Retina | Venezolanidad
08/01/2024.- A pesar de que era de esperarse, me alegra constatar la alegría y el orgullo de la venezolanidad en todas partes hoy, tanto dentro de Venezuela como fuera de ella, expresada en torno a nuestra cultura, nuestra gastronomía, nuestra música, nuestra historia y nuestra geografía.
No se trata de un logro menor. Las venezolanas y los venezolanos hemos sido sometidos a una de las más intensas guerras de propaganda desarrolladas contra un pueblo en lo que va de siglo. La agresión simbólica, además de la agresión económica, ha pretendido destruir la unidad del país y su moral, para poner nuestros recursos a la disposición del poder político y económico de Estados Unidos y de algunos países europeos.
Recuerdo en este momento una aseveración del presidente Lula al asistir a los actos de siembra del Comandante Chávez, cuando el líder brasileño dijo que quizá el hito más importante de Chávez era haber logrado que el pueblo venezolano se sintiera orgulloso de su nacionalidad.
Precisamente, para romper ese logro de Chávez, la guerra desarrollada contra el pueblo venezolano apuntó directamente contra el orgullo de la venezolanidad, pretendió quebrar nuestros valores tradicionales de solidaridad, alegría y esperanza. En esta etapa, frente a cualquier situación, se hizo habitual la frase “solo en este país”, pronunciada en tono de rabia, vergüenza y desesperanza.
Como ya lo han explicado los gringos en declaraciones del propio Pompeo, ellos se habían propuesto fabricar las condiciones de una “crisis humanitaria” en Venezuela y, para lograrla, además del sabotaje y aislamiento de nuestra economía para generar problemas de alimentación y salud, también requerían producir un masivo movimiento migratorio. Fue en ese período cuando vimos a una decena de presidentes de América Latina pronunciando abiertas invitaciones a venezolanas y venezolanos para que emigraran hacia sus países. Otro tanto hizo Estados Unidos al anunciar condiciones especiales para quienes llegaran allá desde Venezuela.
La heroica resistencia de nuestro pueblo, ya lo sabemos, derrotó los propósitos de intervención de este momento, sin embargo, propició la emigración masiva de una parte importante de nuestras y nuestros compatriotas a quienes les ha tocado abrirse una nueva vida en otros países, a veces en condiciones muy adversas.
Aunque no se haya razonado como corresponde, la principal herramienta con la que han contado para avanzar en esas condiciones es nuestra venezolanidad. Se ha abierto brecha con nuestra formación, nuestra alegría, nuestra música, nuestra solidaridad, nuestra gastronomía, nuestra cultura, nuestro lazo profundo con nuestra nación. Nos ha ayudado el orgullo de la venezolanidad.
Freddy Fernández
@filoyborde