Historia viva | Guri, poderoso y vulnerable

08/11/2023.- La represa del Guri, un nombre sucinto que contiene una extensa explicación, al constituir la segunda mayor generadora de potencia eléctrica en América, tal cual el axioma de la síntesis, propia de quien tiene mayor cantidad de información. Así es la actual Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, cuya historia se remonta a los años cuarenta, cuando pensadores de la talla de Juan Pablo Pérez Alfonzo, entre otros, diseñaron un país posible, contra los intereses de EE. UU. y de una oligarquía nacional parasitaria como el grupo Machado Zuloaga, dueños de la Electricidad de Caracas (Edecar), quienes, en principio, se opusieron a estos desarrollos porque afectarían la facturación del monopolio eléctrico nacional.

Durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, la Electricidad de Caracas colocó agentes de esa empresa dentro de la comisión para el estudio de la potencialidad del río Caroní, dirigida por Rafael Alfonzo Ravard desde 1952, para retrasar el proceso de inicio de obras.

En tiempos del gobierno de Rómulo Betancourt, el Banco Mundial obligó, mediante chantaje a cambio del crédito para la construcción de la represa, a la inserción de Edecar en la comisión para los estudios y ejecución de la unificación de la frecuencia en el centro de Venezuela a 60 ciclos, y la interconexión de los sistemas y fuentes de energía eléctrica, para el 16 de abril de 1963 (Gaceta Oficial N.° 27.140). La empresa Edecar hizo lobby ante el Banco Mundial a través de sus proveedores transnacionales norteamericanos para que procediera el crédito del Banco Mundial a Venezuela.

Ante la protesta de Juan Pablo Pérez Alfonzo (ministro de Minas e Hidrocarburos) por la entrega "gratuita" de parte del flujo eléctrico a Edecar y hacerse de gigantescas ganancias por la administración de la energía pública derivada del Guri, Betancourt decidió remover a Pérez Alfonzo del gabinete ministerial en 1962.

Edecar firmó contrato con el gobierno de Raúl Leoni en 1966 e inició operaciones en 1968, cuando se encendieron los generadores del complejo Guri. Durante los setenta, ochenta y noventa, la C. A. Electricidad de Caracas fue la empresa líder en el mercado bursátil venezolano y la de mayor distribución accionaria nacional y extranjera. A pesar de las inmensas ganancias, nadie explicó por qué siempre se quejaron por la falta de rentabilidad de la hidroeléctrica del Guri y los montos de los subsidios que recibieron quienes ostentaban el monopolio eléctrico y luego fueron "socios" muy favorecidos por los gobiernos adecos y copeyanos.

Tanto los mandatos de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez como el de Rafael Caldera privilegiaron políticas que favorecieron a las oligarquías eléctricas nacionales e internacionales. Entre otras, la Ley de Privatizaciones de 1992, con la eufemísticamente llamada "apertura progresiva" del sector eléctrico a la "libre competencia".

El presidente Rafael Caldera ratificó esas políticas de privatización de empresas estratégicas de la nación con el decreto 1553 de 1996, que confirmó la separación de las empresas públicas de la producción, generación, transmisión, distribución y comercialización de la energía eléctrica.

La Revolución Bolivariana procedió a la recuperación de la industria eléctrica para pasar a manos del Estado ese sector estratégico nacional en 2007. Así, el Estado venezolano adquirió la mayoría accionaria de la empresa AES Corporation, una compañía multinacional que antes había comprado la Electricidad de Caracas.

Diez años después de la asunción del comandante Chávez a la Presidencia de la República, la Asamblea Nacional formuló la Ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico, que consolidó la nacionalización y centralización de todo el sector eléctrico nacional.

Un gigantesco apagón se produjo en Venezuela en 2019, producto de un sabotaje informático. Según el portal Misión Verdad, de acuerdo a comunidades de especialistas en el área de ciberseguridad, Duqu 2.0 fue identificado probablemente como responsable de los apagones actuales en Venezuela, gracias a la colaboración de especialistas rusos que llegaron al país en fecha reciente. Duqu 2.0 es un derivado del virus Stuxnet. En el año 2015, Kaspersky Lab, compañía rusa internacional dedicada a la seguridad informática, con sede en Moscú, descubrió actividades inusuales en las redes de la empresa, características de un ataque cibernético masivo.

El Complejo Hidroeléctrico Simón Bolívar, o sencillamente Guri, continúa nutriendo el sistema interconectado de Venezuela, parte de Brasil y Colombia. Sin embargo, y desde las amenazas del gobierno de EE. UU., sigue siendo un objetivo selectivo para atentar contra el pueblo venezolano, que se ha desplegado en defensa de su soberanía nacional con la campaña por la Guayana Esequiba.

 

Aldemaro Barrios Romero

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