12/01/2024.- La obsesión de la derecha latinoamericana con Venezuela no tiene límites. No hay situación anómala en país alguno que no se relacione de manera inmediata con el nuestro y su gente, de dentro o de afuera. Es clara la intención de los laboratorios del hegemón de imponer la matriz sobre Venezuela, su historia y su pueblo, como los malos de moda. Ya llevan rato introduciendo a la nación bolivariana en las producciones de cine como un país donde se esconden terroristas del islam, donde existe un supuesto cartel que trafica drogas al planeta al calor de los rayos del sol, y, también, que somos un país desde donde solo migran delincuentes. Todo eso, bien trabajado, nada inocente, y que, además, parece no tener fin.

Esta semana han ocurrido hechos complicados en Ecuador, derivados de una situación social compleja, signada por errores graves de los dos últimos gobiernos de derecha, dedicados a destruir los logros de la revolución ciudadana y del presidente Correa. No esperaron mucho y de inmediato comenzaron a sembrar la matriz que alejara las mentes del pueblo ecuatoriano de lo que en verdad está pasando. Lanzaron imágenes al mundo con las que decían que: "El pueblo de Ecuador derribó la estatua ecuestre de Simón Bolívar", cuando la verdad es que eran imágenes de un hecho ocurrido en Colombia, no en Ecuador, y donde se destruía una estatua ecuestre que tampoco era del Libertador.

No conforme con esa mentira, apenas se agravaron los disturbios, lanzaron una matriz sembrando la idea de que eran "venezolanos migrantes integrantes de una banda", cuando en realidad se trató de una declaración de guerra del hampa organizada de Ecuador, contra el gobierno de turno, y donde, por cierto, los detenidos en una estación de TV, que fue asaltada, eran unos de nacionalidad colombiana, y los otros, ecuatorianos; pero, claro, había que decir —de acuerdo al libreto—, que se trataba de venezolanos.

Como si fuera poco, los sesudos analistas de la derecha ecuatoriana impregnaron los medios de ese país y las páginas de diarios internacionales con la mentira que intenta establecer que "detrás de los disturbios y saqueos, está metido el chavismo, aliado de la revolución ciudadana en Ecuador". Otra vez la mentira repetida mil veces intentando hacerla realidad para ocultar el desastre socioeconómico y el mal momento que ya es prolongado en Ecuador. Afortunadamente, la mentira tiene patas cortas y el pueblo consciente de la patria grande sabe todo lo que Venezuela y sus gobiernos de los últimos veinte años han hecho por ayudar, de manera solidaria y desinteresada, a todos los pueblos de América Latina y el Caribe en pro de su liberación y recuperación de la soberanía.

Venezuela, si algo quiere y así lo ha dicho claramente el presidente Nicolás Maduro, es consolidar a América Latina como un territorio de paz donde, a decir de Bolívar: "... cesen los partidos y se consolide la unión". La aspiración es concretar el proyecto de la patria grande que pueda ser un bloque regional que haga el debido contrapeso a América del Norte y a Europa, y así lograr un equilibrio geopolítico que haga más humano nuestro mundo actual.

Venezuela apuesta a la recuperación de la paz y la institucionalidad de Ecuador y continuará ayudando a su estabilidad, a pesar de las matrices negativas y las mentiras a la carta que, a diario, intenta sembrar la derecha guerrerista y neofascista.

Dr. Luis Lira Ochoa