica, desde Namibia.

Allí trasladó Cuba, en una ruta de vuelo de 11.555,41 km (12 horas y 30 minutos), el armamento que usarían los más de 300 mil combatientes internacionalistas revolucionarios. Todo durante aquella guerra fría, que enmarcaba el contexto, desde 1975 hasta diciembre de 1988, cuando se firmaba cierta paz y comenzaban a tejerse los lazos de una amistad histórica que los haría cercanos en aquella lejanía.

Haciendo uso de los principios revolucionarios, y debilitando a riesgo la defensa de la isla frente al imperio norteamericano, ubicado apenas a 425,56 kilómetros —aproximadamente unas 325 millas marinas (menos de la distancia de La Habana a Santiago de Cuba)—, acudió a ese llamado hermano. Diría Fidel Castro después: "Si el imperio norteamericano hubiese sabido que habíamos movido lo mejor de nuestro ejército revolucionario para defender un pueblo acosado por el apartheid, nos hubieran invadido sin nosotros ofrecer mucha resistencia".

La victoria más grande de África, luego de la Segunda Guerra Mundial, se protagonizó en la población de Cuito Cuanavale, en el margen de estos dos ríos. En momentos del pedido de apoyo de Angola a Cuba, Sudáfrica avanzaba diezmando su ejército. En esos márgenes, en noviembre de 1987, entraron 55 mil cubanos a reforzar a los combatientes angoleños, quienes, guiados al final por las estrategias de Fidel Castro, quien dirigía la guerra desde la isla de Cuba, hicieron retroceder a Sudáfrica.

Prácticamente, liberaron en Cuito Cuanavale a Namibia, Zimbabue, Angola y Sudáfrica, en marzo de 1988. Como consecuencia de esta derrota, se dieron las condiciones objetivas y subjetivas dentro de Sudáfrica para hacer caer la atrocidad del apartheid.

En palabras del Comandante Fidel Castro en julio de ese mismo año de 1988: "Tanta lealtad, tanta voluntad solo es posible cuando se cuenta con un pueblo como el nuestro".

Cuenta el teniente Víctor García Ferrer que, en plena batalla, un proyectil cayó en el centro de la compañía, matando a un combatiente e hiriendo a siete. Entre los heridos estaba Wladimir Cruz Naranjo, quien perdió un brazo, una pierna y un testículo. A pesar de estar tan mal, cuando llegó su jefe, le dijo: "Teniente coronel, lo mandé a buscar para decirle que todavía me queda el brazo derecho para seguir combatiendo". El teniente coronel tuvo que darle la espalda porque no podía aguantar las lágrimas, pero Wladimir lo consoló diciéndole: "No se ponga así, que aquí hay hombre para rato". Es apenas una de las tantas pruebas de la fortaleza de la juventud revolucionaria cubana, en medio de estos acontecimientos históricos. Más de 2 mil 700 cubanos murieron en esa gesta de solidaridad con un pueblo bocado del apartheid. El amor revolucionario estuvo ahí, aunque muchos de estos soldados no tuvieron tiempo para el amor de adolescencia, a no ser esta batalla por la liberación de pueblos oprimidos.

Por mucho más que eso, Palestina clama auxilio, pero el mundo del poder antiimperialista sigue en reuniones, mientras van más de 20 días de bombardeos a mansalva contra el pueblo civil de Gaza, ejecutando así el más cruel genocidio en la cara del llamado "mundo civilizado", con la cifra, al 31 de octubre, de 8.525 palestinos muertos. Así lo informó el Ministerio de Salud de Gaza en conferencia. Las víctimas incluyen 3.542 niños y 2.187 mujeres, mientras que otras 21.543 personas han sido heridas y unas 2.000 siguen atrapadas bajo los escombros, incluidos 1.100 niños. Todo este horror transcurre desde el día 7 de octubre 2023, cuando comenzaron los bombardeos sobre la población.

Estados Unidos y gran parte de Europa siguen apoyando desde hace 75 años el colonialismo económico y geopolítico que hay detrás de este insólito y reiterado genocidio, sin referentes en la historia. Además, justificado públicamente por los teóricos israelíes de las creencias religiosas, con base en las profecías de la Torá, texto que contiene la ley y el patrimonio de la identidad del pueblo judío, que se corresponde con los cinco libros que forman el Pentateuco en el Antiguo Testamento.

Según la tradición hebrea, los cinco libros del Pentateuco fueron escritos por Moisés, quien recibió la revelación directamente de Dios en el monte Sinaí. Se define como la instrucción dada por Dios para su pueblo. Allí, según los analistas religiosos de estas profecías del judaísmo, está escrito el genocidio, el mandato de exterminio del pueblo palestino, y el asentamiento por colonos israelíes en esas tierras.

Es de hacer notar que investigaciones hechas en el mismo Israel comprueban que mayoritariamente los que profesan el judaísmo no son descendientes originarios de Judea, sino captados religiosamente por dichas creencias en variados continentes.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU), brazo derecho de las decisiones del imperio norteamericano, retomando el mandato del poder británico plantea en 1947 crear Palestina e Israel en tierras palestinas, supuestamente para pacificar las partes ante la tensión bélica encendida en la zona.

El 14 de mayo de 1948, el sionista David Ben-Gurión proclamó de manera unilateral la independencia de Israel en ese territorio, cuando en la ONU decidieron partir a Palestina en dos Estados, habiendo existido ya una población palestina que vivía en esa región desde hacía siglos.

El sionismo escogió esa geografía del Oriente Medio por la poderosa historia religiosa que la definía, a pesar de que los sionistas que apoyaban asentarse allí se declaraban ateos o no creyentes. Además, previamente estimando desconocer el acuerdo de los dos Estados, como luego sucedió.

En 1948 se da inicio a la colonización armada. Allí los sionistas se hicieron de más del 70% del territorio palestino y desalojaron por la fuerza, y sin sus bienes, a casi las tres cuartas parte de un millón de personas que habían vivido en esos predios durante toda la vida. El territorio restante lo convirtieron en un campo de concentración, con base en la experiencia ya padecida en carne propia por el pueblo judío, pero muy pronto olvidada.

Para 1960, el protectorado de Estados Unidos acogió en su seno a Israel, como policía de sus intereses geopolíticos en esa zona del mundo, apertrechándolo militarmente hasta convertirlo en supremacía bélica, en el contexto del Medio Oriente, papel que ha jugado a la perfección.

 

El silencio del poder tiene precio

Pero había otra razón: los enormes yacimientos de gas en Gaza, que pasan por Siria (controlado un tercio de su territorio por el imperio norteamericano) y también por el Líbano, a lo que el sionismo necesita echarle mano para hacerse cargo del negocio del gas en Europa, a raíz del no abastecimiento de Rusia por las sanciones imperiales.

Es por esta razón que la alemana Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció en junio de 2010 un pacto con Israel para exportar gas desde Israel a Europa, vía Egipto. Fue la primera visita a Jerusalén desde que asumió el cargo. A la vez, abogó por la solución del conflicto palestino-israelí sin hacer mención crítica de la ocupación de Israel de los territorios palestinos, pasando a ser esto una situación secundaria, no tocada más en su estadía en la nación. La presidenta de la CE también se reunió con los altos funcionarios de la energía, entre ellos Karine Elharrar y el primer ministro de Israel, Naftali Bennett. Las autoridades israelíes ofrecieron asegurar mil millones de metros cúbicos de gas al continente europeo, extraídos de las aguas del mar Mediterráneo, a según. Y es allí, al norte de Gaza, territorio palestino ubicado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo, donde también se suponen los grandes yacimientos de gas y es el lugar sobre el cual se ejecuta esta tragedia.

En fin, tal vez no sea coincidencia que en junio del 2023 Israel dio paso a la explotación de Gaza Marine, un yacimiento de gas en "alta mar", muy cercano a Gaza. El genocidio ejecutado por Israel desde el 7 de octubre de este año 2023 al parecer amplía grandemente la posibilidad de explotación del gas en la costa de Gaza, sin amenaza a la seguridad de las plataformas gasíferas en el contexto de las costas regionales del mar Mediterráneo.

Palestina, existente desde tiempos inmemoriales, fue declarada como Estado por la ONU el 15 de diciembre del año 1988, cuando el acuerdo fue suscrito en 1947. Sin embargo, Israel sí se conformó como Estado en 1948. Presionados, sobre todo, por ver si era posible adelantar un equilibrio en la zona, y seguramente a cambio por la fuerza de más del 70% del territorio palestino ya usurpado por Israel. Cuarenta años después que Israel se conformara como Estado, surgió la resolución 43/177 que daba el derecho a Palestina a autodeterminarse como pueblo, resolución en letra muerta, que no votaron Israel ni Estados Unidos, ni otros de sus lacayuelos, y que hasta el día de hoy nunca han respetado. Tal cual como han usado el mismo viejo truco, en el caso de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), otro de los países que junto a Palestina son los más sufridos y burlados históricamente por el coloniaje militar, que lleva a cabo el rey de Marruecos, con el apoyo de Estados Unidos, Francia, y de manera solapada ahora España, bajo el estoicismo de la ONU.

En defensa propia, una piedra al colonizador desata el continuado genocidio y esta afrenta deliberada actual al mundo, cuya respuesta ha sido callar, a no ser por el volumen de la voz de los movimientos sociales de los pueblos. De forma oportunista, Israel ha aprovechado, dada las condiciones objetivas, para hacer posible el oscuro sueño de la trasferencia de población israelí a Palestina, tipo Marruecos a la República Árabe Saharaui Democrática.

Muestra de un botón de la ONU, cuando quiso ser autónoma alguna vez.

La resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 10 de noviembre de 1975, declaró el sionismo como una ideología racista, igualándola con el apartheid sudafricano en particular, y llamó a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial.

Pero siempre hay un pero. Década y media luego, los sionistas, bajo el padrinazgo de los Estados Unidos, compraron, como siempre, a una sarta de países, logrando anular la resolución el 16 de diciembre de 1991, a pocos días de la Noche Buena del cristianismo.

Son 75 años de humillación, cerco, despojo, presos, asesinatos, impunidad y desalojo de la población, condenados a refugiarse en otros territorios comprensivos, y todavía quieren que les pidan la "bendi-sión".

Para qué comprar entonces tenedores, si aún están bajo los escombros junto a los cuerpos. Todavía queda suficiente tierra palestina para servir el pan nuestro de cada bomba. No da hambre con los ojos secos de agua. Aquí tal vez morirán todos, pero agarrados de la tierra como si fuera la camisa del enemigo. A quién llamar si no hay hilos para coser la herida, ni luz para ver a los amigos y los niños.

Solo la resistencia como idea común, o la muerte, mirando tantas cosas imaginadas en el horizonte, sin rendirse. Más bien, activos, observando aún la máquina amarillenta levantando firmes las paredes de la casa pintada de humo, como si fueran firmes combatientes, que hay que levantar del campo de batalla. A quién llamar, si pareciera que no hay nadie del otro lado de la ausencia, y ya no hay nadie en casa, ni casa, solo Palestina aún en el imaginario, en los sueños todavía.

"A los héroes se les recuerda sin llanto", cantaba la compañera cubana Sara González, en especial por aquellos que no abandonan la lucha. Mis respetos al comandante Fidel y al pueblo de Cuba, en nombre de la calle 39, en consenso, donde vivimos, por aquella extraordinaria lección de solidaridad humana al mundo. Y que incluso pocos conocen esa verdad, pero escrita está para siempre en un monumento en África con los nombres de todos los caídos. Y en la humildad de los hechos heroicos del pueblo cubano que, modestamente, tiene apartado en un lugarcito de la historia su coraje.

 

Carlos Angulo


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