Historia viva | El Caracazo, 1989

28/02/2024.- La memoria, así como es interminable o infinita, también puede volverse un arma de liberación. El olvido es ese riesgo constante que debemos tener presente.

Por estas razones, y a pesar del dolor que causó el Caracazo del 27 y 28 de febrero de 1989, siempre es bueno mantener esta fecha en la memoria.

En ese entonces, las principales acciones del paquetazo que impuso el Fondo Monetario Internacional (FMI) las avaló el gobierno de Carlos Andrés Pérez para seguirse endeudando con la Reserva Federal y sus instrumentos de dominación económica: el FMI y el Banco Mundial. El pueblo venezolano no lo toleró: salió de sus casas y tomó las calles.

Las medidas implementadas habían sido las siguientes:

  • Privatización de las empresas no estratégicas en manos del Estado.
  • Liberación de las tasas de interés activas y pasivas en todo el sistema financiero hasta un tope temporal fijado en alrededor del 30%.
  • Unificación cambiaria con la eliminación de la tasa de cambio preferencial y, por tanto, la desaparición de la criticada Oficina de Régimen de Cambios Diferenciales (Recadi).
  • Determinación de la tasa de cambio en el mercado libre de divisas y realización de todas las transacciones con el exterior a la nueva tasa flotante.
  • Liberación de los precios de todos los productos, a excepción de 18 renglones de la cesta básica.

Además, tomaron otras decisiones:

  • Incremento gradual de las tarifas de servicios públicos como teléfono, agua, electricidad y gas doméstico, junto a un alza general de precios en las empresas públicas.
  • Aumento anual en el mercado nacional, durante tres años, de los precios de productos derivados del petróleo, con un primer incremento promedio del 100% en el precio de la gasolina.
  • Alza inicial de las tarifas del transporte público en 30%.
  • Racionalización y eliminación progresiva de los aranceles a la importación.
  • Reducción del déficit fiscal a no más del 4% del producto territorial bruto (PTB).
  • Aumento de sueldos en la administración pública central entre el 5 y el 30%, e incremento del salario mínimo a Bs. 4.000 en el área urbana y a Bs. 2.500 en el área rural.
  • Congelación de cargos en la administración pública.

Esto provocó marejadas populares en las principales ciudades del país, los días 27 y 28 de febrero de 1989, insurrección que no pudo ser contenida sino con las armas de la entonces Policía Metropolitana y las Fuerzas Armadas. Así se produjo un genocidio cuyo total de personas asesinadas se desconoce con exactitud hasta el día de hoy.

El 17 de febrero de 1989,

... el Banco Central de Venezuela liberó las tasas de interés, fijó las modalidades con que se financiarían las cartas de crédito del sector privado y anunció que en dos o tres meses comenzarían a recibirse los fondos de un crédito stand-by por unos US$ 1.500.000.000 otorgado por el FMI.

Los empresarios de Fedecámaras aplaudían a rabiar, mientras que la república empezó a entregar petróleo para pagar una deuda que se hizo interminable.

Los anuncios de las restrictivas medidas económicas tenían en expectativa a los sectores populares en todo el país. Dos días después del anuncio del FMI, el 19 de febrero de ese año, en Caracas,

... se celebró un matrimonio entre miembros de las familias Cisneros-Tinoco, dueñas de los monopolios más influyentes del país. La fastuosa ceremonia fue llamada por la prensa "la boda del siglo", y sus selectos licores importados, trajes extraordinarios, exóticos pasapalos, regalos fabulosos, vehículos Rolls-Royce, personajes de la jet set internacional y extravagancias por el estilo, constituyeron los ingredientes de una fiesta que consumió, según cálculos conservadores, "más de siete millones de bolívares".

Para ese entonces, tal monto alcanzaba la cifra aproximada de un millón de dólares.

Diez días después, el país había estallado en llamas de ira popular ante el arrebato de su derecho más sagrado: la comida. El pueblo pagó con miles de vidas el atrevimiento rebelde de salir a la calle a reclamar lo que consideró una afrenta contra su existencia.

Hemos revisado el trabajo titulado Cronología de una implosión, producido por el Minci en 2011. Las informaciones hemerográficas allí recopiladas no dejan de sorprendernos por cuanto, a pesar del estremecimiento de las estructuras burocráticas del Estado y la gravísima situación que transitó el país, el gobierno de Carlos Andrés Pérez insistió en el desangramiento de la economía y la entrega flagrante de los recursos del país tanto a la banca privada —o, lo que es lo mismo, a los monopolios económicos— como a las trasnacionales petroleras, especialmente norteamericanas.

La corrupción se desplegó como un cáncer metastásico en todo el cuerpo de la administración pública, mientras que el diario El Nacional desplegaba la noticia: "Estados Unidos comprará más petróleo venezolano. No se aplicarán impuestos a las importaciones".

Debieron transcurrir diez años más para encontrar luz en aquel túnel donde nos sumergieron, sin oxígeno.

 

Aldemaro Barrios Romero


Noticias Relacionadas