Estoy almado | Su camino no es electoral
09/03/2024.- El sector de la ultraderecha venezolana, elegido y financiado este año por EE. UU. bajo el rótulo de la "oposición democrática", nunca respetará el sistema electoral, aunque otros partidos opositores sí hayan logrado en el pasado victorias en las elecciones. A ese sector lo que le queda es repetir en el exterior que el Poder Electoral es tramposo, y, por tanto, el supuesto fraude está contra ellos. No es nuevo, solo que en cada comicio cambian de personajes y partidos, pero el esquema es el mismo.
Es un relato que les funciona como salvavidas cuando inevitablemente saben que perderán o que no tienen posibilidades reales de ganar en buena lid; es decir, con votos. Eso dice mucho de ellos porque, si supuestamente son mayoría y tienen un proyecto de país para todos, ¿para qué atacar al árbitro y al propio proceso electoral? Mano segura nunca se tranca…
Sin embargo, en su caso, se trata de un comodín para justificarse ante sus financistas de Occidente cuando no logran concretar la ficción que venden en los meses previos a las elecciones. Eso hace que se revictimicen permanentemente. Así han logrado disociar a parte de su electorado, llevándolos al extremo de la abstención.
Luego, cuando vuelven al ruedo comicial por órdenes del norte, como ahora, les dicen a sus simpatizantes que esta vez sí hay que sufragar, pero siempre dejando la sospecha de que les pueden robar los votos.
Ese guabineo antidemocrático, que raya en el golpismo, se mantiene para estas presidenciales. Por esa razón dijeron que les parece "poco tiempo" la fecha anunciada para la venidera elección presidencial. Si el Poder Electoral hubiese anunciado los comicios para diciembre, entonces dirían que es "mucho tiempo", y que seguro era una jugada para "oxigenar" al chavismo en la carrera electoral.
De parte de ellos, nunca habrá una posición sensata ni mucho menos de respeto a las normas. Sus peticiones consisten en que les cumplan sus caprichos, los cuales casi siempre están al margen de la ley, pero que al negárselos los presentan como una irregularidad en el proceso. Y así actúan en cada elección. No hay diferencia en ningún año.
En el fondo no quisieran medirse en un proceso comicial para llegar al poder. Por eso intentaron "las salidas", las aventuras militares, los planes de magnicidio, el gobierno interino, la invasión por Cúcuta y un largo etcétera. Quieren arrebatar el poder y que se les aplauda por esa acción.
Cuando cumplen con lo debido es porque se los ordenan desde afuera, como ocurrió cuando se reportaron a última hora al diálogo del Parlamento para presentar al CNE propuestas de calendario electoral. Menos mal que Jorge Rodríguez lo contó todo en rueda de prensa. De esa forma no le siguen mintiendo ni a la comunidad internacional ni a su propio electorado.
Lo que todavía no le dicen al mundo es que Vente Venezuela, el partido elegido en Washington como la nueva oposición, no ha revalidado su registro en el CNE, como lo exige la norma electoral.
Entonces, del 21 al 25 de este mes, pasarán dos hechos con los cuales ellos harán bulla internacional. Lo primero, ya se sabe: la ultraderecha no podrá inscribir a su candidata porque está inhabilitada, y además su organización política no podrá participar en las elecciones porque se dedicó en los últimos años a llamar a la abstención, lo cual evidencia, una vez más, que el camino de la ultraderecha no es electoral.
Manuel Palma