Tinte polisémico | Cisnes negros
24/11/2023.- La frase "cisne negro" es una metáfora para referir sucesos o eventos que son extremadamente improbables, sorpresas totales e inesperadas para la gente hasta que ocurren y llegan a tener consecuencias e impactos muy significativos, con manifestaciones en múltiples campos como la historia, la política, la ciencia, la economía y el acontecer social en general.
En el siglo XVI los europeos, en su exploración por Australia, lograron identificar cisnes con plumas de color negro, lo cual constituyó toda una novedad y lo consideraron un animal atípico. Se ignoraba su existencia hasta ese momento, pues solo eran conocidos los cisnes de plumaje blanco.
El economista, matemático empírico y ensayista de origen libanés, Nassim Nicholas Taleb, nacido en 1960, quien trabajó como gestor de fondos de inversión e investigó sobre probabilidades e incertidumbre, publicó, en el año 2007, su obra homónima: El cisne negro. Taleb tenía como objetivo explicar los límites del conocimiento y la imposibilidad de anticipación del ser humano frente a determinados fenómenos.
Las características que definen un hecho para ser conceptualizado como cisne negro son tres. Primero, su atipicidad: se encuentra enmarcado fuera del ámbito de las expectativas regulares y nada apunta de manera convincente a su posibilidad. Segundo, conduce y se orienta a impactos extremos, de altísima repercusión en los distintos campos del quehacer humano. Por último, a pesar de su condición de rareza, su predictibilidad es retrospectiva, es decir, una vez consumados los acontecimientos y al analizar la situación, se descubren evidencias de cómo han podido ser anticipados, cómo se han originado y, en consecuencia, cuál sería su resultado. Sin embargo, vale aclarar que no es viable la prospectiva.
Si deseáramos enumerar y describir hechos inauditos que se han de suscitar o acontecerán en el futuro, quizás inmediato, solo con dar rienda suelta a nuestra imaginación, podríamos pensar en las posibilidades concretas sobre la oscilación de los precios de las criptomonedas y los tipos de cambio; los resultados electorales que podrían ser ganados por los denominados outsiders; las posibles consecuencias de las aplicaciones y desarrollo en neurociencia, inteligencia artificial, ingeniería genética o los efectos de la guerra cognitiva.
En la Argentina acaba de resultar como Presidente electo, en segunda vuelta, Javier Milei, un candidato que obtuvo un margen de ventaja considerable. Absoluto y acérrimo oponente a la participación del Estado en la economía, liberal a ultranza, y también por lo inesperado de su triunfo, resultó sorpresivo y con repercusiones de alcance sistémico y regional. Sin embargo, cuando se analizan con agudeza las causas del evento, se pueden dilucidar, en su génesis, entre tantos otros, el marketing político, el big data, los algoritmos y las redes sociales; en síntesis, el manejo e inducción de la opinión pública.
Quizás algunas ideas que subyacen en el ensayo de Taleb tratan sobre el aprendizaje y la flexibilidad a los que somos llamados como especie, para reflexionar e internalizar en cuanto a que no disponemos del control y de los conocimientos suficientes para comprender la totalidad de nuestro universo, y poder explicar o, al menos, aproximarnos a ese cosmos de inquietudes que hemos decidido como Homo sapiens abordar contemporáneamente, bajo otra gran metáfora y paradigma como es la de las ciencias de la complejidad. Debemos estar alertas en el sur global con los hipopótamos alados violetas.
Héctor E. Aponte Díaz