OMS reconsidera el dengue como enfermedad de alto riesgo

Se ha incrementado el número de casos hasta en regiones donde no aparecía anteriormente

Hay una reproducción creciente de mosquitos transmisores de la enfermedad.

 

23 / 12 / 23.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este viernes que la incidencia mundial del dengue ha aumentado notablemente en las últimas dos décadas, lo que plantea un desafío sustancial para la salud pública. Por ello, la agencia sanitaria ha evaluado el riesgo como alto a nivel mundial, teniendo en cuenta el aumento del riesgo de transmisión y el repunte de casos y muertes.

En 2023 se ha observado un repunte de los casos de dengue en todo el mundo, caracterizado por un aumento significativo del número y la aparición simultánea de múltiples brotes, que se han extendido a regiones anteriormente no afectadas por la enfermedad, señala la entidad en su página web oficial.

Cinco millones de casos

La OMS hizo sonar la alarma sobre la amenaza del dengue, luego de que la enfermedad transmitida por mosquitos se haya extendido a países donde antes la dolencia no había llegado, infectando a más de cinco millones de personas y matando a más de 5.000 este año.

Casi el 80 por ciento de esos casos, o 4,1 millones, se han reportado en las Américas, seguidas por el Sudeste Asiático y el Pacífico Occidental, reveló Diana Rojas Álvarez, líder del equipo de arbovirus de la agencia de salud en la sesión informativa semanal de la ONU, celebrada en Ginebra.

Desde principios de 2023, la transmisión en curso, combinada con un pico inesperado de casos, ha dado lugar a una cifra cercana al máximo histórico de más de cinco millones de casos y más de 5.000 muertes relacionadas con el dengue, notificados en más de 80 países y territorios. Cerca del 80 % de estos casos se han reportado en el continente americano.

Rojas también advirtió que se están comenzando a detectar transmisiones locales de dengue en países considerados previamente no endémicos, incluso naciones europeas como Italia (82 positivos en 2023), Francia (43) o España (3).

"Normalmente se detectan en esos países casos de viajeros procedentes de América, Asia Oriental y otras regiones endémicas, pero este año se han visto algunos focos limitados de transmisión local", alertó.

También consideró preocupantes los brotes en países en conflicto y contextos frágiles como Afganistán, Pakistán, Sudán, Somalia o Yemen, unidos a contagios de otras enfermedades, olas de desplazamiento interno y pobre infraestructura sanitaria.

El cambio climático influye en el incremento de los casos

El dengue se transmite por las picaduras de mosquitos Aedes aegypti o patas blancas, y se da sobre todo, en zonas urbanas de climas tropicales y subtropicales. Sin embargo, el calentamiento global está haciendo que haya casos en zonas cada vez más alejadas de los trópicos.

“El cambio climático tiene definitivamente un impacto porque las temperaturas más cálidas crean las condiciones para que los mosquitos que portan la enfermedad se expandan”, explicó a la prensa en Ginebra la jefa del equipo de la OMS, Diana Rojas Álvarez, sobre el arbovirus.

Los mosquitos que transmiten el dengue ahora son capaces de sobrevivir a los inviernos en Europa y en Sudamérica.

En ese sentido, Rojas dijo que el cambio climático era en parte culpable, ya que provocó un alza de las precipitaciones, la humedad y la temperatura, lo que permitió el aumento de los mosquitos.

No obstante, entre las causas que pueden haber dado origen al incremento de casos pueden citarse, también, el debilitamiento de los sistemas de salud y la falta de vigilancia.

La OMS señaló que la debilidad de los sistemas de vigilancia en muchos países afectados, puede haber provocado retrasos en la notificación y la respuesta, así como la no identificación de los síntomas, lo que ha contribuido al aumento de los casos graves de dengue.

Ante esta situación, la experta en arbovirus del departamento de prevención de epidemias y pandemias de la OMS dijo que la amenaza requiere "la máxima atención y respuesta de todos los niveles" de la agencia para ayudar a los países a controlar los actuales brotes del dengue y prepararse para la próxima temporada de la enfermedad.

Dengue en América Latina

Entre el 1° de enero de 2023 y el 11 de diciembre de 2023, se documentó un total de 4,1 millones de casos sospechosos de dengue en 42 países y territorios del continente americano, y 15 países notificaron un brote activo.

Aunque el dengue es endémico en la mayoría de los países de América del Sur, México y América Central, así como en los países del Caribe, en el segundo semestre de 2023 se ha producido un aumento alarmante de los casos, con un acumulado anual que supera todos los totales anuales anteriores y que en algunos países se extiende más allá de las zonas de transmisión históricamente afectadas, señaló la OMS.

La agencia advirtió que aproximadamente 500 millones de personas en la región están en riesgo de infección por dengue en la actualidad.

Las cuatro quintas partes de los casos mundiales se registraron en países americanos, principalmente Brasil (2,9 millones), México (235. 000), Argentina, Paraguay y Perú (271.000), país donde algunas zonas se declararon en estado de emergencia debido a una incidencia histórica del mal.

Además, han detectado la circulación simultánea de todos estos serotipos en Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Venezuela.

Factores de propagación

Varios factores están asociados al aumento del riesgo de propagación de la epidemia de dengue, entre ellos:

  • la distribución cambiante de los vectores, especialmente en países que antes no padecían dengue
  • las consecuencias de los fenómenos de El Niño en 2023 y el cambio climático, que provocan un aumento de las temperaturas y de las precipitaciones y de la humedad
  • la fragilidad de los sistemas sanitarios en plena pandemia de Covid-19
  • la inestabilidad política y financiera de los países que afrontan crisis humanitarias complejas y los elevados movimientos de población

Estos factores también suponen un reto para la respuesta a la epidemia y el riesgo de una mayor propagación a otros países. En enero, la OMS advirtió que el dengue constituía una amenaza de pandemia y era la enfermedad transmitida por mosquitos que se extendía con mayor rapidez.

Síntomas y tratamientos

La mayoría de los casos de dengue son asintomáticos o leves, aunque algunos pueden causar shock, hemorragias graves e insuficiencia de ciertos órganos, síntomas que suelen aparecer una vez que se ha disipado la fiebre, dijo la OMS.

Los signos previos incluyen dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, sangrado de las encías, acumulación de fluidos, letargo o inquietud e inflamación del hígado. Las recaídas pueden provocar hemorragias y muerte.

"La mayoría de la gente no desarrolla síntomas, pero aquellos que sí lo hacen pueden sufrir fiebre alta, dolores de cabeza y del cuerpo, náuseas... En muchos casos se recuperan en una o dos semanas, pero en ocasiones la situación se puede agravar", recordó la experta Diana Rojas.

Aunque existen vacunas y mosquitos criados especialmente para contener una bacteria llamada Wolbachia para combatirlo, no hay tratamientos específicos para la persona infectada con el virus. Existen dos vacunas autorizadas, pero los expertos dicen que una de ellas se deben aplicar solamente a personas infectadas previamente, caso contrario enfrentan el riesgo de una enfermedad más grave.

La elevación de riesgo, decidida por la OMS, busca "aumentar al máximo la atención y respuesta para asistir a los países a controlar los actuales brotes y prepararlos para responder a las próximas temporadas altas de dengue", que suelen coincidir con períodos cálidos y húmedos.

En este sentido, la OMS llama a los países miembros a fortalecer los mecanismos de seguimiento de casos, de las condiciones medioambientales y de las colonias de mosquitos transmisores, así como actualizar las guías de actuación y mejorar la formación de su personal sanitario en la respuesta a la enfermedad.

La fumigación es uno de los medios de prevención más efectivos.

 

A la población general, la OMS le recomienda el uso de repelente contra mosquitos, especialmente en horario diurno, así como eliminar en las comunidades las zonas con alta presencia de mosquitos próximas a áreas residenciales.

LUCILA CONTRERAS / CIUDAD CCS


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