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La cuaresma te da chance para redimirte

 
Como la Biblia está escrita en parábolas y lenguaje interpretativo, pues que cada quien interprete y al que le caiga que la chupe.
 
 
 
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04/03/2024.- Si las matemáticas modernas no fallan y si las enseñanzas del profe cubano Aurelio Baldor no fueron en vano, la que inicia es la semana intermedia –plena mitad– de la Cuaresma de este bisiesto 2024, lo que obliga a preguntarnos qué hemos hecho de lo que dicta la tradición católica para estos días. No basta con vociferar ni con perdonar de la boca pa' afuera.
 
¿Acaso nos hemos identificado con lo exigido cada viernes de este lapso que representa los 40 días del aislamiento de Jesús en el desierto? Allí practicó el ayuno para fortalecer su espíritu y combatir a Lucifer antes de iniciar su rodaje litúrgico llevando la Iglesia y sus plegarias de manera pública.
 
El lapso comprendido entre Miércoles de Cenizas y Jueves Santo suma la totalidad de la Cuaresma. Días más que suficientes para salvar el alma o al menos hacer el intento de orar, ayunar y donar, para reflexionar, perdonar y buscar la reconciliación. Revísese introspectiva y sinceramente ¿cómo se ha comportado? Autoevalúese. No hay que ser católico para hacerlo bien. El país, herido, fragmentado y desbocado en la frenética carrera –de unos y otros– que desean conducir las riendas del noble bruto, lo requiere.
 
Esos cuarenta días, previos a la Semana Santa –más ansiada por las rumbas que por asuntos ético-religiosos– incluyen siete viernes, de los cuales ya pasaron –este año– el de las tentaciones, el de los panes y los peces, y el de los clavos, con todas sus implicaciones, referentes –según las Sagradas Escrituras– a la liberación de culpabilidad, eliminación de argumentos satánicos y para liberarnos de cualquier opresión. ¿Hizo usted algo de lo que pregona la filosofía de tan significativas fechas? Recuerde que no solo de pan vive el hombre. Jamás ponga a prueba el poder del Creador, a quien usted debe servir. ¿Pero... cómo? ¡Coño!, ayudando al prójimo. Multiplicando los recursos y velando para que haya respeto y equidad, incluyendo, abrazando, mostrando gratitud y capacidad de aceptación.
 
Corresponde el turno al viernes de la samaritana, cuyo significado es de misericordia, porque brindó desinteresadamente agua viva a Jesús en plena penuria, en clara alusión a los dones de Dios entregados luego por su hijo a la humanidad. ¿Dónde están los samaritanos modernos?
 
Sucederán luego los viernes de Lázaro ­–su bonhomía lo hizo ganarse el milagro de la resurrección– el viernes de Los Dolores, donde se conmemora a la Virgen María por el lógico sufrimiento de una madre que atestigua el viacrucis de su hijo y que el catolicismo expresa en varias advocaciones, Nuestra Señora de Los Dolores, de La Amargura, de la Piedad, de las Angustias y La Dolorosa. Y se finaliza la cuaresma con la inclusión del Viernes Santo, en plena Semana Santa, en su día luctuoso por la crucifixión y muerte de Jesús en el monte del Calvario.
 
Como la Biblia está escrita en parábolas y lenguaje interpretativo, pues, que cada quien interprete y al que le caiga que la chupe. Si usted no ha cumplido algunas de las exigencias de la fe católica –u otras religiones fundadas en estos rituales– durante los viernes transcurridos, aún tiene opción y tiempo de redimirse. Demuestre su fuerza interna. Ore. Perdone. Ayune. Absténgase. Ame al prójimo. Dé algo suyo para beneficio colectivo. Incluya. Respete la otredad y la diversidad de gustos y pensamientos. Recuerde que Dios y el Diablo, omniscientes como son, lo ven y lo saben todo. No hay manera de esconder pecados ni faltas, por muy inocuas que usted crea que son. Entre Cielo y Tierra no hay nada oculto. Fe. Es la hora de exculparse y portarse bien. He dicho.
 
Luis "Carlucho" Martín 

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