Palabr(ar)ota | De mejores sitios me han botado

06/03/2024.- En su ya remota juventud, mi hermano tuvo una novia incapaz de llevarse bien con su futura suegra. Siendo así, no tardó en tener problemas con mi madre, quien tampoco se dejaba llevar por la nariz. En medio de una discusión por quién sabe qué banalidad, mi madre le gritó a la muchacha que saliera de su casa y no se le ocurriera volver por el resto de su vida. La exnuera se paralizó por unos segundos, luego tomó aire, respingó la nariz y dando media vuelta enunció un alto y sonoro: “De mejores sitios me han botado”; y salió dando un portazo de los que solo ocurren en los artículos de Roberto Malaver.

Mi madre vivió atormentada durante semanas. No porque extrañase a la susodicha,ni por la consiguiente pataleta de su enamorado hijo mayor. Lo que le impedía dormir era el esfuerzo por entender que su exnuera se mostrara tan orgullosa de sus botadas y, además, que los sitios de tan expulsivos acontecimientos estuvieran jerárquicamente clasificados de mejor a peor. En un español mordido de su dialecto italiano, no dejaba de preguntarse: “¿Ma como e’ eso de que la botaron de meores sitios?” y “¿de qué está orgogliosa?”

Murió sin tener respuesta.

Yon Goigoechea no conoció a mi madre, pero puede ser el causante de que sus cenizas se cimbraran de espanto a causa de la enigmática frasecita, pronunciada por Goicoechea al enterarse de que la Internacional Socialista había decidido expulsarlo de su seno a Voluntad Popular.

Vamos a ver: cierto es que hay en el mundo mejores y peores lugares, aunque el verdadero problema no sea el espacio, sino quien lo ocupa. Y claro, que lo boten a uno de la Organización Internacional de Adecos no debería conllevar un especial desprestigio, salvo que esa organización –tomada hasta los tuétanos por la derecha– te expulse por estar yéndote demasiado a la derecha, lo que viene a significar que vas en caída libre por el barranco del fascismo.

En todo este asunto hay un problema de lógica. La manera como Goigoechea dijo el aserto en cuestión parecería implicar una relación directa entre la calidad del sitio del que te echan y el aumento del prestigio de quien es echado. En realidad el asunto funciona al revés, a mayor lustre de la institución de la que te expulsan, peor parado quedas.

Alguien debería darles una clase de lógica elemental a Goigoechea y a todos los de Voluntad Popular para que, la próxima vez que los excreten de alguna parte, declaren algo más ingenioso, en vez de salir con semejante pendejada.

Cósimo Mandrillo

 


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