Vadell Hermanos Editores, 50 años imprimiendo el pensamiento crítico

De un kiosco de revista pasaron a una librería y de allí a un sello editorial

La joven editora se encargó del legado de su familia y lo mantiene a flote. 

 

 

14/11/23.- —Que el primer libro que imprimieron fuese de Domingo Alberto Rangel, ya dice mucho de la editorial, ¿cómo es el escritor con el que ustedes se relacionan?

—Nuestra marca de nacimiento es el pensamiento crítico. Los autores que inauguran nuestra colección de libros son Domingo Alberto Rangel, Ludovico Silva y Alicia Herrera, autora de Pusimos la bomba… ¿y qué?. El año en el que nacimos fue un año políticamente complicado, pero mi padre decía que un editor debe tomar riesgos. Creo que nuestra editorial ha desarrollado el arte de la crítica.

Al menos así lo cree Valentina Vadell, joven licenciada en Artes (UCV), y actual gerente de Vadell Hermanos Editores, una casa editorial nacida como una empresa familiar hace ya medio siglo y que hoy es objeto de homenaje en la XIX Feria internacional del libro de Venezuela (Filven) 2023.

Criticar, convengamos, es un asunto riesgoso y muchas veces disgusta al poder…

—Cierto, pero creo que un autor no debe ser complaciente con el poder…

Cuando Vadell Hermanos Editores nació, sus primeros autores escribían desde la izquierda del espectro político, mientras la derecha era Gobierno. Desde el triunfo de Hugo Chávez, cambia el signo político, ¿temen criticar al Gobierno actual?

—¡No!

¿Así de tajante?

—¿Por qué deberíamos temer? Si fue el propio presidente Hugo Chávez quien habló siempre de la importancia de la crítica y, además, fue un permanente promotor de la autocrítica.

 

Es firme al afirmar que no teme criticar al Gobierno con los libros de la editorial.

 

Año complicado

El último trimestre de 1973 resultó particularmente complicado para América Latina y buena parte del mundo.

Chile, 11 de septiembre. Un grupo de militares, encabezados por el general Augusto Pinochet, ejecutan un golpe de Estado y asesinan al presidente en funciones, Salvador Allende. Instalan una larga y cruenta dictadura.

Oriente Medio, 16 de octubre. Los Estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), decide aplicar una medida de embargo y corta la venta de crudo a los países que apoyaron a Israel en el conflicto armado contra Egipto durante la llamada Guerra del Yom Kippur. Ocurre la llamada crisis del petróleo.

Venezuela, el 09 de diciembre de ese mismo 1973 habrá elecciones generales. Al grito de “ese hombre sí camina”, Carlos Andrés Pérez ganará las elecciones. Aunque se ha logrado la pacificación de los focos guerrilleros y se legalizó al Partido Comunista, el bipartidismo gobernante aún siente resquemores acerca del discurso de la izquierda.

Con toda esa trama alrededor, el joven abogado carabobeño Manuel Vadell, inicia en Puerto Cabello un proyecto editorial que, sin sospecharlo, atravesará las décadas y los Gobiernos. Su objetivo parece claro, imprimir libros que “dinamicen la discusión política y enriquezcan nuestro acervo cultural”. Para ello escoge autores que resultaban incómodos para el poder.

No es poca cosa, para 1973, decir que fue el periodista, escritor y dirigente político Domingo Alberto Rangel quien sugiere a Vadell fundar un sello editorial y que además respalde un texto que acaba de escribir: Los mercaderes del voto, en el que criticaba duramente las elecciones que se realizarían el 09 de diciembre. Ese libro resultó el incunable de esta casa editorial.

Valentina, aprovechamos que mencionas a Hugo Chávez para preguntarte por la relación de la editorial con él ¿fue muy cercana?

—Es que mi padre, militante de la izquierda como fue toda su vida se acercó a Chávez desde 1992. Comenzó a visitarlo en Yare, apenas cinco meses después del alzamiento militar del 4 de febrero. Mi papá logró extraer de la cárcel de Yare, escondiendo las hojas en su ropa interior, los documentos que luego integraron el libro Un Brazalete Tricolor. Ese libro lo lanzamos de forma semi-clandestina en agosto del 92. Una semana después, los servicios de inteligencia allanaron la editorial, pero mi padre fue alertado y por eso no lograron conseguir ni un solo ejemplar de ese libro. Es una de las anécdotas de nuestra historia editorial. Desde entonces mantuvieron una relación de amistad.

Leer en crisis

Valentina, Venezuela ha atravesado una situación dificilísima: sanciones, pandemia, emergencia económica… ¿cómo ha sobrevivido la editorial?

—Es un tema complicado. Para darles una idea de cómo está el mercado actual del libro, puedo comentar que el 80 % de las librerías con las que nosotros trabajábamos, cerró. Por distintas razones. En estos últimos años el sector del libro fue duramente golpeado. En nuestro caso particular hemos sobrevivido gracias a que mi papá, abogado como fue, creó una línea de publicación de textos jurídicos que nos permitió mantenernos a flote. Durante muchos años, la venta de los textos jurídicos, financió la publicación de los otros libros. Pero también logramos una serie de alianzas editoriales. Por ejemplo, pertenecemos a la Unión Internacional de Editoriales de Izquierda, lo que nos permite, entre otras cosas, el intercambio de derechos de autor y así podemos publicar en Venezuela, libros que por razones del bloqueo no llegan al país. Y también podemos promover fuera de las fronteras a los autores locales. Esto podremos hacerlo durante las ruedas de negocios entre editores que se han programado durante la Filven.

Entonces, ¿en la actualidad el libro impreso es rentable o es puro romanticismo?

—Vadell Hermanos Editores es defensora del libro de papel. Por esa razón hemos emprendido la búsqueda de alternativas. Creo que después de estos años de bloqueo y sanciones debemos trabajar para volver a insertar a Venezuela en el mundo del libro impreso. Poder volver a importar o exportar libros, que también fueron objeto de las sanciones. Y para responder más concretamente, creo que sí, el libro impreso sigue siendo rentable.

Pero… con la actual situación económica, ¿la gente de Venezuela compra libros?

—Sí. Existen estudios recientes que confirman que las personas siguen teniendo preferencia por el libro impreso antes que el digital.

Ciertamente. Valentina Vadell hace referencia a un estudio, publicado en agosto de 2022 y encargado por la empresa fabricante de papel Stora Enso, de origen sueco-finesa. Para este estudio se encuestó a 2 mil 400 lectores de libros, de edades diversas, ubicados en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania. La encuesta reveló que 65 % de los encuestados prefiere los libros físicos “por su aspecto, su tacto e incluso su olor”. Otro 21 % aseguró que se adhiere al consumo de libros electrónicos y un 14 % a los audiolibros.

Ahora bien, las tecnologías han modificado las reglas de juego en todos los aspectos de la vida humana. ¿Cómo impactaron las nuevas tecnologías al mundo editorial?

—Cuando asumí la gerencia de la editorial tenía un año cerrada. Luego del fallecimiento de mi padre y la aparición de la pandemia de Covid-19, me tocó reabrir. Afortunadamente, contamos con una experiencia de medio siglo que nos permitió poder iniciar labores prontamente.

Hermanos Vadell Editores cumple medio siglo. Eso es una vida entera. Sé que esto es un vicio de los periodistas, pero aun así vamos a preguntar, ¿qué aprendizaje han obtenido en 50 años?

—Que la familia unida es un poder. Hemos practicado a nivel empresarial los valores que cultiva nuestra familia: honestidad, voluntad, sinceridad, humildad e integridad.

 

La Editorial Vadell Hermanos es homanajeada en la 19a Filven por los 50 años de su fundación.

 

La Editora

Valentina Vadell (36) asumió la empresa creada por su padre y sus tíos.

En los pasillos aprendió todo acerca del negocio. Desde tratar con autores, hasta corregir, coordinar imprentas y verificar la calidad de cada libro impreso.

En paralelo, desarrolla otra pasión que es la producción audiovisual de cortometrajes.

Le corresponde llevar el timón de la nave en tiempos de avances tecnológicos.

La Editorial

-800 libros editados.

-Los mercaderes del voto, de Domingo Alberto Rangel, fue su primer libro impreso.

-Su colección de libros de derecho son vanguardia de la casa editorial.

-La familia Vadell administraba un kiosko de revistas en Puerto Cabello, luego una librería y de allí saltaron a crear un sello editorial.

-Crearon una línea de productos digitales E-book, para atender un nuevo sector del negocio.

CIUDAD CCS / FOTOGRAFÍA: JESÚS CASTILLO


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