17/04/2024.- Para un país bastante desmemoriado no está mal recordar que el título de esta columna no es mío.

En el siglo pasado fue Presidente un ciudadano llamado Luis Herrera Campíns, copeyano que le ganó la elección a los adecos cuando aquellos tenían todo el poder.

Luis Herrera en realidad no ofreció nada como candidato, salvo recordar que tras el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez –un acciondemocratista para los desmemoriados– que gozó con mayoría en todos los tres poderes de la época pero que tras una inmensa escalada de 400% en el precio del petróleo, tras endeudar a la nación en miles de millones de dólares y nacionalizar las industrias del hierro, del aluminio y el petróleo, Venezuela había caído en una recesión que se manifestaba por obras públicas paralizadas y tribunales, embargando pequeñas constructoras para recobrar maquinarias.

Luis Herrera solo preguntó: ¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES?... Y ganó su elección.

Hoy la situación es distinta, pero como todo eso es verdad, pero también es mentira.

Es el presidente Nicolás Maduro quien al encabezar su cruzada contra la corrupción, a diferencia de Carlos Andrés Pérez en su tiempo, permitió el enjuiciamiento de un ministro "todopoderoso" y que se creía intocable… como es el caso de Tareck el Aissami.

De este personaje hoy preso, al que la oposición jamás denunció ante el TSJ o un juez o fiscal cualquiera… por considerarlo “todopoderoso”, en las siempre inexactas cuentas oficiales se dice que se robó entre 23.000 y 36.000 millones de dólares.

Bien, supongamos que de esa inmensa cifra solo sea la mitad… ¡De todas maneras es mucho para un país que como dice el Presidente tiene bloqueadas las cuentas y solo recibe una fracción de los presuntos 50.000 millones de dólares que recibía!

Incluso, si del total, merced a los enredos propios del lavado de dinero sucio –recordemos que la caída del exministro el Aissami conllevó la detención de casi toda la directiva de la alcaldía de Baruta, mi hogar–, de la cantidad birlada solo se pudiera recobrar la décima parte, sigue siendo mucho para un país que se creyó rico y hace tiempo no lo es.

En ese caso, y esto es real, que el sistema de justicia se encargue de juzgar con severidad a Tareck el Aissami y sus compinches, que el teatro de la politiquería siga su curso, pero que el Procurador de la República ejerza el rol que constitucionalmente le corresponde.

Que ese alto funcionario congele o intente congelar todas las cuentas internacionales del exministro, de sus compinches de cualquier signo, incluidas las prepago que usaron para cometer sus delitos, y que lo haga volando ya.

Ojo: Dado que la mayor parte de lo robado se invirtió en activos financieros hasta pudiera ser que lo recuperado sea mayor que lo depositado por los choros.

Ahhhh: y que tampoco pierda tiempo el procurador contratando tinterillos sinvergüenzas que ya se ven tocando las puertas del poder para que los contraten ganando sumas siderales en dólares… para supuestamente recobrar lo que en otros casos más pequeños nunca se hizo y para muestra el oro robado por los británicos, etc.

De manera que hoy no está de más recordar a Luis Herrera y copiar su lema: ¿DÓNDE ESTÁN LOS REALES?

Domingo Alberto Rangel