Hablemos de eso | Piratas

18/02/2024.- Los imbéciles del diario La Nación de Argentina escriben: “Esta madrugada despegó, al mando de agentes estadounidenses, el avión de origen venezolano-iraní que estaba retenido en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, desde el 6 de junio de 2022, en medio de un complejo entramado judicial”. El calificativo de imbéciles es generoso, porque imbécil significa: “Tonto o falto de inteligencia”, y ellos más bien son felones y tramposos, queriendo hacer pasar como noticia una maliciosa pieza de propaganda. 

El Boeing 747-300 fue comprado por Venezuela en enero de 2022 a la empresa iraní Mahan Air. Se trata, pues, de un avión venezolano, propiedad de la empresa Emtrasur, dedicado a funciones de traslado de carga, de hecho, en el momento de su detención arbitraria en Argentina, acababa de dejar una carga de repuestos y piezas para vehículos. El avión salió el 8 de junio rumbo a Montevideo, pero las autoridades uruguayas prohibieron su entrada al espacio aéreo de aquel país, de nada valieron los alegatos de la tripulación de falta de combustible, y tuvieron que regresar a Buenos Aires. Para sorpresa de la tripulación, sus pasaportes fueron retenidos, así como computadoras y teléfonos celulares. Un juez argentino había prohibido su salida del país.
Las notas tendenciosas de BBC Mundo aclaran las “sospechas”, todas basadas exclusivamente en la nacionalidad del avión y de sus 19 tripulantes: 14 venezolanos y 5 iraníes… 1): “La justicia argentina investiga si el avión, que antes perteneció a la aerolínea iraní Mahan Air, fue utilizado para realizar actividades sospechosas”, la nota no dice de qué son sospechosas, pero si eran iraníes y venezolanos uno se imagina; 2) “la tripulación era mucho mayor que la requerida”, no importa si se había aclarado suficientemente que los iraníes eran instructores de vuelo, proporcionados por la empresa vendedora para entrenar al personal venezolano; 3) Estados Unidos había impuesto sanciones a la línea Mahan Air, por “presuntos vínculos con la Fuerza Quds”, a la que BBC llama paramilitar, aunque es una división de la Guardia Revolucionaria de Irán, es decir, es una unidad militar de sus fuerzas armadas. A este respecto, lo que sí se sabe, es que Estados Unidos asesinó al comandante de la Fuerza Quds, teniente general Qasim Soleimani, en enero de 2020, mediante un ataque con drones en el territorio de un tercer país (Irak), violando la soberanía de aquel país y realizando una ejecución extrajudicial contra un alto personero de un país con el que no está oficialmente en guerra; 4) un diputado de la derecha argentina denunció ante la justicia “los comportamientos presumiblemente anómalos del vuelo de Entrasur” y señaló que podían ser parte de “una operación de la inteligencia venezolana y la inteligencia iraní en territorio argentino”, declaraciones que no merecen ningún comentario; 5) “Irán está acusada por Argentina de haber estado detrás del peor atentado terrorista de la historia de ese país”, y uno se pregunta qué tiene que ver el avión con eso y si había algún sospechoso de haber participado en aquella acción ocurrida en 1994. Si fuera por eso, deberían detener los aviones de las líneas estadounidenses, pues Estados Unidos sí participó en varios golpes de Estado en Argentina y apoyó la violación de derechos humanos de la última dictadura, cuyo hecho más notorio es la desaparición forzada de 30 mil personas.

Dejando a un lado tan estrafalarias razones, Argentina había retenido el avión y a su tripulación por pedido del Gobierno de los Estados Unidos. A 12 de los tripulantes se les regresó su pasaporte en septiembre y al fin pudieron salir de Argentina, a los otros 7 se les permitió la salida del país en octubre. En ninguno de los casos había pruebas y ni siquiera indicios que justificaran su retención. No obstante, no hubo disculpas, incluso el juez de la causa se excusaba: "Tuve que tomar una decisión, porque la Cámara Federal de La Plata (provincia de Buenos Aires) me dio un plazo determinado para resolver la situación y no tenía pruebas suficientes como para procesarlos. Tuve que dictar la falta de mérito”, y amenazaba con seguir la “investigación”.

Pero el avión 747-300 permaneció retenido en el aeropuerto argentino, por solicitud de Estados Unidos. 
Como se sabe, Emtrasur es filial de Conviasa, nuestra línea aérea bandera. Y Conviasa está “sancionada” por Estados Unidos, por eso, por ejemplo, Conviasa no ha podido reiniciar sus vuelos entre Caracas y Bogotá. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos “sancionó” a nuestra línea aérea el 7 de febrero de 2020. De acuerdo con el entonces secretario del Tesoro, Steven Mnuchin: “el régimen ilegítimo de Maduro depende de la aerolínea estatal venezolana Conviasa para trasladar a los funcionarios de su régimen corrupto a todo el mundo, a fin de alimentar el apoyo a sus esfuerzos antidemocráticos”.  Si eliminamos los adjetivos y las alusiones a intenciones malévolas, el asunto es que las “sanciones” a Conviasa se justificaban en la intención de impedir los viajes de funcionarios del Gobierno venezolano, que de todas formas han podido salir en el avión presidencial o vuelos chárter; por esa razón falsa, los viajes desde y hacia Venezuela desde el exterior se han hecho tan difíciles y caros, afectando tanto nuestras relaciones internacionales como el turismo, pues no importa cuál sea su destino, las “sanciones” contra Conviasa son extensivas a toda persona que asista (por ejemplo que provea gasolina a uno de nuestros aviones en un aeropuerto), patrocine y apoye financiera, material o tecnológicamente a Conviasa (¿desde comprar un pasaje hasta vender repuestos?).

Pero si de intenciones perversas se trata, ahí está el esfuerzo estadounidense en perseguir al Boeing 747-300 de Emtrasur, manía tan establecida que la BBC titula que con el robo del avión, al fin, Estados Unidos logra su propósito: “Tardaron más de año y medio, pero al final lograron su objetivo". En palabras de Markenzy Lapointe, fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Florida: “El decomiso por parte de Estados Unidos del avión de carga Boeing 747 culmina después de 18 meses de planificación, coordinación y ejecución por parte del Gobierno de Estados Unidos y nuestros contrapartes argentinos".

Ya develada la naturaleza conspiranoica de las “operaciones encubiertas” que estaría realizando la nave, la razón última que les quedó para concretar el robo, la confiesa CNN: “Su proceso de venta había sido ilegal. Emtrasur compró la aeronave a la empresa Mahan Air, y la ley estadounidense exige que las compraventas de bienes fabricados con tecnología en ese país, como Boeing, deben ser notificadas”. La ley estadounidense se aplicaría en cualquier lugar del globo, siempre que se cuente con un gobierno subordinado a los intereses norteamericanos. Un caso de piratería colonialista: la compra del avión evidentemente no se realizó en Estados Unidos, pero el propietario no podía vender sin el permiso imperialista… La subordinación del Gobierno argentino y sus jueces sometidos hicieron su trabajo de arrastrados. Este es el “mundo basado en reglas”, impuestas unilateralmente por el imperialismo.  

www.centrodescolonizacionvzla.wordpress.com

Humberto González Silva

 




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