Retina | Economía del imperio

19/02/2024-. Me cuenta un estudiante europeo de bachillerato que en sus clases le enseñan que la Unión Europea, por su grado de desarrollo, está cada vez más dedicada al sector terciario, es decir, al sector de servicios, y que corresponde a economías menos desarrolladas la extracción y recolección de materia prima, así como los procesos industriales de su transformación en mercancías. En otras palabras, obtienen riqueza con una menor producción y menos impacto.

Sé que exagero, pero el concepto que encierra esta visión me recuerda a Trantor, capital y sede administrativa del imperio galáctico de la saga Fundación e imperio de Isaac Asimov. El planeta es descrito como totalmente cubierto de metal, habitado por funcionarios, improductivo, dependiente de los suministros de otros planetas para poder funcionar y alimentarse.

Se sabe que Trantor es la transformación imaginaria de Asimov de su conocimiento de la Roma del imperio romano, capital improductiva también, que dependía de los productos elaborados o producidos en las provincias del imperio.

No le falta engreimiento a esta idea de que el desarrollo conduce a la especialización en el sector de servicios. Extraer, pescar, cultivar y producir, quedan dibujadas como actividades realizadas por países que han dedicado menos esfuerzo a “desarrollarse”.

Si se combina esta visión con el imperativo ambiental, cada vez más fuerte, se puede comprender también la aspiración, sin duda egoísta, a que ocurran lejos los procesos de producción que impactan el medio ambiente.

En la historia real de Roma o en la ficción de Trantor, resulta que las capitales se volvieron dependientes de una periferia con fortaleza económica que quiso transformar su independencia productiva en independencia política. Las metrópolis dominantes, la real y la de ficción, dependían cada vez más del aspecto militar para mantener sus dominios y no producían las riquezas necesarias para el despliegue, siempre muy caro, de sus efectivos en las provincias o los mundos rebeldes.

Le digo al estudiante que las enseñanzas básicas de la economía política postulan que la riqueza se genera en la producción, en la transformación de la materia prima.

Hoy, cuando los turistas visitan París, Roma o Madrid, tres antiguas capitales de imperios, si adquieren miniaturas de la torre Eiffel, del Coliseo romano o del Quijote, tres souvenirs clásicos de estas capitales que, si los compradores revisan bien, verán que los recuerdos de Europa se fabrican en china.

 

Freddy Fernández

@filoyborde


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