05/04/2024.- ¡Nos van a volver a joder otra vez! Tenemos doce –una docena– de candidatos y no tenemos ninguno. Ese peo con el filósofo Manuel –Monómeros– Rosales y la filósofa Corina –Académica– Yoris, nos dejaron fuera de toda vaina. No sabemos qué coño estamos haciendo ahí. El filósofo Rosales explica que esperó y esperó hasta que se decidió a inscribir su candidatura porque la Plataforma tiránica no tomó una decisión. Lo único bueno de ese peo fue que nosotros, gracias a nuestros opinadores y a nuestros medios, logramos implantar la opinión de que fue culpa de la dictadura que no quisieron inscribir a la filósofa Yoris de Uruguay. El peo es entre nosotros y con la ley electoral, pero pusimos a correr la voz por todas partes de que se trata de una nueva estafa de la dictadura, y hasta Lula, Petro y Mujica se comieron ese embuste y cayeron mansitos, y por ahí ganamos una, coño, al fin, ganamos una, porque ya nadie sabe cuántos errores hemos cometido en esta dura carrera al poder. Lo malo es que seguimos pelando bola y todavía no sabemos con quién nos vamos a tirar al agua mansa. El filósofo Rosales anda pensando, luego insistiendo en que él pone su tarjeta a la orden, incluso la tarjeta Mi Negra, para ver qué carajo van a hacer con eso, porque ya no quedan candidatos ni se puede inscribir más nadie. El filósofo dijo que él se inscribió porque él no quiere llegar de segundo, él quiere sacar al dictador del poder y espera que la otra gente, es decir, María –Súmate– CM, no se les ocurra llamar a la abstención, porque él quiere ganar su vaina. Y nosotros también. 

Desde todas partes hemos recibido apoyo. Y eso nos alegra, aunque sabemos que con ese apoyo no se llega a ninguna parte, allí está, por ejemplo, el Grupo de Lima, que peló bola al poco tiempo. Es que estos chavistas uno no sabe qué carajo hacen o a quién le rezan para que se salgan siempre con la suya. Ahora también estos carajos nos van a volver a joder, porque no estamos claros. Y por lo visto ya no hay mucho para dónde coger. Lo que sí es verdad es que hay gobiernos que no atienden a sus países y viven preocupados por nosotros. El presidente que en este momento no esté preocupado por lo que pasa en Venezuela, está orinando fuera del recipiente. Es decir, no se ocupan de su vaina y declaran contra Venezuela y sus elecciones. Y todo por culpa de nuestra malcriadez infantil. Esa vaina de María –Súmate– CM, que se dice la líder de este proceso de oposición, y no fue capaz de inscribir una tarjeta en el CNE porque ella nunca ha creído en esa vaina, como tampoco creyó en el TSJ, pero fue corriendo hasta allá cuando el falso embajador de Estados Unidos le pidió que se acercara para ver si la dejaban pasar. Es decir, que con esa gente malcriada no se va ninguna parte. Menos mal que Rosales se arrechó y salió a decir un montón de vainas. Ese no es pendejo. El compañero Rosales sabe filosofar y otro montón de vainas más. Así que se nos presentó un peo filosófico en nuestras filas y Rosales dice: "pienso, luego me declaro candidato", y la filósofa Yoris de Uruguay dice que ella tiene el testigo, no sabemos si es un testigo de Jehovah.

El papá de Margot llegó con un libro de filosofía: ¿Para qué filósofos? Y se sentó en la sala y dijo: “Ahora sí nos jodimos. Con estos dos filósofos que tenemos en la oposición nos sentimos en el ágora. ¡Que Sócrates ni Tales de Mileto, aquí se trata de Manuel de Maracaibo y Yoris de Uruguay, dos filósofos que discuten la presencia en las elecciones el 28 de julio! Lo que quiere decir, que estamos jodidos otra vez”. Y dejó el libro sobre la mesa y se fue al cuarto y le metió ese coñazo tan duro a la puerta que la vecina salió gritando: “Vete a filosofar, desgraciado”.

—Si tú me dices ven, lo dejo todo –me canta Margot.