Hace 97 años García Márquez abrió los ojos entre Macondo y Aracataca

Latinoamérica celebra el natalicio del escritor colombiano releyendo su obra extensa

García Márquez siempre cargaba consigo una flor amarilla como amuleto de buena suerte.

 

06/03/24.- Este 6 de marzo, se conmemoran los 97 años del natalicio del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, considerado uno de los más importantes de Latinoamérica de mediados del siglo XX.

Su obra literaria trascendió con el paso de los años, al convertirse en el creador del realismo mágico, un género que combina lo fantástico y real de la vida humana, frente a hechos inexplicables.

Desde su creación del universo de Macondo, partiendo por el cuento Isabel viendo llover en Macondo, hasta las novelas La mala hora, El coronel no tiene quien le escriba y Cien años de soledad, que lo consagraría a escala mundial, Gabo, como le llamaron sus amigos más cercanos, no se detuvo en innovar con la narración de sus historias, cargadas de raíces autobiográficas, de su nacimiento y crianza en el municipio de Aracataca.

El reconocimiento internacional que García Márquez logró con el libro de los José Arcadios y Aurelianos Buendía, lo combinó con una de sus primeras pasiones: el periodismo.

Gabo en la sala de redacción del diario El Espectador en 1954 ubicado en Bogotá.

 

Desde finales de la década de los 40, Gabo fue reportero de diarios locales, hasta que pudo lograr renombre con reportajes como el del marinero Luis Alejandro Velasco, un sobreviviente de la embarcación ARC Caldas que partió en 1955 desde el Puerto de Mobile, en Alabama, Estados Unidos, rumbo a Colombia.

El reportaje se publicó por capítulos en el diario El Espectador y en los 80 apareció como libro bajo el título Relato de un náufrago, con éxito de ventas e impacto en la sociedad debido a que mostró más allá del testimonio del sobreviviente que estuvo casi diez días sin comer sobre una balsa, expuesto al sol, logró incrementar la circulación de ejemplares de periódicos para la época.

Otro detonante de la historia fue que reveló detalles sobre el contrabando que había dentro del barco en el que viajaban los tripulantes. 

También el estilo que empleó García Márquez, combinando elementos literarios con el periodismo, dándole a la Comunicación Social otro nivel y una óptica distinta de lectura.

Pero todo el trabajo literario y periodístico de Gabo se recompensó en 1982, cuando la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura, "por sus novelas e historias cortas, en las que la fantasía y la realidad se combinan en un mundo rico de imaginación, reflejando la vida y los conflictos de un continente”.

Caracas en la vida de Gabo

Previo al reconocimiento mundial como escritor, García Márquez llegó a Venezuela por primera vez en 1957, desde el puerto de La Guaira, buscado por su colega paisano, amigo inseparable y compadre Plinio Apuleyo Mendoza, quien vivía en la capital desde muchos años para ese momento.

A su llegada, trabajó para las revistas Momento, Élite y Venezuela Gráfica, en las que publicó reportajes extensos de toda índole.

Gabo estuvo en Caracas durante el derrocamiento del general Marcos Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958, por lo que presenció a la población celebrando la caída de una dictadura, hasta escribir notas y trabajos especiales sobre el hecho.

García Márquez junto a los historiadores venezolanos Vinicio Romero Martínez y Guillermo Morón.

 

Uno de ellos se llamó La generación de los perseguidos, donde cuenta la historia de cuatro personajes venezolanos que regresaron del exilio tras la caída del Gobierno perezjimenista, ante un panorama positivo para el momento, en el que se esperaba el restablecimiento de la democracia: Gustavo Machado, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba y Rafael Caldera.

Pero Gabo en Caracas, durante la década de los 50, era un periodista que aprovechaba el fin de la jornada en la sala de redacción por las noches, para aprovechar de escribir un cuento que años después vería la luz: Los funerales de la mama grande.

García Márquez describió de forma jocosa, algunos recuerdos de la capital en 1958, incluido en un escrito de su puño y letra, titulado Memoria feliz de Caracas:

"Me casé para siempre (con Mercedes Barcha), viví una revolución de carne y hueso (23 de enero de 1958), tuve una dirección fija (un apartamento en el edificio Roraima de San Bernardino), me quedé tres horas encerrado en un ascensor con una mujer bella, escribí mi mejor cuento (La siesta del martes) para un concurso que no gané, definí para siempre mi concepción de la literatura y sus relaciones secretas con el periodismo, manejé el primer automóvil y sufrí un accidente dos minutos después (con el carro de Soledad Mendoza, hermana de su compadre Plinio Apuleyo Mendoza), y adquirí una claridad política que habría de llevarme doce años después a colaborar con un partido en Venezuela (MAS)".

Gabo junto al maestro del arte cinético Jesús Soto y el doctor Alfredo Tarre Murzi.

 

De acuerdo al libro Gabo nació en Caracas, no en Aracataca, del periodista venezolano Juan Carlos Zapata, Venezuela fue uno de los primeros países que premió la novela Cien años de soledad.

En 1972, recibió en Caracas el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, por el mundo realista y mágico de Macondo, estuvieron presentes, su colega peruano Mario Vargas Llosa, el crítico literario uruguayo Emir Rodríguez Monegal y el doctor Alfredo Tarre Murzi.

La recompensa monetaria para Gabo por el premio era de cien mil bolívares (22 mil 500 dólares para la época), la cual donó a su amigo y político Teodoro Petkoff, para la creación del partido político Movimiento al Socialismo (MAS).

Como dato curioso sobre la importancia de Caracas en la vida de García Márquez, según lo relata Zapata en el libro previamente mencionado: el escritor fue a recibir el Premio Nobel, vistiendo un liquiliqui.

El escritor creía en la pava o mala suerte y en ese evento decidió usar el traje típico venezolano, porque considera que vestir con frac y flux era "pavoso", así que optó por usar una vestimenta, con la que rindió homenaje a un país y a una ciudad que fue testigo de sus primeros pasos como escritor querido y admirado por multitudes.

Novela póstuma

La revista digita Lengua, perteneciente a la editorial Penguin Random House, publicó recientemente las primeras líneas de la novela inédita del escritor colombiano, Gabriel García Márquez, que lleva por título En agosto nos vemos, cuya publicación oficial se realizará este miércoles 6 de marzo.

Desde que se dio a conocer a la comunidad literaria internacional, la noticia sobre esta obra literaria póstuma, generó expectativas por quienes han seguido el legado del también galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1982.

Según la revista, la novela comienza de la siguiente manera, a la semejanza de libros como Cien años de soledad o El amor en los tiempos del cólera:

En su natalicio García Márquez sorprende a sus seguidores con una novela inédita.

 

“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las tres de la tarde. Llevaba pantalones vaqueros, camisa de cuadros escoceses, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una sombrilla de raso, su bolso de mano y como único equipaje un maletín de playa”.

El libro aborda temas como la exploración sexual desde la óptica de una mujer, así como el deseo, entre otros elementos, que la editorial revelará, cuando se conmemoran 97 años de su natalicio y previo a los 10 años de su partida física el 17 de abril de 2014.

Según lo reseñado por Penguin Random House, señalan que la novela se conoce hasta ahora porque Gabo, trabajó en su creación de manera profusa empleando su “nivel de autoexigencia superlativo” y que fue la razón por la que decidió no publicarla.

Cabe recordar que los hijos del afamado escritor, Rodrigo y Gonzalo, recuperaron la novela entre un conjunto de documentos, que formaban parte de una colección de sus manuscritos en el archivo Harry Ransom Center, de la Universidad de Texas, Estados Unidos.

EMMANUEL CHAPARRO RODRÍGUEZ / CIUDAD CCS


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