Libros libres | Eddy Rafael Pérez, en el recuerdo

09/12/2023.- Mientras vivía en Mérida, durante buena parte de los años setenta del siglo XX, trabé amistad con varios profesores y estudiantes de la Universidad de los Andes y creadores en las áreas del cine, la pintura, la música y la artesanía. En la Escuela de Letras de la ULA, recibí clases de profesores de varias nacionalidades como Miguel Marciales (Colombia), Guillermo Thiele (Argentina), Alfonso Cuesta y Cuesta (Ecuador), Hernando Track (Colombia) y muchos venezolanos, como Ramón Palomares, Lubio Cardozo, Juan Pintó, Jesús Serra o J. M. Briceño Guerrero. Ahí conocí a varios estudiantes como Naudy Henrique Lucena, Ismeldo Paiva Avilés, Orlando Flores Menessini y Eddy Rafael Pérez. En estos días, curioseando en mi biblioteca, hallé un pequeño libro del poeta Eddy Rafael Pérez titulado Me siento como un pájaro con las alas cortadas preso en jaula de barrotes (1978), con un título tan extenso como lo suelen ser los de sus libros y sus poemas, cuyos versos tienden a una musicalidad barroca y suntuosa, de mucha fuerza: "Quisiera que me escribieras una carta desde cualquier lugar del mundo. Desde tu alma si es preciso". Al ver la dedicatoria estampada en el primero de los libros, recordé aquellos viejos y buenos tiempos estudiantiles cuando, además de leer y estudiar mucho, disfrutábamos de la suprema felicidad de la juventud y de la libertad de pensamiento y de ser.

Nos dedicamos un grupo de jóvenes en el interior del país a fundar revistas y páginas literarias en Barquisimeto, San Felipe, Barinas y Mérida. En mi caso, participé con Eddy en la edición y redacción de Talud (Mérida), Rendija (Yaracuy) y Campoabierto (Mérida), en un trabajo que hacíamos por puro placer, para compartirlo con escritores de otras regiones del país, sobre todo del oriente y la región zuliana. Hoy mi memoria se ha refocilado en la figura de Eddy Rafael Pérez, en su extraordinario trato personal en Mérida, cuando éramos estudiantes y después cuando ya él era todo un catedrático de la Escuela de Letras. En verdad, fuimos todos como hermanos de una cofradía cuyo norte fue siempre la poesía, y así nos mantuvimos mientras pudimos. La poesía —como un acto ético— nos marcó siempre en el transcurso de aquellos años. Hoy le he recordado, con mucho cariño, al leer sus versos. Tomo datos de su libro, donde reza que nació en El Tocuyo, estado Lara, el 20 de abril de 1949. Licenciado en Letras. Corredactor de El cardón de fuego, revista literaria editada en El Tocuyo. Corresponsable de La gaveta literaria y de Reverso. Publicó sus trabajos en Jaquemate (Caracas), Xilote (México), Icam (Barinas), Rendija (Yaracuy), Árbol de fuego (Caracas) y Poética (Buenos Aires). Se desempeñó como docente en el colegio Santa María de Chivacoa y colaboró en la página Signo, de la misma ciudad. Eddy falleció en el estado Lara en 2019.

 

Amarrado a las pestañas de tus ojos

amarrado a las pestañas de tus ojos porque me da la gana

tornados océanos oscuros brillando con la revuelta

con tu belleza cada día más cerca de mis poros

empobrecidos de pronto de tanto amar de tu pelo el origen

con la furiosidad irrumpiendo cuando menos acuerda

cuando se infinita ese nacimiento de amapolas

que recuerdan un incendio con noches de lluvias

de truenos tempestades cataclismos huracanes

removiéndolo todo porque la vista ha quedado atrás

las ventanas se quiebran con la tibieza de una mañana

pronto estaremos de vuelta para recomponer estas ruinas

en medio de las estrellas complicadas largamente

en estas coas de sueños salivas y sonidos

y amarrado a las pestañas de tus ojos porque me da la gana

porque me das el agua que me da la paciencia

porque llenas este cuarto desnuda y con vestidos de colores

porque sacrifico corderos en nombre de dioses de tu olimpo

porque te amo te amo porque me da la gana.

Tomado del poemario Me siento como un pájaro con las alas cortadas preso en jaula de barrotes (1978).

 

Gabriel Jiménez Emán


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