Historia viva | Guerra civil en Estados Unidos

03/04/2024.- A propósito de un nuevo aniversario del asesinato del líder civil norteamericano Marthin Luther King es bueno revisar algunos asuntos sorprendentes sobre las causas y consecuencias referidas a los derechos civiles en ese país.

El asesinato de Martin Luther King el 4 de abril de 1968, no fue casual y significó el corolario de una crisis social que aún hoy no ha podido ser superada por ese país y que ocurre como un magma infernal social interior que en cualquier momento explotará y que, como resultado de las presiones económicas a vastos sectores oprimidos, estallará en un formato de guerra civil, un pronóstico que nadie desea.

Es bueno recordar que para el mes de agosto de 1965, el gobierno de Lyndon Johnson le dio la aprobación a la Ley de Derecho al Voto que permitió la votación de los ciudadanos de piel oscura en todo el territorio estadounidense, una verdadera vergüenza cultural, en tanto era una de las naciones más avanzadas del mundo, pero donde se le prohibía a hombres y mujeres negras votar libremente en algunos estados de la Federación.

Desde los inicios de los años 60, Martin Luther King había liderado un movimiento civil pacífico para que los derechos de la población negra en EE. UU. fueran reconocidos. Luego de manifestaciones públicas y campañas sociales este pastor luterano llamó a la resistencia pacífica, emulando de alguna manera las enseñanzas de Mahatma Gandhi en la India, durante los años 30 y 40 del siglo XX.

Una de esas marchas fue la monumental congregación realizada en Washington DC el 28 de agosto de 1963, cuando Martin Luther King pronunció el memorable discurso “Yo tengo un sueño” que colocó en el imaginario político y social de la época las claves para la justicia social, igualdad y derechos civiles de todos los ciudadanos sin discriminación religiosa, color de la piel o condición económica.

Fue un movimiento que estremeció las cimientes de la sociedad norteamericana, y que simultáneamente estimuló manifestaciones a lo largo y ancho de Estados Unidos, igual en los Ángeles con huelgas o manifestaciones muchas veces violenta como en Chicago con enfrentamientos de manifestantes negros contra la Guardia Nacional y de donde resultaron centenares de muertos y heridos.

Lo que siguió a aquel evento en Washington y que era la continuación de las luchas libradas por el pueblo estadounidense de a pie, en las Guerra de Independencia, la Guerra Civil y ahora por los derechos civiles era la continuación de un proceso que arrastraba la herencia del esclavismo, del racismo, pero sobre todo de la pobreza.

El historiador Howard Zinn señala en su libro The people history of the US: “Martin Luther King estaba consciente, cada vez más, sobre los problemas relacionados con los derechos civiles y sus leyes, problemas que venían de la pobreza. En la primavera de 1968, él comenzó a hablar del temor advertido de algunos líderes negros de perder amigos en Washington porque asociaba el tema de la guerra a la pobreza cuando señaló: “Nosotros estamos gastando todo ese dinero en muerte y destrucción, y no hay suficiente dinero para la vida y el desarrollo constructivo…”.

Ese pensamiento de Martin Luther King no gustó a la dirigencia blanca, ni federal, ni estatal, y por eso ocurrió la tragedia el 4 de abril de 1968 cuando un supuesto fanático de nombre James Earl Ray disparó su rifle 30.06 al cuello con perforación en la cervical del líder negro, que acabó con su vida.

Sin embargo desde aquellos discursos antiguerra y por la paz, el FBI le siguió los pasos a Martin Luther King, le grabó sus conversaciones privadas, envió cartas amenazantes falsas una de las cuales previó un supuesto suicidio, un informe sobre el caso fue presentado en el senado de EE. UU. en 1976 en el que el FBI preveía la destrucción del líder negro y su sustitución por otro dirigente más cómodo para el Gobierno de Estados Unidos.

A pesar del discurso pacífico de Martin Luther King y sus llamados a la paz, la violencia se desató en Estados Unidos luego de su asesinato y centenares de manifestantes perdieron la vida durante las acciones violentas desatadas en Washington, Detroit, Boston, Los Ángeles, Georgia, Chicago y en todas las principales ciudades de Estados Unidos.

Es una historia que no ha terminado en la que la pobreza, el racismo y la discriminación social, pocas veces mostrada en los medios, perviven en Estados Unidos y tiene unos detonantes que se manifiestan en episodios violentos cuando las fuerzas de seguridad intervienen de manera desproporcionada en sectores barriales de las grandes ciudades contaminadas por la delincuencia, la drogadicción, el abuso a las mujeres y las disfuncionalidad familiar, secuelas del capitalismo salvaje contra los que luchó Martin Luther King.

Aldemaro Barrios Romero

 

 


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