Historia viva | Día Escolar de la Paz

31/01/2024.- La madurez política del pueblo venezolano y la necesidad de politizar a la juventud venezolana —que crece y se desarrolla en la nación como acto emancipador para fomentar la conciencia histórica y la comprensión de los fenómenos sociales y políticos actuales y futuros, en la confirmación del concepto bolivariano de alcanzar la felicidad posible— es un desafío que implica la condición de vivir en paz. Ello comienza en las primeras edades, desde que somos escolares primarios hasta que dejamos de pensar. Nunca termina porque siempre comienza.

De manera que no se trata solo de la efeméride del Día Escolar de la Paz, que marca el calendario anual desde lo coyuntural, sino que es un reto estructurante para que las futuras generaciones, de manera clara, orienten sus ideas en el mejor sentido crítico y creativo del pensamiento humano, distinto a la conducta mecanizada, automática y poco edificante de la economía de mercado. En lo personal, no estoy seguro de si existe alguna filosofía respetable que pudiera sustentar el "pensamiento consumista" neoliberal que hoy satura las mentes de nuestros jóvenes y los atosiga de basuras dulces, juegos bélicos y otras toxinas digitales.

En recientes días, escuché en una radio privada en Caracas un programa destinado al mundo universitario, donde entrevistaron a un docente de la UCAB sobre el tema de los contenidos académicos y las investigaciones de las ciencias exactas y sociales. El entrevistado señaló que en Venezuela, desde hace años, no existen investigaciones ni producción de contenidos científicos. Es decir, que en el mundo escolar o académico formal de este país "se paralizó" la inventiva y la investigación. Para él, la generación de conocimientos no existe. Más extravagante no pudo ser este llamado "profesor" quien o miente deliberadamente, o es un ignorante.

A propósito del Día Escolar de la Paz, es conveniente precisar lo siguiente: en algunas universidades, valga decir, "autónomas" y en algunas privadas, subvencionadas por el Estado venezolano, no se han desarrollado los procesos de investigación para generar nuevos contenidos científicos, no porque el Estado no haya derogado los recursos, sino porque algunas administraciones autónomas desviaron, despilfarraron o mal administraron los recursos financieros destinados a esos propósitos. Pongamos como ejemplo la Universidad Central de Venezuela, con respeto a los profesores, estudiantes y personal administrativo que fueron testigos silentes de las mañas y hurtos de recursos que durante años fueron desviados a supuestos negocios personales de algunas autoridades. Dichas autoridades hoy deben recibir tratamientos legales por investigaciones administrativas que aclaren la verdad sobre estos asuntos dudosos.

Solo para hacer memoria, el 16 de enero de 2020, un titular de prensa nacional señaló que el vicerrector de esa casa de estudios, Bernardo Méndez, renunció a su cargo en la UCV, entre otras razones, porque

... el rectorado realizaba manejo arbitrario de los recursos obtenidos por la liquidación y alquiler de los bienes muebles e inmuebles de la Fundación Fondo de Jubilaciones, fondo de uso exclusivo para la seguridad social del personal docente y de investigación de la UCV.1

Además, también hay que revisar los catálogos de investigaciones y publicaciones en revistas arbitradas y repositorios de las universidades públicas de Venezuela para formarse una idea de lo que aquí se produce.

No por celebrar la paz debemos ocultar verdades que afectan la justicia, en tanto la consecución de la paz implica los actos de probidad que reivindican la ética social y política, la edificación de mentalidades emancipadas capaces de discernir entre el bien y el mal y de allí, como elemento constructivo, la de enseñar o aprender los nuevos paradigmas que permiten hacer del ser humano un sapiens, inteligente, creativo sensible y crítico.

La programación lúdica de la guerra, que la mayoría de las ventanas digitales tienen para el "entretenimiento" de los jóvenes en estos tiempos, forcejea con la necesidad de contar con generaciones de juventudes que pongan sus intereses, pensamientos y sentimientos en el horizonte de la paz, para el desarrollo de sus propias capacidades cognitivas, por ende, de la familia y, en consecuencia, de la patria.

Por fortuna, en la escuela venezolana, desde la primaria hasta la formación universitaria, en los últimos veinte años hemos vivido en paz, salvo las escenas violentas puntuales de las guarimbas en algunos sectores universitarios durante el periodo 2014-2017. No tenemos el fenómeno de la criminalidad extrema, como se expresa constantemente en las escuelas de Estados Unidos, donde las estadísticas de asesinatos en masa reflejan una crisis social terrible, sin desconsiderar la crisis estructural de la educación en ese país.

De esta manera, podemos señalar asertivamente que vivimos un proceso de paz estable, a pesar de la crítica situación de guerra económica y de sus consecuencias sociales, en un túnel de sufrimientos del cual estamos saliendo, al hacernos cada vez menos dependientes del poder transnacional de Estados Unidos.

Aún hoy los desafíos son darle mayor plusvalía al conocimiento social y al derecho que tiene este pueblo de ser libre, independiente y de vivir en paz con sus niños alegres y felices, en una sociedad que los reivindique y que reconozca en los jóvenes a seres educados, con sólidas convicciones éticas y con fundamentos en los principios bolivarianos de la dignidad, la soberanía, la verdad y el humanismo que estamos construyendo en estas tierras.

 

Aldemaro Barrios Romero

 

Referencia:

1 Por irregularidades renuncia vicerrector de la UCV. (2020, enero 16). Diario Vea. https://eldiariovea.home.blog/2020/01/16/por-irregularidades-renuncia-vicerrector-de-la-ucv/


Noticias Relacionadas