Afrourbe | Parrandón Sácate el Ratón  

08/01/2024.- Feliz año para ti. Espero que 2024 sea de plenitud, goces de salud y cumplimiento de deseos.

¿Cómo iniciaste este año? Yo, desde ya, cumplí un deseo: bajar de Caracas a Naiguatá a tocar tambor. Todo esto gracias a la invitación a Manuel Moreno por parte del maestro Ismael Querales, líder de la agrupación Venezuela Un Solo Pueblo. A mí me invitó Francisco. 

Francisco me invitó a parrandear. La parranda, de acuerdo a Manuel Moreno y Eva Daza, es un ritmo venezolano en el que se expresa la alegría colectivamente. Es un ritmo libre, se desarrolla en la calle para compartir entre instrumentos de cuerdas, percusión, metales, hasta instrumentos improvisados (como el rallador, vasos de peltre). Este ritmo no necesariamente es navideño: es para todo el año.

Ahora bien, de acuerdo con Moreno, la forma de parranda que mayormente se hacía en La Guaira se le decía parranda caraqueña porque La Guaira pertenecía al Distrito Federal, es decir, era la costa de la Capital. Era una manifestación evidentemente notable por la afrodescendencia. En esta parranda participaban tambores de doble membrana y membrana simple como los barriles, estos se tocan con baquetas. Posteriormente, fue subiendo a la ciudad de Caracas. Si nos vamos al estado Aragua y su parranda, tenía la misma característica de parranda como concepto, se tocaba con un solo tambor y la mano, que tocaban en su mayoría los afrodescendientes. 

Ese modo de celebrar, en este caso, el inicio de año en la calle siete de Naiguatá se da con el Parrandón Sácate el Ratón impulsado por la familia de Francisco: ya cuenta con 21 años forjando una tradición que se basa en que la parranda se ejecuta en un mismo punto: comenzaron con un tambor en una camioneta. Ahora, tras esfuerzos y continuidad en el quehacer cultural, cada primero de enero nos espera una tarima para todo aquel que quiera ser parte de este encuentro con la comunidad de Naiguatá. No hay agrupaciones pautadas, no hay repertorio establecido: son ocho horas continuas de parranda. 

Eso sí: hay un formato establecido, tumbadoras, güira, metales y canto. Sin saberlo, nos fuimos con nuestros tambores, nuestros clarines. En ese abrazo entre Caracas y Naiguatá nos recibieron por partida doble: ser la primera mujer que en esta parranda toca, a la vez de que me admitieran con un tambor que no es con el que tocan usualmente.

Así el primero de enero, entre parranderos y parranderas damos inicio a este nuevo año. Al día siguiente, con mi tambor repicando al mar, doy gracias y renuevo energías para seguir compartiendo contigo muchos más Afrourbe y Enfoco, y seguir sistematizando, día a día, más historias en clave de mujer.

Monica Mancera
@mujer_tambor 

 


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