Claves sobre la escalada de la violencia en Haití

Bandas armadas provocan la dimisión del primer ministro Ariel Henry

Las pandillas y una parte de la población exigieron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, quien luego dimitió.

 

13/03/24.- La escalada de violencia desatada por bandas armadas en Haití, han provocado el ataque indiscriminado a estaciones policiales, infraestructura, oficinas estatales y sumido a la población en un caos donde las pandillas se han unido para desafiar el Estado e imponer su ley a bases de secuestros, extorciones, violaciones sexuales y asesinatos.

Las bandas criminales, que controlan la mayor parte de la capital, Puerto Príncipe y las carreteras que conducen al resto del territorio, atacan desde hace varios días comisarías, prisiones y tribunales.

Las pandillas y una parte de la población exigieron la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, que se encontraba fuera del país y luego dimitió.

El pasado lunes, el Consejo de Seguridad de la ONU pidió a todos los actores políticos de Haití que lleven a cabo "negociaciones serias" para "restablecer las instituciones democráticas del país".

Origen de las pandillas

Las pandillas fueron producto del dictador Papá Doc y presidentes posteriores que las usaron para someter la población.

 

Sin embargo, las pandillas son un fenómeno de larga data en el país, están vinculadas a una tradición de grupos armados no estatales que se remonta a los años 50, con el desarrollo de los "tonton macoutes" del presidente François (Papá Doc) Duvalier.

Entre 1957 y 1986, el dictador "Papá Doc", y luego su hijo Jean-Claude Duvalier, sometieron a la población al control total de esta milicia personal.

A principios de la década de 2000, las "Quimeras", partidarios armados del entonces presidente Jean Bertrand Aristide, igualmente sembraron el terror.

Y hoy, "la influencia de los políticos y de los actores financieros en las actividades de las bandas es de carácter sistémico", estiman los expertos de Naciones Unidas según su informe del 2023.

Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, Haití atraviesa una profunda crisis. Bandas armadas han tomado el control de franjas enteras del país de 11.6 millones de habitantes, incluida la capital, Puerto Príncipe.

Unas 23 bandas operan en la capital y controlan el 80 % del territorio. Están agrupadas en dos coaliciones principales involucradas en guerras territoriales: la "Familia G9", liderada por Jimmy Chérizier, alias "Barbecue", y el G-Pèp.

¿Quién es “Barbecue” y qué exige?

Jimmy "Barbecue" Chérizier, es un expolicía que lidera una de las dos principales bandas: la "Familia G9".

 

Jimmy "Barbecue" Chérizier, un expolicía a quien le gusta presentarse como "revolucionario", encabeza una de las pandillas más poderosas de Haití, que no duda en atacar infraestructuras clave y pedir la cabeza de las élites.

El líder de la alianza de bandas "Familia G9" es una de las figuras públicas que está detrás de la escalada de violencia de los últimos días en el país caribeño, devastado por una crisis de seguridad, humanitaria y política.

"La batalla durará el tiempo que sea necesario. Seguiremos luchando contra Ariel Henry. Para evitar daños colaterales, mantengan a los niños en casa", dijo el líder pandillero en una conferencia de prensa el 1 de marzo.

Fuerza multilateral frustrada

En octubre de 2023, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el despliegue de una fuerza multinacional de asistencia a la Policía de Haití. La misión, de unos 1.000 agentes, está liderada por Kenia y varios países caribeños, pero la medida no ha impedido que la violencia criminal se imponga en el país. La más grave, el asalto la semana pasada contra dos de las mayores prisiones de Puerto Príncipe, lo que liberó a más de 4 mil prisioneros.

A raíz de la renuncia de Ariel Henry, Kenia ha comunicado el aplazamiento de su despliegue policial para encabezar la misión multinacional que debe atajar la crisis de seguridad haitiana, lo que ahonda la crisis de seguridad que vive el país.

Maduro rechaza fuerza extranjera en Haití

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que Haití ha sido “descuartizada y martirizada” por la mano del intervencionismo extranjero al que le conviene perturbar la paz de la nación caribeña para ocuparla militarmente por la fuerza, con la excusa de su pacificación.

“A Haití la han descuartizado desde adentro, y luego llegó la fuerza destructiva del narcotráfico”, dijo el jefe de Estado, al tiempo que sugirió que el asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse, fue producto del narcotráfico.

“La solución en Haití tiene que ser una solución integral, en lo económico, en lo social y tiene que haber un proceso de pacificación interno: ahora quieren meter a un ejército extranjero en Haití y han querido matar durante un siglo la historia gloriosa de Haití”, dijo el Presidente.

“Lo que está pasando en Haití lo querían hacer en Venezuela, en las guarimbas de 2014, de 2017 y el año pasado con los ataques a altos funcionarios perpetrados por bandas criminales”, dijo el mandatario, quien destacó que “las bandas criminales son la nueva forma para dominar países” que ha ideado el imperialismo, aseguró.

CIUDAD CCS


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