La ignorancia, el prejuicio, la sobreprotección, el temor o la vergüenza son algunas de las causas que hacen que un individuo con epilepsia no practique alguna actividad física o un deporte. En algunos estudios se ha comprobado que estas personas son más sedentarias que la población en general, aun sabiendo que no existe sustentación científica que oriente a una limitación del ejercicio en dichas personas.

La epilepsia es una enfermedad neurológica producida por muchas causas; se caracteriza por convulsiones, ausencias o actos automáticos provocados por descargas eléctricas anormales de las neuronas cerebrales.

Son muchísimos los beneficios del deporte en los individuos afectados de epilepsia. Entre los aspectos positivos o los beneficios directos, se pueden mencionar el acondicionamiento físico, protección para la aparición de crisis, alivio emocional, mejores destrezas sociales, mayor adherencia al tratamiento farmacológico, prevención de la osteoporosis y mejora en la calidad de vida de los pacientes y sus familias.

Obviamente las particularidades o características de cada paciente serán determinantes para la adaptación de la actividad física o el deporte a sugerir, ya que los estudios basados en la evidencia sitúan a la actividad física y el deporte en la categoría de terapia complementaria para las personas con epilepsia, que –a un bajo costo– logra grandes beneficios.

De manera sensata y acorde con las particularidades de cada paciente, se debe prescribir u orientar el tipo de actividad física que se vaya a realizar; el llamado es a promover el deporte y la actividad física como una herramienta terapéutica en los pacientes con epilepsia, así como a desarrollar estudios clínicos que soporten con mayor contundencia los efectos de los diferentes tipos de actividad física en las diversas poblaciones de pacientes con esta enfermedad.

Las actividades físicas recomendadas para estas personas involucran las que trabajan la flexibilidad, la resistencia y la fuerza; en cuanto a los deportes, el atletismo, gimnasia, tenis, los acuáticos, baloncesto, fútbol, entre otros, siempre y cuando las crisis estén bien controladas. Con relación a los no recomendados, tenemos el paracaidismo, escalada, esquí acuático, surf, automovilismo, entre otros, ya que pueden tener caídas y traumatismos severos si no están con la medicación adecuada.

Ydalmis Bravo