Caraqueñidad | Hace 120 años llegó el primer carro a Caracas

08/04/2024.- Transcurrían los días del primer quinquenio del andinato, liderado por el entonces presidente Cipriano Castro, cuando las calles caraqueñas dieron acceso al histórico recorrido del primer carro en el país. De ello hace exactamente 120 años.

Y aunque hay diversas versiones en cuanto a la fecha exacta, hay dos que se ubican en abril de 1904 y que se diferencian por apenas días, lo cual pudiera tener su causa en imprecisiones al momento de las investigaciones originales, basadas en publicaciones de prensa de inicio del siglo XX. Adviértase que prima la interpretación de los investigadores, y sin mala fe, surgen diversos cuentos, que por ser cuentos aquí se los cuento.

Dicen que, procedente de Francia, el 10 de abril de 1904 llega al país el primer vehículo automotor que pisa rúas capitalinas. Unos aseguran que fue un regalo que Castro le hizo a su esposa doña Zoila. Otros indican que fue un obsequio del Gobierno galo para estrechar las relaciones a manera de lobby para asegurar el milmillonario contrato para el cable transoceánico; negocio que, un par de años más tarde, el primer mandatario nacional disolvió porque, según algunos críticos, resultaba muy ventajoso solo para los europeos.

Agregan que aquel moderno modelo Panhard-Levassor, que conducía Lucio Paul Morand, tenía un valor de 12 mil francos –nadie sabe de dónde salieron–, en medio de aquella ciudad que crecía de acuerdo con afrancesados patrones urbanos, aunque con escaso presupuesto criollo y cuya única calle realmente pavimentada en macadam era la avenida Castro, desde la residencia presidencial –actual Villa Zoila– en línea recta por unos 3 kilómetros hacia la actual avenida Páez de El Paraíso.

Quién iba a imaginar que ese carro estaría marcando la historia del automóvil en el país, ni que 120 años más tarde el parque automotor nacional superaría los 6 millones de vehículos con diversas subespecies, a pesar de la innegable crisis que en la actualidad afecta a la milmillonaria industria automotriz, con evidente merma en sus diversas ramas: producción, ensamble, importación de vehículos y también de repuestos.

Una versión diferente, basada en lo publicado en el diario caraqueño El Monitor, indica que, con una inversión de 810 dólares, 11 días después de la fecha señalada, un Cadillac B, propiedad del Dr. Isaac Capriles, es el carro que rompe el celofán histórico de las rúas capitalinas. Como fuera, es 1904, un par de años después del bloqueo naval y dos años antes de la llegada forzosa de Juan Vicente Gómez al poder, es cuando Caracas y Venezuela, reciben el primer carro.

Publicaciones digitales afirman que esa versión echa por tierra la anterior porque el historiador Javier González –amigo personal con vasta experiencia–, indica que “debe acreditarse” su hallazgo como cierto porque en la prensa de entonces no ubicó otra versión. Aclaramos, sin polemizar, que, por ejemplo, Apacuana nunca fue reseñada en ningún periódico, por tanto, ¿deberíamos dudar de su existencia? Así las cosas, se imponen las inferencias.

Otro investigador, Galo López Quintanilla se adelanta un mes en su relato y asevera que fue el 10 de marzo de 1904 –año en que Venezuela veía nacer su Academia Nacional de Medicina y la legalización del divorcio gracias al naciente Código Civil–, cuando arribó al país un vehículo “torpedo Darracq”, que Francia le obsequió a la primera dama venezolana.

Pero ahí no quedan las investigaciones. Para el periodista Lucas Manzano, editor de la revista Billiken, el primer vehículo que llegó a Venezuela lo trajo en 1906 el señor John Boulton. Por su parte, el poeta y escritor Manuel Rodríguez Cárdenas, aunque acucioso, abre puertas a las imprecisiones al afirmar que el primer carro lo trajo a Caracas “el afamado óptico Constancio Vanzina, allá por mil novecientos y tantos”. Mientras que el cronista de Caracas, de excelsa reputación investigativa, el periodista Guillermo José Schael, afirma que ese primer carro fue traído al país en 1904 por la señora Zoila Rosa Martínez de Castro. No obstante, si tal vehículo fue comprado en Francia, como se supone, por los generales Manuel Corao y Ramón Delgado Chalbaud, debe haber llegado a bordo del vapor Matadero, mismo que atracó en el puerto de La Guaira el 7 de mayo de 1907. ¿A quién creerle?

El mismo diario El Mirador, con fecha 24 de mayo de 1904, afirma que llegó al país, con un carro que pronto presentará al público, el capitán Wrigth, representante de la asfaltera estadounidense New York Bermúdez Company, que en sus inicios adversó el movimiento político de Cipriano Castro, motivo por el cual el Gobierno venezolano prohibió su ingreso al país.

Pasados unos pocos años, para introducir el producto y hacerlo amigable al consumidor, desde la esquina de Sociedad se colocaba un prototipo que era lanzado en bajada hacia las riberas del río Guaire, pasando por Cipreses. Dicen que el divertido recorrido lo protagonizaba la persona afortunada que acertara una rifa que a manera de marketing organizaba la gente de William H. Phelps, quien masificó la importación de modelos Buick y Ford, con lo que se afianzó el automóvil en el país.

Así de rica e interesante es la historia de ese “demonio de cuatro patas”, como se le conocía por estos territorios del subdesarrollo, ya que nadie podía entender cómo aquel armatoste metálico era capaz de movilizar sus ruedas "sin ser tirado por bestia alguna", como era la costumbre y la lógica de entonces. Cómo sea, feliz cumpleaños al carro en Caracas...

P.S.: A manera de glosario: 1.- “Andinato”: Así se llamó a la hegemonía andina en ejercicio del poder político, que inicia el 23 de octubre de 1899 con el triunfo de la Revolución Liberal Restauradora de Cipriano Castro y finaliza el 18 de octubre de 1945 con el golpe de Estado en Venezuela al presidente Isaías Medina Angarita.

2.- Macadam, término usado en construcción que significa pavimento de piedra machacada, llamada así en honor al ingeniero escocés que lo inventó en el mundo de la construcción.

3.- Un par de curiosidades ajenas al glosario: 

A.- En 1902 fue el bloqueo naval al país por parte de Alemania, Italia e Inglaterra. Sabemos que fue el Dr. José Gregorio Hernández, uno de los primeros en alistarse en el Ejército para, como excelso patriota, defender los intereses de su país. Por supuesto, sin siquiera imaginar que al liberar nuestros puertos se abría la puerta para ese “bicho de cuatro patas” o ruedas, que años más tarde acabaría con su vida. Así de cruel a veces es el destino.

B.- Como de carros se trata, les cuento que cuando éramos más jóvenes salíamos a comer arepas madrugadoras. Nadie pagaba. Echábamos el carro. ¿Usted nunca lo hizo? Tristemente echar carro también significa no ponerle al turno a la tarea asignada. Tristemente, esa especie abunda en todos los ámbitos públicos y privados...

Luis "Carlucho" Martín


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