“Acuerdo histórico” marca el fin de la Cumbre del Clima en Dubái

El texto aprobado abre el camino para dejar atrás o alejarse de los combustibles fósiles

Dejar atrás los combustibles fósiles para llegar a las cero emisiones en 2050.

 

13/12/23.- Tras dos semanas de cumbre y una última larga noche de negociación, los representantes de los casi 200 países reunidos en la Cumbre del Clima que se celebra en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU), aprobaron en la mañana de este miércoles un acuerdo, considerado “histórico” en el que se aboga por transitar para “dejar atrás” los combustibles fósiles, haciendo referencia directa a los principales responsables de la crisis climática: el petróleo, al gas y al carbón.

El acuerdo final de la cumbre del clima de Dubái llama a los países a transitar hacia el fin de los combustibles fósiles. Es la primera vez en los más de 30 años de estas conferencias en la que se incluye una mención explícita a los hidrocarburos, el principal culpable de la crisis climática. Es un "logro histórico", ha defendido el presidente de la COP28, Sultán Al Jaber, entre una gran ovación en pie durante el plenario en el que se ha aprobado, por consenso de prácticamente todas las naciones del mundo, este texto. 

El fin de estos -petróleo, gas y carbón- se había convertido desde el principio de la cumbre en el asunto central de la misma y el principal motivo de fricción entre los negociadores. Finalmente, no se pide su "eliminación progresiva" ("phase-out", en inglés), como reclamaban la UE y un centenar de países, además de las organizaciones ecologistas, pero sí un concepto similar, "transition away from", una transición hacia el abandono de estas energías.

El texto aprobado pide también a los países que contribuyan con otras medidas, como “triplicar la capacidad mundial de energía renovable y duplicar la tasa media anual mundial de mejoras de la eficiencia energética para 2030″. También se pide la eliminación gradual de la energía del carbón y la reducción “sustancial” de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial, en particular las de metano para 2030, y la reducción de emisiones del transporte por carretera, “con infraestructuras y el despliegue rápido de vehículos de emisión cero y de baja emisión”.

Asimismo, se deja alguna puerta abierta al sector fósil. Se habla, pues, del uso de “combustibles con emisiones de carbono nulas o con bajas emisiones mucho antes de mediados de siglo o alrededor de esa fecha”. A su vez, se pide acelerar “las tecnologías de reducción y eliminación, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono, en particular en sectores difíciles de reducir, y la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono”.

Conforme lo determina el Acuerdo, se trata de una transición con la que dejar atrás los combustibles fósiles “en los sistemas energéticos, de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la adopción de medidas en este decenio crítico, a fin de lograr el cero neto para 2050″. Según ha confirmado Simon Stiell, máximo responsable del área de cambio climático de la ONU, es el principio del fin” para los combustibles fósiles.

El texto final plantea un calendario de reducción de emisiones con cifras concretas y fechas, tal y como reclamaba la Unión Europea. Las emisiones globales deberán reducirse un "43% para 2030 y un 60% para 2035 respecto a los niveles de 2019. Del mismo modo, llama" a las partes a contribuir a una reducción de emisiones "profunda, rápida y sostenida", aplicando el Acuerdo de París, aunque reconoce "diferentes circunstancias nacionales, sendas y aproximaciones". 

 

Reacciones ante el Acuerdo

La ministra de Transición Ecológica española, Teresa Ribera, voz de la Unión Europea (UE) en estas negociaciones, considera que el texto es un "paso adelante muy importante tras tres décadas de cumbres en las que nunca había aparecido una mención a los combustibles fósiles (…) se manda un mensaje claro y fuerte no solo sobre los hidrocarburos, sino también en materia de justicia climática. Entramos en una nueva fase en una década crítica", aseveró, visiblemente emocionada.

"La humanidad finalmente ha logrado lo que tenía que haber hecho hace tiempo", ha señalado por su parte el comisario de Acción Climática de la UE, Wopke Hoekstra. A la vez, reivindicó que se trata también de una "decisión histórica que marca el principio del fin de los combustibles fósiles".

Por su parte, el enviado especial de Estados Unidos, John Kerry, valoró el acuerdo como "una razón para el optimismo en un mundo en conflicto".

Había mucha atención también a lo que decía Arabia Saudí, el país que más claramente se había opuesto a que el texto pidiera el fin de los combustibles fósiles. Su portavoz en el plenario ha considerado un "gran éxito" la cumbre de Dubái y ha insistido en la visión mantenida en todas las negociaciones: plantear "enfoques distintos para resolver las emisiones", "reducir las emisiones independientemente de la fuente" -es decir, sin insistir en los combustibles fósiles- y "usar todas las tecnologías para ello", como la polémica captura de carbono.

 

Opiniones de ecologistas

Aprecian las mejoras, pero consideran que el acuerdo es "insuficiente" y hay opiniones divididas al respecto. Javier Andaluz, observador de Ecologistas en Acción en Dubái, dice "falla enormemente en reconocer la necesidad de poner fin a los combustibles fósiles de una forma rápida, justa y definitiva (…) se avanza por primera vez en mencionar los hidrocarburos, pero estamos muy lejos de reconocer los tiempos en los que deben eliminarse".

También considera "preocupante" la inclusión de "falsas soluciones" como la nuclear o la captura y almacenamiento de carbono, tecnologías "sucias, caras y peligrosas".

Greenpeace, por su parte, ha celebrado que este texto "pone fin a la era del carbón, gas y petróleo" y hace además "un llamamiento a aumentar masivamente las energías renovables y la eficiencia energética en esta década", la señal que la industria de los combustibles fósiles ha estado "temiendo", ha señalado Kaisa Kosonen, jefa de la delegación.

Sin embargo, lamenta que "esta señal está mezclada con muchas otras señales peligrosas", en referencia a estas tecnologías de la captura de carbono y la nuclear, y tampoco "cuenta con medios suficientes" para ayudar en la transición energética en el sur global.

Otros analistas en la cumbre, como Linda Kalcher, directora ejecutiva del think tank europeo Strategic Perspectives, coincide en que el texto "es una clara mejora" para cumplir con el mensaje que lanza la ciencia y "manda una señal sobre el declive futuro de los combustibles fósiles", pero cree que "la carta es larga y no todas las opciones sobre la mesa tienen sentido económico".

La mayoría de observadores coinciden, como señala Kalcher, en que "esto no ha acabado", y el resultado de Dubái supondrá una renovada lucha para cumplir con lo prometido y elevar aún más la ambición más allá de esta cumbre.

Los delegados manifiestan su alegría tras aprobar el texto.

 

“El acuerdo alcanzado esta mañana en la Cumbre del Cambio Climático de las Naciones Unidas (COP28) para que el mundo inicie una transición para dejar atrás los combustibles fósiles es "significativo y puede señalar el inicio del fin de la era de los combustibles fósiles".

Así lo expresó el exministro de Ambiente de Perú y responsable de Clima Global y Energía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Manuel Pulgar-Vidal, quien reconoció el valor de que el mundo "transicione para alejarse de los combustibles fósiles" que reconoce el documento, que sin embargo, se queda corto del "consenso para la extinción del carbón, petróleo y gas".

"Es desafortunado que con la inclusión de la expresión sin mitigar, el resultado sugiera que hay algún papel para peligrosas distracciones, como la captura de emisiones de carbono a gran escala y su almacenamiento, o "los combustibles de transición (…) Para un planeta habitable necesita extinguir el uso de todos los combustibles fósiles", dijo.

La organización Red de Acción Climática (CAN, en inglés) también señaló que la decisión de hoy "pone en el candelero a los verdaderos culpables de la crisis climática: los combustibles fósiles". "Un cambio de rumbo, alejado del carbón, petróleo y gas, ha sido trazado", dijo a través de sus redes sociales Harjeet Singh, jefe de política estratégica global de la organización.

Sin embargo, criticó los "agujeros" que el acuerdo ofrece a la industria de los combustibles fósiles, para "escapar", respaldada por "tecnologías sin comprobar e inseguras". También señaló que los países en desarrollo, que dependen de los combustibles fósiles, "han quedado sin garantías robustas de apoyo financiero ante su urgente y justa transición a la energía renovable".

Por su parte, Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio Climático de Brasil, resaltó que este acuerdo es "fuerte en señales, pero débil en contenido", mientras que Joab Okanda, consejero climático de Christian Aid, agencia de ayuda y desarrollo de 41 iglesias cristianas (protestantes, católicas y ortodoxas) en el Reino Unido e Irlanda, dijo que "la era de los combustibles fósiles llega a su fin, pero aún no hemos puesto el clavo en el ataúd".

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


Noticias Relacionadas