Fisio en acción|Problemas de articulación dan paso al quiste de Baker

21/04/2024.- En la rodilla, específicamente en la parte posterior de la pierna donde se ubica el hueco poplíteo, suele formarse el llamado quiste de Baker o también quiste poplíteo. El mismo aparece por la acumulación de líquido sinovial en una de las tantas bursas que se localizan en esa zona. 

Este líquido sinovial tiene como función lubricar la articulación de la rodilla; cuando existen problemas en la articulación de la rodilla la membrana se encargará de generar más líquido, este aumento de líquido intraarticular ocasiona una salida hacia la parte posterior produciendo el quiste.
El quiste puede aparecer a cualquier edad, comúnmente ocurre en personas jóvenes que sufrieron traumatismos en la zona de la rodilla y que pudieron tener lesiones ligamentosas, meniscopatias y enfermedades degenerativas del cartílago, en adultos mayores por procesos inflamatorios o degenerativos (artritis, artrosis y gota).

Generalmente, un quiste de Baker no provoca ningún síntoma, a menos que sea lo suficientemente grande para causar sintomatología, la cual se manifiesta con inflamación en la parte posterior de la rodilla y a veces en la pierna, molestia o dolor en rodilla y la pierna de carácter difuso, rigidez para los movimientos de flexo-extensión de rodilla, y en casos graves producirá compresión del paquete vascular de esa zona.

Estos síntomas son similares a problemas de más gravedad como trombosis venosa profunda, tumores, etc., por esa razón es de suma importancia realizar un buen diagnóstico para no generar confusión y diagnósticos errados. Los síntomas pueden empeorar después de la actividad o permanecido de pie durante mucho tiempo. En algunos casos, el quiste puede romperse y causar dolor, inflamación, enrojecimiento y aumento de la temperatura en la zona poplítea. Curiosamente y de manera sabia el cuerpo por sí mismo reabsorbe el líquido que ha salido. 

Con un examen físico y la sintomatología referida del paciente el especialista puede sospechar de la existencia del quiste de Baker. Se recomienda realizar pruebas complementarias como rayos X (RX) que no muestran el quiste, pero revelan otros problemas que pueden estar presentes en la articulación de la rodilla. Una ecografía es necesaria, ya que se puede visualizar el quiste y determinar si es sólido o está lleno de líquido, mientras que una resonancia magnética (RM) ayuda a ver todas las estructuras de la rodilla de manera específica. 

Generalmente, no necesita tratamiento e incluso puede resolverse espontáneamente, pero si se presenta sintomatología se puede realizar tratamiento siempre encaminado a corregir el problema que lo está causando (esguinces, problemas de menisco, problemas reumáticos), ya que si no se aborda puede volver a aparecer; antiinflamatorios, fisioterapia y en casos graves cirugía es el tratamiento a seguir. El terapeuta utiliza diferentes métodos para disminuir el dolor, inflamación, ganar movilidad articular y fortalecer los músculos que rodean la rodilla. 

Ydalmis Bravo 

 


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