16/12/2023.- El mundo es testigo a diario del horrendo crimen contra la población palestina y del desenfreno con que cuenta el Estado de Israel para cometerlo mediante bombardeos, ametrallamientos, ejecuciones extrajudiciales, etc. Sobre todo, desde el sábado 7 de octubre de 2023, debido a la incursión militar del movimiento islámico Hamás sobre el territorio palestino ocupado por Israel.

Israel, con una filosofía política llena de eufemismos, maniqueísmos, manipulaciones y falsedades, viola el derecho internacional (DI) al actuar como victimario de la población civil palestina para después, con el empleo de la desinformación, convertirse en víctimas, mientras que la lucha del pueblo palestino se muestra como terrorismo.

No obstante, la determinación de los palestinos de seguir su justa lucha hasta alcanzar todos sus objetivos de emancipación y autodeterminación —y erradicar el cáncer llamado sionismo, en aras de construir un mundo mejor de paz y justicia— no cesa.

En Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, el Estado de Israel está realizando un cruel holocausto contra la población palestina, mientras apela una y otra vez al holocausto que padecieron las diásporas judías bajo el régimen alemán de Adolfo Hitler. Actualmente, la heroica Palestina, Estado observador en la ONU, ha sido objeto del asesinato de más de 18 mil 400 personas de su población civil, por la acción militar de las fuerzas de defensa de Israel (FDI), infracción grave catalogada como crimen de guerra en el Convenio de Ginebra, de fecha 12 de agosto de 1949. Esto sin contar los más de 52 mil 300 heridos, causados por dichos crímenes de guerra.

Otras comisiones de delitos, por parte de los sionistas de Israel, en gran escala, contra Palestina, son: más de 300 mil viviendas destruidas; campaña de plomo fundido; desplazamiento deliberado de mujeres, niños y ancianos, infligiéndoles grandes sufrimientos y atentando contra su integridad física o su salud; aplicación del apartheid con total impunidad; ataques o bombardeos, por cualquier medio, de ciudades, aldeas, pueblos o edificios residenciales, hospitales, escuelas y edificios públicos, que no son objetivos militares, etc.

Las autoridades sionistas del Estado de Israel, durante 75 años, han intentado el aplastamiento total de las aspiraciones legítimas del pueblo palestino por la creación de su propio Estado. Israel apela siempre a la descalificación de sus adversarios con el viejo estigma del credo antisemita, para deslegitimar toda crítica a su artificio medieval; cuando sabe, de antemano, que los palestinos son un pueblo semita por excelencia, desde tiempo inmemorial.

La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó una nueva resolución de alto el fuego para el conflicto entre Israel y Palestina —con 153 votos a favor, 10 en contra y 23 abstenciones, en plenario—, una resolución presentada por Egipto de alto el fuego en Gaza y el cese de la guerra, después de que EE. UU. vetara una resolución del Consejo de Seguridad de dicha organización. Sin embargo, Israel no ha detenido los ataques y bombardeos contra Gaza. Por ello, subestimar al sionismo israelí resultaría descabellado. En resumen, solo queda comenzar a enjuiciar pronta e implacablemente a los criminales de guerra y de lesa humanidad en el conflicto bélico entre Israel y Palestina, según disponen los Estatutos del Tribunal Penal Internacional permanente, aprobados en la Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de la ONU, el 17 de julio de 1998.

J. J. Álvarez