Estoy almado | Periodismo en la era digital

04/11/2023.- ¿Cuál será el plan de las escuelas de Periodismo en el país para formar a los periodistas en el ámbito de la comunicación digital? Me lo pregunto porque es evidente que el ejercicio de esta profesión cambió con el uso de las redes sociales y medios de mensajería instantánea, como Telegram o WhatsApp. A la fecha, cualquier cosa puede ser considerada periodismo, incluso llegando a ser marketing de contenido.

En una columna anterior, titulada "Todavía hay tiempo", mencioné el tema en cuestión: en el terreno de las redes sociales, periodistas y medios están confundiendo —muchas veces sin darse cuenta— el marketing de contenidos con el ejercicio del periodismo.

De hecho, en las nuevas generaciones de profesionales es más fácil procesar y divulgar contenidos virales, que intentar hacer una crónica o un reportaje de un problema de la vida real cotidiana, fuera de la hiperconectividad que nos consume.

Por eso, cuando le preguntas a un joven comunicador en redes si se siente periodista, probablemente te diga que sí. En su defensa, alega que "crea contenidos" y te lo prueba enseñándote el tubazo del día: un hilo informativo sobre las últimas tendencias de Twitter o acerca de un hecho intrascendente para la vida social de la población, pero que es divertido, polémico y, por tanto, viral. Se trata de la supremacía del contenido con la carga social que eso implica.

Félix Gutiérrez, un periodista de amplia experiencia y laureado con premios regionales y nacionales, propone que se podrían poner en práctica los géneros periodísticos en las redes.

Dice el colega que implementemos un reportaje en Twitter, o una crónica en Facebook, como en efecto ya se puede evidenciar en algunas cuentas fuera del país.

¿Qué elementos determinan, sin embargo, la evidencia de un reportaje en un reel de Instagram, por ejemplo? ¿Se seguiría llamando reportaje o "reel-portaje"? ¿Cómo adaptar cualquier género periodístico sin que quede opacado por el formato digital, y derive en un contenido común de redes? ¿Cómo se hace periodismo en redes, sin terminar haciendo marketing de contenido en el proceso? ¿Dónde está la frontera entre ambos?

En la vieja Europa, algunos medios y periodistas lo están intentando. Procesan y divulgan trabajos periodísticos en las redes sociales, sin permitirse cruzar la raya del marketing de contenido.

El resultado aún no es definitivo, ni tampoco ejemplar, pero es un ensayo. El diario Público en España, El Faro en Centroamérica o La Silla Vacía en Colombia experimentan en las redes, tratando de preservar el periodismo.

También ocurre algo muy interesante: creadores de contenidos en las redes que, sin saberlo, hacen periodismo sin ser periodistas, y hasta mejor que nosotros los periodistas. Es todo un objeto de estudio y da hasta para una tesis de grado.

El otro problema, al parecer, es lo poco entretenido de trasladar los géneros periodísticos a las redes. Al público no le gusta la sobriedad y formalismo de una noticia en Facebook; prefieren enterarse del hecho acudiendo al influencer del momento en YouTube, aunque este no le garantice información veraz y contextualizada para entender los problemas del mundo.

En ese caso, el periodismo está perdiendo terreno. Esto pasa tal vez porque la veracidad periodística tiene un ropaje antiguo de seriedad, que muchos no se lo quieren quitar en las redes porque temen que el mensaje pierda credibilidad. Son dilemas que hay que debatir en el marco de cómo se hace periodismo en esta era de consumo digital.

Por otro lado, hay que señalar iniciativas que revelan la forma en que, con creatividad e inventiva, el periodismo se puede adaptar a las redes. Lo digo después de ver la forma en que un medio estadounidense intenta abrirse camino en una audiencia tan compleja como lo es Reddit, por ejemplo.

Es formidable cómo instituciones mundiales, a las que no les interesa mostrarse en las redes como cuentas bochincheras, intentan tener presencia en TikTok, sin dejar de ser entretenidas y formales, al mismo tiempo. Me refiero en particular a la ONU.

De momento, no hay nada tallado en una piedra sobre cómo hacer periodismo en redes sin que, a la larga, sea marketing de contenidos.

Como lo dije en una conversa digital: aún hay mucha tela que cortar. Solo me queda invitar a todos los interesados a cortar esa tela hasta obtener algo más claro a mediano o a largo plazo.

Por ahora, corresponde hacer más experimentos para que la información con responsabilidad y ética llegue a más personas en las redes y medios electrónicos, sin que el periodismo muera en el intento.

 

Manuel Palma


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